BRUSELAS MARCA PARA 2035 EL FIN DE LOS COCHES DE COMBUSTIÓN por Aïda Sánchez
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BRUSELAS MARCA PARA 2035 EL FIN DE LOS COCHES DE COMBUSTIÓN
por Aïda Sánchez
La Comisión Europea presenta un inmenso paquete legislativo para fijar la hoja de ruta para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero un 55% respecto a los niveles de 1990 para 2030. Entre las medidas, aumentar el porcentaje de renovables hasta un 40%, prohibir la venta de coches de combustión en 2035 o ampliar el mercado de emisiones de carbono reduciendo los permisos de emisión gratuitos e introduciendo el transporte marítimo.
“El principio es muy sencillo, las emisiones de CO2 tienen que pagar un precio”. Esta es según la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, la piedra angular del paquete legislativo presentado este miércoles en Bruselas. Sobre esta base la Comisión Europea ha presentado trece propuestas legislativas, entre revisiones y nuevos textos, que pretenden revolucionar la forma en la que los europeos se mueven, calientan sus hogares o comercian.
Uno de los cambios principales pasa por una reforma del mercado de emisiones de carbono europeo. Conocido por sus siglas en inglés, EUETS, es el mercado de carbono más grande e importante del mundo. Y también el más antiguo, vigente desde hace quince años. El sistema pone precio a cada tonelada de carbono emitida por los productores de energía y sectores como el acero, los químicos o el cemento. Cubre alrededor del 40% de las emisiones de la UE y afecta a unas 10.000 industrias.
Pero no es suficiente. La reforma pone por primera vez precio a las emisiones producidas por el transporte marítimo, que representa un total del 13% de las emisiones de transporte de la Unión Europea. Además, reduce los permisos de emisión gratuitos para la aviación.
Bruselas también se pone seria con las emisiones que provienen de los coches y los edificios y creara un mercado de carbono específico para estos dos sectores. Los edificios consumen el 40% de la energía de la Unión Europea. Para reducir su peso dentro del gasto energético, la Comisión plantea distintas medidas: quiere que los Estados miembros renueven el 3% de todos sus edificios públicos cada año y que reduzcan su uso de energía en un 1,7% también de forma anual.
En el caso de los transportes la Comisión apuesta por el coche eléctrico. Para el año 2035 quiere que todos los coches que se vendan en la Unión Europea sean 100% cero emisiones, lo que en la práctica se traduce en una prohibición de facto del coche de combustión. Además, instalara cargadores en las redes de autovías: cada 60km para los coches eléctricos y cada 150km para los coches que funcionen con hidrogeno.
Para evitar que las medidas acaben afectando a los ciudadanos más vulnerables y profundizando en la pobreza energética, la Comisión creara un Fondo Social Climático. El fondo estará financiado con el equivalente al 25% de los ingresos provenientes de las tasas al carbono de transportes y edificios. Ahora empieza uno de los verdaderos retos: traducir estar propuestas legislativas en leyes. Algo en lo que entra en juego tanto el Parlamento Europeo, con una elevada ambición climática, y los Estados miembros, que se resisten a profundizar en el reto medioambiental ante el efecto que podría tener en sus ciudadanos más vulnerables. En cualquier caso, los textos definitivos no verán la luz en al menos un par de años.