El masaje tántrico: beneficios para cuerpo y mente. Por Zentopía
Nota de Prensa – Comunicae Media
Una experiencia sensorial que también ayuda a la sensualidad. El masaje tántrico es una práctica aún poco conocida, pero poco a poco va ganando más posiciones y atención en el mundo de los masajes y las terapias de pareja
El masaje tántrico es una práctica aún poco conocida, pero poco a poco va ganando más posiciones y atención en el mundo de los masajes y las terapias de pareja.
La peculiaridad radica en la capacidad de este particular tipo de masaje para involucrar al cuerpo en toda su fisicalidad, a través de la estimulación de todos los componentes, sin descuidar el aspecto mental, en una total relajación psicofísica.
El punto de apoyo del masaje tántrico es precisamente el de desbloquear el mayor número posible de puntos sensoriales para liberar y, en consecuencia, activar los llamados chakras. Como suele ocurrir, muchas indicaciones útiles para conocer mejor la técnica en cuestión se debe analizar la etimología y origen: el término «tantra» deriva, de hecho, del sánscrito y significa «técnica para ampliar el conocimiento«, entendida como la capacidad de ampliar los horizontes sensoriales y dejarse llevar por una experiencia diferente a la habitual.
Historia del masaje tántrico
En los primeros tiempos de esta técnica el masaje relajante tantra se utilizaba con mucha más frecuencia y en muchas más circunstancias que en el uso moderno. El principal cambio histórico que ha llevado, con el paso del tiempo, a esta disminución de su uso, se debe a la marginación y degradación a la que fue sometida, por motivos puramente religiosos. De hecho, con la difusión del islam, la práctica tántrica se consideró una actividad pecaminosa que conducía a la perdición del alma.
A pesar de los intentos de marginación, el masaje tántrico conoció su apogeo histórico de fama y difusión en torno a los siglos X y XI d.C., cuando se practicaba a diario en las regiones de la India. Aquí algunos monjes promovieron su reconocimiento y exaltaron sus facultades benéficas, realzando la importancia del intercambio de placer entre el sexo masculino y el femenino: evidentemente era una práctica fuera de tiempo en comparación con las costumbres de la época, por lo que no logró expandir su rango de influencia fuera del Tíbet y la India, donde siguió siendo una actividad fundamental.
Tiempo después, la filosofía del masaje tántrico se dividió en dos grandes escuelas de pensamiento: definidas como la «Vía de la Mano Derecha» y la «Vía de la Mano Izquierda«, también llamadas respectivamente Tantra Blanco y Tantra Rojo.
Tantra blanco y tantra rojo
La distinción de la filosofía tántrica nació de la gran discusión en torno a la esfera sexual de la práctica.
El Tantra Blanco, con sus partidarios, fue hacia una purificación de la disciplina, centrándose todo en la eliminación de la relación hombre-mujer y en la reducción de la esfera sexual, emprendiendo un camino hacia una disciplina que miraba más a la moral, sin por ello abandonar la técnica del masaje. De hecho, aunque el Tantra Blanco quería abandonar la relación con el sexo opuesto, nunca dejó de lado la búsqueda del bienestar a través de la estimulación «pura», a través de la estimulación general del cuerpo y del alma.
Sin embargo, el motivo principal seguía siendo el factor religioso, ya que la mayoría de los monjes estaban obligados a la castidad por su doctrina, y no podían tener de ninguna manera una relación de carácter explícitamente sensual con el sexo opuesto.
El Tantra Rojo, por el contrario, mantenía la relación entre «Shiva», la figura divina que representa al hombre, y «Shakti», la figura divina de la mujer. El masaje del Tantra Rojo seguía siendo, por tanto, una práctica de estimulación mutua entre el hombre y la mujer, que podía conducir a la acumulación de energía positiva, destinada a la elevación mental y física del más alto nivel. Hay que señalar que el Tantra Rojo también exaltaba las relaciones de grupo y el contacto sin frenos entre los dos sexos: de esta técnica sexual derivan, de hecho, la mayoría de las prácticas eróticas aún en boga, en primer lugar, el Kamasutra.
Con el paso del tiempo, sin embargo, ha prevalecido la vertiente del Tantra Blanco, en parte debido a la creciente influencia de las doctrinas religiosas y monásticas, que condenaban severamente el acto sexual.
En la actualidad, el tantra ha perdido gran parte de la importancia original y con demasiada frecuencia se confunde o se mezcla con prácticas de menor importancia, como el yoga. En los últimos años, afortunadamente, ha aumentado el interés por estas técnicas de relajación y filosofías orientales, en favor de una recuperación del Tantra en su significado y aplicación lo más fiel posible a sus orígenes.
Principios del masaje tántrico
Los principios del masaje tántrico se basan en una situación psicofísica correcta y adecuada:
– Uno de los fundamentos del masaje tántrico es no perder nunca el contacto entre quien realiza el masaje y quien se beneficia de él: la mano debe ser siempre la principal conductora que liga y une las sensaciones de los dos cuerpos implicados, para estimular también la unión mental y la relajación constante;
– Muy importante es también la concentración exclusiva en lo que se está haciendo, sin la distracción de pensamientos y preocupaciones externas que puedan desestabilizar la armonía y el equilibrio presentes; para llegar a esta situación de concentración se suele recomendar cerrar los ojos, relajar todos los músculos del cuerpo y respirar profunda e intensamente;
– El paso de un ejercicio a otro debe hacerse de forma muy gradual, casi imperceptible, para no perder la sensación de extrema abstracción de la realidad exterior: en ese momento sólo cuenta el aquí y el ahora;
– El lugar y el ambiente también serán fundamentales para el éxito de toda la experiencia del masaje: la sala no debe ser demasiado fría, el clima debe ser agradable; el uso de música oriental y relajante ayuda mucho a crear la atmósfera, junto con la dispersión en la sala de perfumes e inciensos más bien intensos, pero nunca excesivos.
No hay que olvidar nunca apagar el móvil y tomarse todo el tiempo necesario para que el masaje tenga el efecto deseado. Es mejor que se haga durante un día libre de trabajo y lejos de las comidas, para evitar indigestiones o imprevistos similares.
Otra función peculiar del masaje tántrico es que puede ser realizado tranquilamente por la pareja, mejor si después de un breve curso de información sobre la correcta ejecución del masaje, así se pueden obtener beneficios y mejoras incluso en la intimidad de la relación.
El masaje tántrico también ayuda a calmar la visión del mundo y permite afrontar la vida con mayor tranquilidad y sin ansiedad innecesaria.