El distanciamiento entre Marruecos y España por el caso Ghali no parece haber salpicado a las relaciones entre los jefes de Estado. En un día de celebración nacional, Mohamed VI ha querido mostrar su compromiso y amistad con la Familia Real mediante un comunicado en el que felicita la fiesta del 12 de octubre. Además, el monarca transmite en nombre de todo el pueblo marroquí sus más calurosas felicitaciones y deseos de salud y felicidad para los reyes. También ha aprovechado la ocasión para desear prosperidad y progreso para todo el pueblo español, considerado uno de sus mayores aliados.
No es la primera vez en la que las jefaturas de Estado muestran las buenas relaciones que unen ambos países. En esta ocasión, Mohamed VI ha reiterado la intención del Reino de aumentar los esfuerzos para mejorar la cooperación entre países históricamente hermanados. Con la ruptura de las relaciones diplomáticas entre Argelia y Marruecos, España ganará aún más importancia de la que ya de por sí tiene como fuerte aliado. No obstante, la llegada de gas a tierras marroquíes y españoles es uno de los quebraderos de cabeza a los que deberán hacer frente a la mayor brevedad posible.
El rey Felipe VI ya mostró los estrechos lazos que unen ambos países a finales del mes de julio, cuando emitió un comunicado felicitando el cumpleaños al monarca del reino alauí. Expresaba “los mejores deseos de salud y prosperidad al muy querido pueblo amigo marroquí”, en su nombre y en el “del Gobierno y el pueblo españoles”. Fue la primera misiva tras la crisis migratoria desencadenada por la acogida de Ghali que ha llevado a la exministra González Laya al banquillo de imputados, a pesar de que ella asegura que se hizo “de acuerdo con la ley”.
El nombramiento de José Manuel Albares al frente del Ministerio de Asuntos Exteriores es una declaración de intenciones respecto a los lazos con Marruecos. Su figura, junto a las magníficas relaciones que unen a las monarquías, debería ser el puente que acercase ambos Gobiernos distanciados desde la crisis migratoria a principios de año. Albares mantuvo una conversación telefónica con el ministro de Exteriores marroquí, Nasser Bourita, en la que ambos acordaron tratar asuntos diplomáticos de forma presencial en lo que será el primer encuentro tras el caso Ghali.
La relación entre Mohamed VI y Felipe VI debería ser uno de los factores más importantes en la recuperación de los lazos diplomáticos. Marruecos necesita, ahora más que nunca, el apoyo de sus aliados regionales en un momento de gran complejidad y en plena transición en el Gobierno que será liderado por Aziz Ajanuch. España, en sus esfuerzos por conservar uno de sus mayores aliados, deberá hacer un esfuerzo por recuperar el terreno perdido con la acogida del líder del Frente Polisario y volver a presentarse frente al Reino como uno de los países en lo que puede confiar de cara al futuro.