El Frente Polisario se distancia aún más del Gobierno español tras publicar un comunicado de su Secretaría General en el que anuncia la suspensión de los contactos con el Gobierno de España.
La decisión se toma después de la visita del presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez a Rabat y la normalización de las relaciones entre Madrid y Rabat. El recibimiento del rey Mohamed VI a Pedro Sánchez, marcado por una cordialidad y amistad sinceras escenificadas en la ceremonia del Iftar ha empujado al Frente Polisario a tomar esta postura que dinamita los puentes y canales de comunicación.
La organización armada separatista del Sáhara Occidental ha sido siempre el principal interlocutor con el Gobierno de España, en materia de cooperación humanitaria o política. La autoproclamada República Árabe Saharaui Democrática, con representación en la asamblea de la Unión Africana gracias al apoyo de Argelia, nunca ha tenido contactos oficiales o diplomáticos con España, que no la reconoce como Estado soberano, por lo que el Frente Polisario tomó el rol de interlocutor con España en su lugar.
“A raíz de la declaración de apoyo del gobierno de Pedro Sánchez al plan marroquí […] El Frente Polisario decide, suspender sus contactos con el actual gobierno de España, hasta tanto no se abstenga, de instrumentalizar la causa saharaui”, reza el comunicado publicado el sábado 9, desde Bir Lehlu.
Si el Frente Polisario se distancia del gobierno liderado por Pedro Sánchez, se ha podido observar como durante la semana, los delegados de la organización han mantenido contactos muy cercanos con algunos diputados del Congreso. En el mismo comunicado, el Frente Polisario ha hecho mención a dichos contactos, agradeciendo “a las fuerzas democráticas del Congreso de los Diputados de España […] por instar tan rotundamente al gobierno central, en la necesidad de retornar a la senda de la legalidad internacional en el Sahara occidental, y exigir el respeto del derecho a la autodeterminación del pueblo saharaui”.
El Gobierno de España no cuenta con el apoyo del Congreso de los Diputados en su nueva postura diplomática. Las fuerzas de oposición, principalmente los independentistas (Grupo Parlamentario Republicano y Grupo Parlamentario Euskal Herria Bildu), se han mostrado especialmente cercanos al jefe de la delegación del Polisario en España, Abdulah Arabi. La misma delegación estuvo presente en el congreso del Partido Popular de Sevilla de la semana anterior.
En el Congreso, la oposición al Gobierno impulsó una votación de condena al cambio de postura de España, que salió adelante, únicamente con los votos del Partido Socialista en contra. Pese a prosperar la propuesta, esta no constituye un peligro para las intenciones de reconciliación sincera entre España y Marruecos, ya que pese a ser vinculante, se trata de una proposición de no ley, que pide seguir en el camino marcado por las Naciones Unidas para la resolución del conflicto del Sáhara Occidental.
La postura del Gobierno Español y de Marruecos no ha sido rechazada ni desvalorada por la misión especial de las Naciones Unidas, ni de su alto representante para el Sáhara, Staffan de Mistura. El lenguaje de Naciones Unidas es incluso el que usó Pedro Sánchez en su carta dirigida al rey Mohamed VI, al referirse al plan de autonomía marroquí para el Sahara como la propuesta “más sería, realista y creíble”, en sintonía con la misión de Staffan de Mistura.
Esta carta de Pedro Sánchez del 14 de marzo marcó el inicio de la nueva etapa de cooperación y normalización de las relaciones entre España y Marruecos. El rey Mohamed VI la recibió con agrado e invitó al Gobierno de Sánchez a visitar Rabat, tras lo cual se ha trabajado en una hoja de ruta de 16 puntos, entre los cuales figura el establecimiento de una aduana en Ceuta y Melilla o la reapertura del tráfico marítimo para pasajeros entre España y Marruecos que permitirá llevar a cabo la Operación Paso del Estrecho.