El Eurogrupo alcanza un acuerdo de medio billón de euros ante el Covid-19 por: María G. Zornoza
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Con aplausos. Así ha concluido el segundo intento del Eurogrupo para cerrar la respuesta financiera de la UE ante el gran reto del coronavirus. Países Bajos ha terminado cediendo al suavizar los requisitos del MEDE, el fondo de rescate: la condicionalidad se limitará a los costes en gastos sanitarios. Mario Centeno, presidente del Eurogrupo, ha celebrado este acuerdo «valiente» y «ambicioso» que era «impensable días atrás».
Apenas 30 minutos ha durado el segundo encuentro de la semana de los ministros de Finanzas. Cuando a las 21:30 iniciaban la videoconferencia conjunta, el acuerdo estaba a punto. Los contactos previos auspiciados por Mario Centeno, presidente del Eurogrupo, con los líderes de Economía de la zona euro dejaron un pacto previo entre las grandes potencias implicadas: Países Bajos, Alemania, Francia, España e Italia.
El Eurogrupo rubrica así un paquete de 500.000 millones de euros en créditos repartidos en los 200.000 millones de avales del Banco Central Europeo, los 100.000 millones de la iniciativa SURE y los 240.000 millones del MEDE.
Bruno Le Maire, ministro de Finanzas francés, ha celebrado el logro de un “acuerdo excelente”. Nadie Calviño, ministra española, ha hablado de un “buen acuerdo” que crea “una red de seguridad tripe para trabajadores, empresas y Estados”. Mientras que su homólogo italiano lo vende como una financiación del MEDE “sin condicionalidad”. «Un gran día para la solidaridad europea», ha resumido el ministro alemán Olaf Scholz.
El portugués enviará una carta a Charles Michel, presidente del Consejo, con esta propuesta “valiente y ambiciosa” que era “impensable días atrás”.»Construimos soluciones europeas en tiempos record porque solo podemos superar esto juntos entre europeos. La solidaridad es clave (…) En otras crisis fue demasiado poco y demasiado tarde, esta vez es diferente. Casi el 3% del PIB en medidas fiscales, liquidez por el 16% del PIB”, ha celebrado el luso.
Como se esperaba, ha sido el MEDE, el fondo de rescate creado en la crisis de 2008, el que ha desbloqueado las divisiones, muy acentuadas entre Roma y La Haya. “El único requisito para acceder a las líneas de crédito será el uso para apoyar la financiación sanitaria, de cuidados y de prevención relacionada con los costes de la crisis del Covid-19”, rezan las conclusiones rubricadas. Un tanto para países como España que pedían una condicionalidad ‘light’ alejada de los rescates en tiempos de la troika. Estas líneas de crédito estarán disponibles hasta que finalice la crisis de la pandemia. Después, las “capitales continuarán su compromiso para fortalecer la economía y las finanzas de acuerdo con el marco de vigilancia y coordinación de fiscal de la UE”.
El acuerdo alcanzado no hace referencia a los coronabonos, la mutualización de deuda, abanderada por Italia y España, los países más golpeados por la pandemia. Esta discusión se traslada a los líderes de Estado y de Gobierno llamados a reunirse en los próximos días.
Los Veintisiete deberán ahora esbozar la respuesta a medio y algo. Unos quieren llamarlo fondo de solidaridad, otros de reconstrucción, algunos coronabonos y otros quieren que sea parte del Marco Financiero Plurianual. “Algunos Estados miembros han expresado su postura sobre instrumentos de deuda común. Otros quieren otra alternativa”, ha resumido Centeno en rueda de prensa, subrayando que son los líderes quienes deben concretarlo.
La Comisión Europea elabora en estos momentos una nueva propuesta para adaptar los presupuestos comunitarios a los tiempos del coronavirus. En este sentido, el Eurogrupo señala que el MFP jugará un “papel central en la recuperación económica” y tendrá que “reflejar el impacto y la magnitud de esta crisis”.
La exigencia de España pasaba por reflejar algún tipo de compromiso en la respuesta a largo plazo. Las conclusiones finales recogen esta voluntad de preparar un plan de recuperación para relanzar la economía y “asegurar la solidaridad de la UE con los Estados miembro más afectados”.
La propuesta ha tenido buena acogida entre los líderes comunitarios. David Sassoli, presidente del Parlamento Europeo, ha señalado que “va en la buena dirección”. “Teníamos tazón en confiar en Europa”, ha apuntado el italiano a través de Twitter. En la misma red social Charles Michel, presidente del Consejo Europeo, ha aplaudido este “triple escudo” europeo y ha dicho estar listo para preparar “el terreno hacia una recuperación fuerte que relance la economía”.
El Eurogrupo pone así fin a más de 20 horas de acaloradas discusiones sobre la respuesta financiera de la UE a la peor crisis que enfrenta desde su fundación. El coronavirus amenaza, además, con una de las más punzantes recesiones de las últimas décadas. La UE da una respuesta sin precedentes a una crisis sin precedentes, pero el testigo pasa ahora al Consejo Europeo que deberá marcar la línea a seguir para responder de forma simétrica, unida y solidaria a las consecuencias de la pandemia durante los meses y años venideros.
Fuente: www.aquieuropa.com