Macron y LePen se enfrentan por la presidencia de Francia en las urnas. Los comicios de este domingo enfrentan a los mismos personajes que hace cinco años, pero en un escenario muy distinto. El actual presidente del Gobierno francés y líder del partido La Republiqué en Marche!, Emmanuel Macron se erige como el favorito en la mayoría de las encuestas con un apoyo del 56.5%. Sin embargo, esto no significa necesariamente un éxito asegurado en los resultados electorales.

La candidata de Agrupación Nacional, Marine LePen cuenta con un mayor apoyo de votantes en comparación con el que obtuvo en el año 2017. La líder de extrema derecha se encuentra más cerca de lo que nunca ha estado del Eliseo después de que en la primera ronda electoral, celebrada el pasado 10 de abril, obtuviese el mejor resultado electoral de su historia. “Soy la candidata de la Francia que trabaja y a la que el Gobierno no le hace la vida fácil”, declaraba en un mitin una semana antes de las elecciones.

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FOTO/ARCHIVO – La candidata a las presidenciales, Marine LePen

El cambio en su discurso durante este último mes, caracterizado ahora por ser más moderado, podría ser una de las claves que explican su refuerzo electoral. En el ha dejado de lado las cuestiones migratorias y sociales para centrarse en el discurso económico, algo con lo que trata de golpear a Macron. Y es que si por algo se ha caracterizado la campaña electoral tanto la de Macron como la de LePen es por pedir el voto contrario de su rival en vez de para sí mismos.

Lo que esta claro es que el bipartidismo en Francia ya es historia. La extrema derecha del partido de LePen y su auge, cada vez más evidente, así lo ha dejado claro. En Francia, los resultados de la primera ronda señalaron que los simpatizantes de Agrupación Nacional venían de la mano de los jóvenes, en concreto aquellos que comprenden la horquilla de edad entre los 25 y los 34 años. Otro de los candidatos que obtuvo el mayor apoyo por parte de la población joven fue el candidato izquierdista, Jean-Luc Mélenchon, que consiguió ganarse los votantes menores de 25 años. 

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FOTO/ ARCHIVO – El candidato para las presidenciales, Emmanuel Macron 

Por su parte, Macron obtuvo un apoyo derivado de los votantes que comprenden las edades de entre los 50 y los 65 años. ¿Qué pueden reflejar estos datos? Lo primero sería el descontento popular, pero sobre todo por parte de los más jóvenes que se han visto cada vez más alejados del neoliberalismo del actual presidente. Los extremos habrían conquistado a la juventud francesa, sector poblacional que parece alejarse cada vez más de Macron y sus políticas.

A pesar de esto, el líder centrista sigue conquistando las encuestas y aquí ha podido favorecerle la nueva situación que está atravesando Europa después de que Rusia decidiese invadir Ucrania con el pretexto de “desnazificar” el país. El actual presidente ha demostrado durante estos cinco años su pretensión por querer hacer de Francia un país al que mirar a la hora de hablar sobre política exterior y la crisis actual lo habría conseguido.

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REUTERS/HANNAH MCKAY – Carteles de los candidatos de las elecciones presidenciales francesas del 7 de mayo de 2017 en el colegio electoral del Lycee Francais Charles de Gaulle, en Londres, Reino Unido

En este sentido, la guerra también ha jugado un papel trascendental, dominando el debate electoral, algo en lo que Macron obtiene una gran ventaja. En situaciones de crisis se suele producir un cierre de filas ante el actual líder, pero esta situación se puede ver más fortalecida por el hecho de que el presidente ha mantenido una importante agenda internacional, centrada sobre todo en la apuesta por la defensa, la seguridad y la diplomacia. Junto a esto, la lucha antiterrorista sigue estando vigente en la agenda gala, incluso después de retirar sus tropas francesas del Sahel y poner fin a la operación Barkhane.

Otro punto clave es el constante diálogo que mantiene con Washington, así como su esfuerzo por elevar el rol de Francia a nivel internacional como país referente. En cuanto a la política europea, Macron ha demostrado sus pretensiones por luchar contra el cambio climático, defender la transición energética y la apuesta, en definitiva, por los bienes comunes siendo prioritarios en sus políticas la salud, la educación y las nuevas tecnologías.

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FOTO/ ARCHIVO – Bandera de la UE en el Arco del Triunfo de París

Además, en torno a la Unión Europea, Macron ha defendido una visión humanista y europeísta, muy alejado de las propuestas de LePen. El mandatario francés ha reiterado durante su mandato la necesidad de renovar la cooperación internacional lo que sería “un combate largo y difícil”. Sin embargo, el conflicto ruso-ucraniano ha acelerado todo lo que se presentaba como complicado, consiguiendo que los 27 se pusieran de acuerdo en una mayor inversión de defensa, además de brindar apoyo internacional a Ucrania tanto a nivel económico como militar.

Y es que Macron se ha dirigido a la Unión Europea desde el primer momento en el que ganó las pasadas elecciones. El presidente ha tratado de acercarse a Europa con un discurso humano y esperanzador donde destacaba que “la valentía” no debe decaer. A diferencia de LePen, el líder francés señalaba que el partido de extrema derecha es “panislámico, antieuropeo y las medidas presentadas van en contra de nuestros principios”.

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REUTERS/ERIC GAILLARD – Una persona recoge las papeletas antes de votar en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales francesas

Sin duda, su defensa por estos sectores pueden ser claves a la hora de conseguir lo que sería una segunda victoria. Sin embargo, el líder centrista mantiene una ventaja inferior respecto a su principal rival, algo que significa una amenaza y representa una polarización social, independientemente de que consiga vencer en esta nueva jornada.

Por el momento las urnas en Francia permanecerán abiertas durante toda la jornada y no será hasta esta noche cuando conozcamos a quien pertenecerá el Eliseo por otros cinco años. De producirse un giro electoral y en el caso de que LePen consiguiese vencer, algo que por el momento no sucedería, sería la primera vez que una mujer se pondría al mando de la presidencia francesa.