El nominado polaco, en la cuerda floja tras su examen en la Eurocámara por Alberto S. Camarasalta
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Janusz Wojciechowski ha sembrado dudas en su examen parlamentario. A pesar de su experiencia en Bruselas y su supuesta idoneidad para el cargo, el candidato polaco a comisario de Agricultura no ha logrado convencer a los eurodiputados de las comisiones AGRI y ENVI en la Eurocámara. Su «visión a largo plazo» para el sector no ha sabido despejar algunas dudas clave para el sector como la lucha contra el cambio climático, la futura PAC o la transición ecológica.
Janusz Wojciechowski (ECR), el comisario designado para Agricultura, ha prometido «diálogo» pero no ha sabido concretar cuál será su plan para renovar el sector agrícola en el seno de la Unión Europea. Con «vagas» ideas y una indefinida «visión a largo plazo», el político polaco ha sido incapaz de convencer a los eurodiputados de las comisiones de Agricultura (AGRI) y Medioambiente (ENVI) del Parlamento Europeo durante su audiencia como potencial miembro de la Comisión Von der Leyen.
Un fracaso que podría llevarle a un nuevo examen de los parlamentarios. Si finalmente Wojciechowski no logra el apoyo de los eurodiputados, los miembros de las comisiones podrían solicitar más información al candidato e incluso una segunda audiencia – en esta ocasión de hora y media- para dirimir la idoneidad del nominado por Polonia.
El político de Ley y Justicia (PiS, por sus siglas en polaco), es el único nominado que no pertenece a ninguna de las tres grandes familias políticas europeas. Sin embargo, su aparente experiencia para el cargo, con más de doce años como miembro de la comisión AGRI, dos de ellos como vicepresidente, y tres como miembro de la Corte Europea de Auditores, parecían ser suficientes para lograr superar la primera prueba de la Eurocámara.
Agricultura será una de las políticas sensibles en el nuevo ciclo político que arranca en la Unión Europea. La negociación de una nueva Política Agrícola Común (PAC), la necesidad de una renovación que facilite una transición ecológica en el sector y la lucha contra el cambio climático de una industria puesta en la mirilla por ecologistas y lobbies requerirá de habilidad para acometer las reformas necesarias y diálogo.
Con un dramático comienzo, en el que ha hecho mención a los “100 granjeros europeos que perderán su granja y su trabajo” durante el tiempo que dura su prueba ante los eurodiputados y el elevado número de suicidios entre los granjeros franceses, Wojciechowski ha arrancado su alocución con una ambiciosa propuesta, un cambio de rumbo en la política agraria europea orientada a una “visión de largo plazo”.
Para ello, el candidato de Ley y Justicia ha prometido la elaboración de un informe especial sobre “la situación actual de la agricultura en la UE, para definir mejor dónde estamos y hacia dónde vamos”. Otra de sus propuestas es la de confeccionar una evaluación sobre el impacto de los acuerdos comerciales firmados por la UE en los últimos años, entre los que ha mencionado en concreto, “Mercosur, Nueva Zelanda y Australia”.
Sin embargo, la hora de la verdad no ha llegado. Su compromiso con una agricultura verde, “la mejor” en su opinión, y sus críticas a la agricultura intensiva, vista como una “no buena solución para el medioambiente, para el cambio climático”, son los pocos compromisos que los representantes parlamentarios han podido arrancar del potencial comisario.
Su falta de concreción ha sido rápidamente criticada desde todos los ángulos del amplio espectro ideológico de las comisiones de Agricultura y Medioambiente. Bas Eickhout, colíder de Los Verdes, ha asegurado que su candidatura estaba “en peligro” por sus continuas respuestas evasivas que “claramente cabrean a muchos colegas”, señalaba el eurodiputado alemán.
En la misma línea se ha expresado Peter Liese, coordinador del Partido Popular Europeo (PPE) en el comité de Medioambiente. “No es realmente convincente. Sin ideas concretas, ni siquiera incluso respuestas precisas”, esgrimía el eurodiputado popular.
Una ausencia de respuestas que siempre ha resuelto de la misma manera. “Me gustaría finalizar con una palabra: diálogo. Siempre estaré abierto a dialogar con el Parlamento Europeo”, ha concluido en su declaración final el polaco. Una oferta repetida hasta la saciedad durante su intervención. Pero puede que insuficiente para el único candidato de los Conservadores, sobre el que ya pesa una amplia sombra de desconfianza.
Además, la OLAF
Uno de los momentos críticos de su intervención, la pregunta sobre la investigación que la Oficina Antifraude Europea (OLAF, por sus siglas en inglés) mantuvo hasta la semana pasada por “supuestos” abusos en sus dietas como eurodiputado, se ha resuelto de nuevo con evasivas. Wojciechowski se ha declarado “víctima” y no responsable de la situación.
“Fue el pago de la agencia de viajes y los servicios financieros pagaron demasiado. Lo siento, pero no hay nada malo por mi parte”, dijo en su defensa. La OLAF recomendó el pasado viernes que el candidato polaco devolviera los 11.243 € utilizados para gastos de viaje y alojamiento.
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