RSF alerta de ‘políticas represivas’ contra la prensa en varios Estados miembros por: María G. Zornoza
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Finlandia, Dinamarca y Suecia son los Estados miembros donde los medios de comunicación gozan de un mejor estado de forma. Bulgaria, Hungría y Malta los que peor. Significativo también es el caso de Polonia, que tras la llegada del ultraconservador PiS al poder ha perdido 44 puestos. El índice Global sobre la Libertad de Prensa en 2020 advierte de que la multicrisis del Covid-19 amplifica las amenazas para los periodistas.
Europa sigue siendo el continente mejor clasificado en cuestión de libertad de prensa, a pesar de las políticas represivas de algunos países de la UE, resume Reporteros Sin Fronteras (RSF) en su Clasificación Mundial sobre la Libertad de Prensa en 2020. La mayoría de los países a la cabeza del ránking son Estados miembros. En lo más alto de la tabla repite Noruega por cuarto año consecutivo. La plata sobre calidad de la prensa va a Finlandia, que se sitúa por delante de Dinamarca (3º), Suecia (4º) y Países Bajos (5º). Estos dos bajan una posición por “el aumento de casos de acoso contra periodistas en la red”.
No obstante, la ONG internacional advierte de que el debilitamiento del Estado de derecho, la violencia y las crisis económica y digital empujan a los periodistas europeos hacia una amenaza creciente. «Cada vez son más los que se arriesgan para poder ejercer su oficio», señala.
Bulgaria (111º) es el Estado miembro peor valorado debido al continuo control e injerencias de sus políticos a los medios de comunicación públicos. Le sigue Hungría en el puesto 89. El país que gobierna Viktor Orbán sigue su tendencia a la baja de los últimos siete años. Desde 2018 ha descendido 16 puestos. La ONG destaca en su informe que las medidas para imponer penas de cárceles a cinco años a periodistas que difundan desinformación del Covid-19 son “una forma de coacción completamente desmesurada”. Aunque destaca que antes de ello la situación ya era “muy crítica” con veto a periodistas críticos y campañas de difamación.
Malta sigue a Budapest en la cola europea. La Valeta se sitúa es el país número 81 debido a las interferencias del Gobierno sobre las investigaciones periodísticas en torno al asesinato de la periodista Daphne Caruana Galizia. Cierra la clasificación negativa de suspensos europeos Grecia, que repite en el puesto 65. RSF advierte de que los efectos DE la supervisión directa del primer ministro Kyriakos Mitsotakis sobre los medios de comunicación públicos todavía deben ser valorados.
Polonia, que hace cinco años llegó a posicionarse en el puesto 18, se desploma ahora al 62º, una caída que se produce por quinto año consecutivo y que coincide con la llegada del utraconservador Partido Ley y Justicia (PiS), que comparte asiento con Vox en la Eurocámara. En su análisis sobre el país, el informe apunta a la independencia del sistema judicial tras su reforma y a la tendencia creciente de criminalizar y difamar a los comunicadores. El propio Jaroslaw Kaczynski, líder del PiS, se ha querellado contra el periódico opositor Gazeta Wyborcza.
En España (29º), el informe destaca «la preocupante penetración del partido de extrema derecha VOX en la política del país y las agresiones a periodistas cometidas por sus simpatizantes» así como los «actos de violencia perpetrados por los independentistas durante las manifestaciones en Cataluña».
A nivel global, Corea del Norte, el país más hermético del mundo, es el peor valorado en el puesto 180º. “Los gobiernos autoritarios ven en la crisis sanitaria la oportunidad de aplicar la famosa ‘doctrina del shock’: aprovechar la interrupción de la vida política, la consternación de la población y el debilitamiento de los movimientos sociales, para imponer medidas que sería imposible adoptar en condiciones normales”, analiza Christophe Deloire, secretario general de RSF. El documento establece una correlación entre el hipercontrol de la prensa en países como China (177º) y la irrupción del Covid-19.
La organización internacional advierte de que la crisis global del Covid-19 pone a los medios de comunicación ante un punto de inflexión. La pandemia global del Covid-19 amplifica las múltiples crisis, amenazas y retos que sufre la profesión en tiempos de derivas autoritarias, acusaciones sobre fake news o transición tecnológica. Subraya, así, los retos a la hora de hacer frente a la crisis democrática, de confianza y tecnológica generada por el aumento de bulos y la dificultad de distinguir la información fiable de la alternativas de la post-verdad.
“Entramos en una década decisiva para el periodismo y el coronavirus es un factor multiplicador”, resume el informe. “La pandemia del coronavirus muestra factores negativos para el respeto del derecho a una información confiable. ¿Qué será de la libertad, del pluralismo y de la credibilidad de la información de aquí al año 2030? La respuesta a esta pregunta está hoy en juego”, advierte Deloire.
Fuente: aquieuropa.com