Faysal Bahloul ha sido extraditado a Marruecos tras ser detenido en el pasado mes de marzo por las fuerzas de seguridad españolas por “incitar a cometer actos terroristas contra intereses e individuos marroquíes”, según ha informado Al Arab. Bahloul, también conocido como “Bokhnouna”, mantiene estrechos vínculos con el Frente Polisario y es uno de los representantes más importantes de la resistencia saharaui. Tuvo un papel destacado en los acontecimientos de “Gdeim Izik” (enfrentamientos que tuvieron lugar en el campamento del mismo nombre) y es considerado de gran peligrosidad por sus ideas extremistas y sus múltiples mensajes de odio difundidos a través de redes sociales.
El propio Ministerio del Interior español se ha referido a estos mensajes en redes, asegurando que Faysal Bahloul amenazaba a los órganos marroquíes e incluso fomentaba los actos terroristas contra las instituciones de Marruecos tanto en España como en el territorio nacional del reino alauí. La agencia EFE añade que “el hombre aparentemente estaba obsesionado con cometer actos de violencia contra los marroquíes, especialmente contra todos los saharauis leales a Marruecos”. La Brigada Nacional de Policía Judicial marroquí se ha encargado de la detención de “Bokhnouna” en el Aeropuerto Internacional Mohammed V de Casablanca, tras volar desde Madrid.
Los departamentos de policía de Casablanca llevaban tiempo siguiendo la pista de Bahloul. El 8 de noviembre de 2010, las autoridades marroquíes desmantelaron el campamento de Gdeim Izik tras los enfrentamientos en los que fallecieron 11 miembros de las fuerzas del reino. En 2017, hasta 23 saharauis fueron condenados por el asesinato de estos con penas de prisión desde los 20 años hasta la cadena perpetua. Faysal Bahloul era uno de los partícipes en este enfrentamiento, pero no se consiguió dar con él. Además, estaba acusado de estar involucrado en el asesinato de un miembro de la Gendarmería Real, lo que motivó su huida a territorio español.
La extradición de Bahloul se produce justo un año después del fin del alto el fuego y la reanudación del conflicto entre los separatistas saharauis y Marruecos. La situación actual, aunque compleja, refleja la autoridad de Rabat sobre el territorio, ya que cuenta con la inmensa mayoría del apoyo internacional, destacando por encima de todos el de Estados Unidos. La marroquinidad del Sahara, cada vez más reconocida en todo el mundo, es uno de los factores a los que se hace referencia desde el Gobierno de forma reiterada, defendiendo la autoridad de su país sobre el Sahara Occidental.
La llegada de Aziz Akhanouch, ínitmo amigo del rey Mohamed VI, a la presidencia de Marruecos se espera que impulse la autoridad alauí sobre el territorio saharaui en el que el Frente Polisario sigue jugando un papel fuerte, a pesar de no contar con muchos apoyos internacionales. Con quien sí cuenta es, como no podía ser de otra forma, con Argelia. Mientras su ruptura diplomática con el reino provoca un aumento de su armamento militar, los argelinos proporcionan también material militar a las fuerzas del Frente Polisario, según informaba La Razón hace apenas dos semanas.