La llegada de los calores del verano y la cercanía de las vacaciones estivales son las fechas en las que el Consejo de Ministros inicia su principal periplo anual de inversiones en sistemas de armas. En esta ocasión, las multimillonarias compras de equipamientos para la Defensa han quedado en muy segundo plano por su estudiada sincronización con la aprobación por el Gobierno del polémico Anteproyecto de Ley que regula los derechos de las personas lesbianas, gays, transexuales, bisexuales e intersexuales, que ha acaparado toda la atención mediática.
El paquete de inversiones y compras militares en aviones de combate, aeronaves de transporte y helicópteros que acaba de aprobar el Ejecutivo español por considerarlo “ineludible” asciende a un total de 3.353 millones de euros, y su principal beneficiario es la multinacional europea Airbus y de manera directa sus filiales en España.
La decisión colegiada trata de dar cumplimiento al acuerdo alcanzado a mediados de 2020 entre el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el consejero delegado de Airbus, Guillaume Faury. En su encuentro en el Palacio de la Moncloa del 30 de julio del año pasado, el Gobierno español se comprometió a aprobar en el primer semestre de 2021 diversos programas ya en marcha de los ministerios de Defensa e Interior, como medida para apoyar al sector aeronáutico nacional, cuya actividad había quedado ralentizada por la pandemia.
Bajo las fórmulas jurídicas de transferencia de créditos y modificación de límite de gasto, el principal paquete de inversiones se eleva a 2.500 millones de euros, cantidad comprometida para afrontar entre los años 2021 a 2027 la segunda fase de desarrollo del programa del Futuro Sistema de Combate Aéreo europeo o FCAS, de los que 113 millones están asignados al presente año.
Se trata de un proyecto tripartito en el que están asociados Alemania, España y Francia y las principales industrias aeronáuticas, fabricantes de motores y tecnológicas de los citados países, entre ellas las españolas GMV, Indra, ITP Aero, SENER Aeroespacial y Grupo Oesia/Tecnobit, junto a Airbus España. Este proyecto de avión de combate de 6ª generación debe ser polivalente y cumplir misiones de superioridad aérea, interceptación y ataque a tierra. Con ellos se pretende dotar a las fuerzas aéreas de las tres naciones a partir de 2040 y mostrar a escala mundial el alto potencial de la aeronáutica militar europea.
Los 2.500 millones que España pone sobre la mesa ‒al igual que Alemania y Francia‒ van a servir para completar la fase 1B que dará comienzo en breve y se prolongará hasta 2027. Una vez resueltas las discrepancias entre París y Berlín, servirá para poner a punto las capacidades industriales que permitirán a la industria española situarse en el mismo plano que sus socios en tecnologías clave de diferentes sectores. Hacia finales de la década hay demostrar en vuelo productos de vanguardia para el FCAS, entre ellos la aportación de la Inteligencia Artificial.
El segundo lote de compras en el que se ha embarcado el Gobierno es la adquisición de tres aviones Airbus A330 MRTT, también acordados entre Sanchez y Faury hace un año. El presupuesto total de la compra asciende a 675 millones de euros, distribuido en cinco anualidades para los años comprendidos 2021 al 2025, de los que el ejercicio 2021 absorberá 148 millones.
Basados en los aviones de pasajeros Airbus A330 y conocidos con el término coloquial de “tanqueros”, su acrónimo de MRTT ‒Multi Role Tanker Transport‒ corresponde al concepto de avión polivalente de transporte y reabastecimiento en vuelo. El Ejército del Aire español carece desde hace varios años de este tipo de aparatos, cuya entrada en servicio mejorará de forma sustancial las capacidades nacionales de transporte aéreo estratégico y facilitará el despliegue de aparatos en misiones en el exterior, por ejemplo, en la zona del mar Báltico.
La tercera obligación asumida por Sanchez con Airbus en beneficio del Ministerio de Defensa que dirige Margarita Robles y que el Gobierno concretó ayer fue dotar a las Fuerzas Armadas con un primer lote de nuevos 18 helicópteros biturbina H-135. Su valor de compra es de 178 millones de euros, cuyo desembolso se efectuará entre los años 2023 y 2027.
El Consejo de Ministros celebrado el 29 de junio también ha autorizado un compromiso de gasto del orden de los 222 millones de euros con cargo al Ministerio del Interior para financiar la adquisición entre 2021 y 2025 de otros 18 helicópteros biturbina Airbus H-135 y de cuatro de mayor tamaño H-160 con destino a las flotas aéreas de la Guardia Civil y la Policía Nacional.
Con ellos se quiere reemplazar a los veteranos helicópteros alemanes MBB Bo-105, cuyo sostenimiento conlleva importantes gastos adicionales de mantenimiento, aseguran en la Subdirección General de Planificación y Gestión de Infraestructuras y Medios para la Seguridad.
El Ministerio que encabeza el juez Fernando Grande-Marlaska argumenta que la configuración y las mayores prestaciones en alcance, autonomía y capacidad de transporte de equipos operativos de los nuevos helicópteros permitirá reforzar las misiones contra la inmigración ilegal, el tráfico de personas estupefacientes, así como la lucha contra las bandas organizadas.
El plan de renovación de helicópteros iniciado en 2003 estimaba que la flota que debía estar en dotación de ambos Cuerpos tenía que sumar un total de 51 aparatos. Sin embargo, los que en la actualidad se encuentran en servicio no superan las 29 unidades, de los que 16 pertenecen al Cuerpo Nacional de Policía y 13 a la Benemérita.
Según Interior, las nuevas aeronaves deben servir en su mayor parte para ampliar las capacidades aéreas de ambos Cuerpos en el archipiélago de las Canarias, en el Campo de Gibraltar y en el mar de Alborán. Gracias a su avanzada aviónica, con ellos se podrán llevar a cabo operaciones con apoyo aéreo en condiciones meteorológicas adversas y con las medidas de seguridad mejoradas que brindan los nuevos aparatos, en especial el H-160, con capacidad para 12 pasajeros.
También se ha dado el visto bueno a las modificaciones de ingeniería que se deben acometer en los nuevos helicópteros pesados Boeing CH-47 F Chinook que están en fase de producción en Estados Unidos para el Ejército de Tierra. Se les va a dotar de sistemas de avanzados sistemas de guerra electrónica y equipos de autoprotección basados en láser de infrarrojos o DIRCM ‒Directed Infrared Countermeasure‒, para detectar y neutralizar los ataques de misiles guiados por infrarrojos.
La compañía española Indra es la que se responsabilizará de desarrollar los citados equipamientos de guerra electronica. Mientras se hacen realidad, parte de los nuevos Chinook que están proceso de fabricación en Estados Unidos se dotarán con equipos de guerra electrónica semejantes a los que embarcan los helicópteros del Ejército norteamericano y con los DIRCM españoles, a lo que se dedican 35 millones de euros.