La pandemia de la COVID-19 ha tenido un gran impacto en la forma de vivir de nuestras sociedades. Las enfermedades, la mortalidad o el empeoramiento de la situación económica del ámbito público y privado, han provocado cambios en los comportamientos de las personas en general y, en particular, de su relación con las creencias religiosas. En este sentido, desde la Fundación for Islamic Culture and Religious Tolerance (FICRT) ha desarrollado este seminario en el que se ha tratado de arrojar luz a a la forma en la que las diferentes religiones han respondido a los retos planteados por la emergencia sanitaria del COVID-19.

El evento, que ha tenido lugar de forma telemática, ha contado con la presencia de cuatro expertos académicos de diferentes centros, todos ellos con amplia experiencia en la ámbito del estudio de las religiones. Los ponentes han sido: la doctora en Filología Árabe por la Universidad de Salamanca, Pilar Garrido Clemente; el doctor en Filología Hebrea por la Universidad Complutense de Madrid y licenciado en Filosofía, Francisco Javier Fernández Vallina; la doctora en Filología Árabe por la Universidad de Sevilla, Delfina Serrano Ruano; y, por último, el doctor en Derecho por la Universidad Complutense de Madrid, Fernando Amérigo Cuervo-Arango.

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Dra. Pilar Garrido Clemente

En primer lugar, la Dra. Pilar Garrido, ha enmarcado su presentación bajo el título «Desde la pandemia a la palabra», y ha hecho referencia a la relación que existe entre el ser humano, la palabra y la creencia. Ha planteado como a través de la palabra escrita se establece la búsqueda de sentido, indicando que «las palabras tejen historias». La profesora también ha dejado dos claves en relación con la pandemia que vivimos. La primera es que una de las cosas que más se ha puesto de manifiesto en aquellos que han sufrido la enfermedad es, precisamente, el de la incomunicación, la imposibilidad de contar con la palabra y el diálogo. La segunda, tiene que ver con el consumo de series a través de las diferentes plataformas, algo que evidencia la necesidad del ser humano de que le cuenten historias.

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Dr. Francisco Javier Fernández Vallina

Posteriormente, el Dr. Francisco Javier Fernández, ha incidido en la relación entre «La pandemia, la conciencia y la ética» en la actualidad. Ha mostrado durante su intervención que a día de hoy, la espacio espiritual sigue ocupando un espacio importante en el ser humano, incluso en aquellos que no manifiestan predilección por una creencia religiosa en particular. El doctor ha planteado que la pandemia ha impulsado la solidaridad en nuestras sociedades y que eso, señala, implica que aún la ética está presente en unas sociedades muy mercantilizadas.

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Dr. Delfina Serrano Ruano

A continuación, la Dra. Delfina Serrano, ha profundizado en las iniciativas que se han llevado a cabo desde el Islam para afrontar la crisis sanitaria. En un primer punto, ha demostrado históricamente que esta no es la primera vez que el Islam ha de hacer frente a una pandemia que dificulte el cumplimiento de la doctrina islámica – la oración de los viernes, el fin del Ramadán o la peregrinación a la Meca –, y que, por tanto, la situación que ha tenido que afrontar no es novedosa. En esa dirección, ha apuntado como desde el ámbito de las autoridades jurídico-religiosas se ha hecho una gran labor de argumentación de por qué debían cumplirse las medidas adoptadas por la Organización Mundial de la Salud y el resto de autoridades sanitarias. Finalizaba incidiendo en que no se puede decir, a la vista de los hechos, que exista un conflicto entre el Islam y la medicina moderna.

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Dr. Fernando Amérigo Cuervo-Arango

Por último, el Dr. Fernando Amérigo, se ha centrado en el ámbito español para dar una visión nacional de cómo las religiones se han comportado tras los dos Estados de Alarma que han sido aprobados por el Gobierno y el Congreso. Ha hecho un repaso de las leyes que pueden afectar a la libertad religiosa, haciendo especial hincapié en que ante situaciones extremas, la práctica del culto puede verse limitada por motivos de seguridad, salud o movilidad. Es, precisamente, el motivo sanitario el que ha impedido que el culto se haya practicado con total normalidad en los últimos meses, algo que desde las principales creencias presentes en nuestro país se ha respetado de una forma absolutamente mayoritaria. Desde las propias organizaciones religiosas se ha instado a los fieles a cumplir con las medidas sanitarias – principalmente reducciones de aforo y distanciamiento –, sin que haya habido apenas protestas por las limitaciones.