Las negociaciones del acuerdo UE-Estados Unidos están ‘paralizadas’ por Cristina Pita da Veiga / Alberto S. Camarasalta
Fuente: www.aquieuropa.com
La comisaria Cecilia Malmstrom se ha estrenado ante los nuevos eurodiputados. En la intensa reunión surgieron temas como Mercosur, Vietnam o la reforma de la OMC. Pero, una vez más, la cuestión principal fue el estado de las relaciones comerciales con Estados Unidos. La comisaria sueca claudicó ante la Eurocámara y reconoció que están «paralizadas», mientras Bruselas prepara una contraofensiva a los nuevos aranceles propuestos por Donald Trump.
Apenas tres meses ha durado la esperanza en la oficina de Cecilia Malmstrom, la comisaria de Comercio de la Unión Europea. En abril de este año, la política sueca anunció que Bruselas y Washington retomaban su voluntad de negociar un acuerdo comercial tres años después de que el TTIP saltara por los aires. Una mancha que permanecerá en el legado de la Comisión Juncker que, bajo la batuta de Malmstrom, ha logrado cerrar acuerdos históricos como el CETA o el de Mercosur.
Malmstrom aspiraba a cerrar el acuerdo antes del 1 de noviembre, cuando la nueva Comisión de Ursula von der Leyen tomará el testigo del equipo de Jean-Claude Juncker. Pero el baño de realidad es evidente y ha llegado de la mano de la Eurocámara, en la primera reunión de la titular de Comercio con su más exigente examinador, el Parlamento Europeo.
Tras las elecciones europeas de mayo, la comisaria sueca se enfrentaba este martes por primera vez al escrutinio de los eurodiputados, que han conocido de primera mano el estado de unas negociaciones que, en materia de eliminación de aranceles en productos industriales, “aún no han comenzado”, según señaló Malmstrom a la comisión de Comercio Internacional de la Eurocámara.
El principal obstáculo para Estados Unidos sigue siendo la inclusión de productos agrícolas en el acuerdo, “una línea roja” para la Unión Europea que ha colocado la negociación «paralizadas”, según señaló la comisaria ante los eurodiputados. “¿Podremos superarlo? No lo sé”, concluyó Malmstrom.
Aunque también hay obstáculos desde Bruselas. Por la especial insistencia de Emmanuel Macron, la UE se ha comprometido a no firmar acuerdos comerciales con ningún país que haya decidido salir del Acuerdo por el Clima de París. “Hoy no contemplamos la posibilidad de un acuerdo comercial completo con Estados Unidos”, sentenció Malmstrom.
Esto no significa que las negociaciones estén rotas, sino que desde Washington y Bruselas se trabaja en soluciones alternativas que beneficien el comercio a ambos lados del Atlántico, como la aplicación de una cooperación regulatoria voluntaria que reduzca la burocracia.
En cualquier caso, Bruselas y Washington parecen volver al punto de partido cuando apenas ha pasado un año de la visita de Jean-Claude Juncker en la Casa Blanca. Allí, el todavía jefe del Ejecutivo comunitario, logró reducir tensiones con Donald Trump y unir esfuerzos para reducir los aranceles impuestos por el Gobierno estadounidense. Una batalla entre dos socios tradicionales que sigue teniendo en el punto de mira a la industria automovilística europea.
Aunque Bruselas no se achanta ante las prácticas negociadoras de Trump. La UE continúa respondiendo con mano dura y ya ha amenazado con impuestos adicionales de hasta el 75% en una lista de productos cuyo valor podría alcanzar 35 mil millones de euros si Washington decide seguir adelante con la imposición de aranceles sobre los automóviles de la Unión Europea. “No aceptaremos ningún comercio administrativo, cuotas o restricciones voluntarias a la exportación y, en caso de haber aranceles, habría una lista desequilibrada”, añadió Malmstrom ante las preguntas de la comisión parlamentaria.
El pasado mayo, el presidente del Gobierno de Estados Unidos, Donals Trump, declaraba que algunos vehículos y componentes importados suponían una amenaza de seguridad nacional y retrasó hasta noviembre la imposición de aranceles a la Unión Europa y a Japón para su importación con una subida de hasta un 25%.
Como respuesta, la comisaria contestaba que es “absurdo” que los coches europeos puedan ser una amenaza para Estados Unidos y “espera” que no tengan que imponer dicha cantidad de impuestos adicionales. Por su parte, el ministro de Economía alemán, Peter Altmaier, reiteró que la UE podría estar dispuesta a reducir los impuestos sobre los automóviles estadounidenses a cero para evitar una “guerra comercial”.
Actualmente se está esperando a que un mediador de la Organización Mundial de Comercio decida en septiembre cuáles son las sanciones que puede imponer Washington, con lo que la UE recibiría una respuesta a principios de 2020. La comisaria tiene claro que debe llegar a un acuerdo, pero manteniendo las relaciones diplomáticas: “esperamos poder cerrar ese capítulo de nuestra relación y que encontremos un camino por el que seguir”.