El ministro marroquí de Exteriores, Naser Bourita, afirmó hoy que el Gobierno español «trata de europeizar una crisis que es bilateral» entre Marruecos y España y que «no terminó el 1 de junio» con la salida del territorio español del líder saharaui Brahim Ghali.

«La crisis está ahí porque siguen sus causas profundas», continuó Bourita, que se expresó así durante una comparecencia ante la prensa tras la visita de su homólogo húngaro, Peter Szijjarto.

Hasta en cuatro ocasiones repitió Bourita que «la crisis es bilateral» y «política», mientras que España «trata de europeizarla y desviarla de sus causas conocidas, cada vez reconocidas por más actores», dijo.

«Es ante todo una crisis de confianza mutua, ligada a una actitud que Marruecos considera contraria al espíritu del partenariado: el fondo es la coherencia entre los actos y las palabras sobre el separatismo (pues) no se pueden prohibir el separatismo en tu país y fomentarlo en el vecino».

En anteriores ocasiones, el mismo Bourita ha recordado que su gobierno siempre se mantuvo distante con el separatismo catalán, y acusó a España de, en contrapartida, actuar en connivencia con «el separatismo saharaui», especialmente manifestada en la llegada y hospitalización de su líder, Brahim Gali, en un hospital de Logroño para ser tratado de COVID.

Atalayar_Brahim Ghali, jefe Frente Polisario
PHOTO/REUTERS – Brahim Ghali, secretario general del Frente Polisario

Pero Bourita repitió que «la crisis no comenzó con la llegada ni termina con la salida de esta persona». 

«Europeizar esta crisis es una huida hacia adelante, una forma de desviar la atención», dijo Bourita, para quien «Marruecos está satisfecho de su relación con la Unión Europea y su cooperación multiforme con ella», y citó las recientes declaraciones de dos responsables europeos en la que alababan la relación con Rabat.

También se refirió a la cuestión migratoria: «No tenemos lecciones que recibir, nosotros actuamos como los socios que somos», dijo en referencia a las acusaciones de haber fomentado, activamente o por negligencia, la emigración masiva los pasados 17 y 18 de mayo de más de 10.000 de sus ciudadanos a la ciudad de Ceuta.

Mañana, el Parlamento Europeo votará una polémica moción – a la que Bourita no hizo mención – sobre «la utilización de niños por parte de las autoridades marroquíes en la crisis migratoria con Ceuta», y la posibilidad de que constituya una violación de la Convención de los derechos del niño de la ONU.