España continúa por debajo de la media europea en gasto social y sanidad por Alberto S. Camarasalta
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El Estado del Bienestar español funciona pero sigue lejos de los estándares de los países de su entorno. El Gobierno de España destina el 16,9 % del PIB a la protección social, una cifra ligeramente inferior a la media europea (19,2 %) y muy lejos de los datos de Finlandia, Francia y Dinamarca. Un caso similar al de la sanidad pública, a pesar de los buenos resultados del sistema sanitario español, que sigue infrafinanciada en comparación con el resto de socios europeos.
El Estado del Bienestar se ha convertido en el buque insignia y rasgo diferenciador de las democracias europeas. Un sistema de gestión pública que alcanzó su cota de financiación durante el pico de la crisis económica y financiera, entre 2009 y 2010, para poder hacer frente a las consecuencias económicas y sociales de uno de los momentos más complicados para el bloque comunitario. Entonces, el gasto público superó, por primera y única vez en el siglo XXI, el 50 % del PIB, una cifra que, desde entonces, se ha ido reduciendo en la Unión Europea hasta el 46,7 % registrado en 2018, por debajo de los niveles precrisis.
Una posible pista del desmantelamiento de los sistemas públicos europeos que, sin embargo, sigue a años luz en comparación con otras potencias mundiales como Estados Unidos y China. Los referentes europeos en lucha contra la desigualdad y Bienestar son, precisamente, quienes lideran el gasto público. A la cabeza se encuentra Francia, con un 56 % del PIB, seguido de Finlandia (53,1 %), Bélgica (52,1 %) y Dinamarca (50,9 %). España, sin embargo, se queda en un 41,7 %, muy lejos de la media europea, aunque muy por encima de países a la cola como Irlanda (25,4 %) o Lituania (34 %).
Una tendencia que se repite en la protección social, uno de los pilares del Estado de Bienestar, que en Europa se sitúa en torno a un 19,2 %, mientras que en España no alcanza el 17 %. Dentro de este sistema de protección social, España solo lideraría los gastos para desempleados, con un 1,6 %, y siendo solo superado por Chequia (2 %), Francia y Finlandia (ambos 1,9 %).
La sanidad, otro de los aspectos en los que destaca el sistema público español, también muestra signos de infrafinanciación con respecto a los países de nuestro entorno. Así, mientras la media europea se sitúa en el 7 %, el sistema sanitario español ocupa solo un 6 % del PIB, bastante inferior al 8,3 % que emplean otros Estados miembros como Dinamarca, el 8,2 % de Austria, o el 8,1 % de Francia.
De nuevo, en Educación, España representa niveles inferiores al resto de socios europeos con un 4 % frente al 4,6 % de media para los Veintisiete. Un ámbito en el que destaca Suecia con un 6,9 % y Estonia y Bélgica con un 6,2 %. En cambio, nuevas tendencias como la lucha contra el cambio climático y la protección medioambiental continúa muy lejos de los estándares comunitarios entre todos los Estados miembros. Mientras que la Comisión Europea espera destinar un 25 % del total de su futuro presupuesto a políticas verdes, solo Países Bajos, Bélgica y Malta logran superar el 1 % de su PIB en política ecológica.
Por último, Defensa, uno de los focos de batalla del bloque comunitario con su socio preferente transatlántico. Estados Unidos exige a todos los Estados miembros de la OTAN, entre los que se encuentran los Veintisiete, una partida del 2 % del PIB para los fondos de Defensa. Un dato que únicamente alcanzan Letonia (2,1 %), Estonia (2 %) y Grecia (2 %). La media de los Veintisiete está fija en el 1,2 %, un dato que en España baja hasta el 0,9 % y en otras potencias comunitarias como Alemania o Países Bajos apenas supera el 1 % (1,1 y 1,2 % respectivamente).
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