Los contactos y mensajes diplomáticos puntuales se siguen sucediendo entre España y Marruecos de cara a avanzar en la solución del conflicto diplomático que han protagonizado ambas naciones en los últimos meses.
En esta línea, el presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, se encontró con el ministro de Asuntos Exteriores de Marruecos, Nasser Bourita, y ambos pudieron mantener una conversación en Bruselas con motivo de la última cumbre entre la Unión Europea y la Unión Africana. En el diálogo mantenido, ambos dirigentes coincidieron en la necesidad de avanzar en la relación estratégica entre el país europeo y el reino alauí, como informó la agencia de noticias EFE.
Pedro Sánchez y Nasser Bourita participaron en la cumbre entre la Unión Europea y la Unión Africana junto a otros dirigentes y jefes de Gobierno de diferentes naciones. Un evento al que acudió también Brahim Ghali, líder del Frente Polisario, una figura política controvertida que precisamente fue uno de los mayores detonantes de la crisis política surgida entre España y Marruecos.
La presencia de Ghali en España el pasado mes de abril para ser tratado de una importante afección respiratoria en un hospital de Logroño provocó la protesta de Marruecos, que consideró que no había sido informado convenientemente por un país considerado vecino y amigo. El Ejecutivo español alegó razones humanitarias para permitir la entrada del dirigente del Frente Polisario en territorio español, pero esa explicación no contentó al reino alauí, que elevó el nivel de la queja.
Después de este suceso, llegaron otros episodios que complicaron la relación entre Marruecos y España, como la entrada irregular de miles de inmigrantes marroquíes a través de la frontera de Ceuta o la retirada de la embajadora marroquí en Madrid.
A esto cabe añadir que el país norteafricano siempre ha pedido un mayor apoyo español para su propuesta de resolución del conflicto del Sáhara Occidental. El país norteafricano plantea una fórmula de amplia autonomía del territorio saharaui bajo soberanía marroquí. Un planteamiento que ha recibido un gran impulso en el plano internacional; sobre todo, a raíz del reconocimiento por parte de Estados Unidos de la soberanía del reino alauí sobre el Sáhara Occidental, que llegó durante el pasado Gobierno estadounidense del presidente Donald Trump; un reconocimiento que llegó a cambio de que Marruecos estableciese vínculos políticos con Israel, siguiendo así la estela de los Acuerdos de Abraham, auspiciados por el gigante norteamericano y a partir de los cuales diversos países árabes como Emiratos y Bahréin establecieron relaciones diplomáticas con el Estado israelí.
Frente a la opción marroquí está la iniciativa de referéndum de independencia del pueblo saharaui que defiende el Frente Polisario. Un planteamiento que cuenta con menos apoyos, entre los que se encuentra el de Argelia, gran enemigo político y regional de Marruecos en el norte de África.
Además, Brahim Ghali también se ha visto envuelto en polémica por acusaciones como las de la Asociación Saharaui para la Defensa de los Derechos Humanos sobre presuntos delitos de genocidio cometidos en los campamentos de refugiados en Tinduf, Argelia.
En su comparecencia ante los medios de comunicación en rueda de prensa en Bruselas, el presidente del Gobierno español resumió lo acontecido en la cumbre y también explicó que habló tanto con Nasser Bourita como con Brahim Ghali. Según Pedro Sánchez, el presidente del Gobierno español mantuvo una conversación con Nasser Bourita en la que coincidieron en “la necesidad de avanzar en la relación estratégica entre España y Marruecos”.
Precisamente, el ministro de Exteriores de Marruecos y el responsable del Frente Polisario tomaron parte en una mesa de diálogo sobre paz y seguridad que estuvo copresidida por Pedro Sánchez, quien también formó parte de otra mesa de diálogo sobre migración que estuvo copresidida a su vez por Nasser Bourita.
El mensaje conciliador de Pedro Sánchez viene precedido por otros mensajes al más alto nivel enviados por los reyes de España y de Marruecos en los que constataron los importantes vínculos políticos e históricos entre ambas naciones vecinas y aliadas. Felipe VI, rey de España, envió un mensaje de entendimiento hacia el Reino con motivo del pasado acto de recepción del cuerpo diplomático en el Palacio Real, refiriéndose a España y Marruecos como dos naciones que deben “caminar juntas”. Además, durante la feria de turismo FITUR celebrada en Madrid, el monarca español quiso tener un gesto de acercamiento con Marruecos y visitó el stand del país norteafricano en la feria, dando muestra de la cercanía y la buena sintonía que debe existir entre ambas naciones.
Por su parte, el rey de Marruecos, Mohamed VI, habló hace unas semanas de su deseo de “inaugurar una etapa inédita” en las relaciones entre ambos países que debe basarse en “la confianza, la transparencia, la consideración mutua y el respeto a los compromisos”.
Durante la cumbre entre la UE y la UA, Pedro Sánchez remarcó que Marruecos es un socio estratégico para España y que hay que profundizar en la relación bilateral y también en la relación con la Unión Europea.