Declaración conjunta de la presidenta Von der Leyen, el presidente Michel y el presidente Sassoli con ocasión del 75.º aniversario de la liberación de Auschwitz-Birkenau
Nota de Prensa
Jerusalem, 23 de enero de 2020 | «Olvidar a los muertos sería como matarlos de nuevo» ― Elie Wiesel, La noche
Hace setenta y cinco años, las fuerzas aliadas liberaron el campo de concentración nazi de Auschwitz-Birkenau. Acabaron así con el crimen más odioso de la historia europea: la aniquilación planificada de los judíos en Europa. Seis millones de niños, mujeres y hombres judíos fueron asesinados, así como millones de otras personas inocentes, entre los cuales cientos de miles de gitanos, perseguidos por razón de su etnia. El precio fue incalificablemente elevado, pero es difícil que pueda haber un triunfo mayor y más simbólico sobre los nazis que conmemorar esta victoria hoy en Israel.
El revisionismo y las carencias en la educación son una amenaza para el acuerdo común sobre la singularidad de la Shoá, hasta tal punto que ha llegado el momento de traducir el «nunca más» en acciones concretas ahora. Con nuestra participación hoy en la reunión de jefes de Estado y de Gobierno que celebramos en Jerusalén, hemos sumado nuestra voz a quienes están decididos a no dejar que los extremistas y los populistas queden sin respuesta cuando intentan extralimitarse y poner en cuestión, una vez más, la dignidad humana y la igualdad de todos los seres humanos.
El Holocausto fue una tragedia europea; fue un punto de inflexión en nuestra historia y su legado está entretejido en el alma de la Unión Europea. Recordar la Shoá no es un fin en sí mismo, sino una piedra angular de los valores europeos. De una Europa que pone a la humanidad en su centro, protegida por el Estado de Derecho, la democracia y los derechos fundamentales.
Nos encontramos en una encrucijada. Al paso que el número de supervivientes va disminuyendo, habremos de encontrar nuevos medios de rememorar, haciendo nuestros los testimonios de los descendientes de los supervivientes. Ellos nos recuerdan que hay que estar atentos a la oleada creciente de antisemitismo que amenaza los valores que tenemos en tanta estima, como el pluralismo, la diversidad y las libertades de religión y de expresión. Estos valores protegen a las minorías: a todas las minorías y en toda circunstancia. Las comunidades judías han contribuido a configurar la identidad europea y siempre formarán parte de ella. Todos los miembros de nuestra sociedad, jóvenes y ancianos, deben hacer suyas estas lecciones de la Shoá.
Tenemos el deber de defender, codo con codo, a las comunidades judías, ahora que se sienten otra vez en peligro por toda Europa: la última vez en Halle (Alemania). Todos los Estados miembros de la UE se mantienen unánimes en su determinación de que ninguna forma de racismo, antisemitismo y odio tenga cabida en Europa y haremos todo lo que sea necesario para combatirlas. Las autoridades públicas y los interlocutores de todos los sectores de la sociedad civil deben unirse para reafirmar la vigilancia inquebrantable de Europa allí donde quiera que se vean en peligro los valores democráticos.
Nosotros no podemos cambiar la historia, pero las lecciones de la historia sí pueden cambiarnos a nosotros.
Ursula von der Leyen | Pres. de la Comisión Europea
Charles Michel | Pres. del Consejo Europeo
David Maria Sassoli | Pres. del Parlamento Europeo