“Puede que sí o puede que no”. La frase favorita de Luis Enrique cuando entrenaba al Barça y los periodistas le preguntaban si iba a hacer cambios de cara al siguiente partido. Como seleccionador también se agarra a esa máxima para jugar al despiste sobre las permutas en la alineación. En lo que no mintió el técnico español fue en que “pueden jugar los 24 convocados”. Después de cuatro partidos el único jugador de campo que no ha contado con minutos es Diego Llorente. Los porteros De Gea y Robert Sánchez tampoco han podido debutar en la Eurocopa 2020.

Ante Croacia, Gayá y Ferrán Torres fueron las caras nuevas respecto a la goleada a Polonia. Gerard Moreno ha sucumbido ante Morata y Azpilicueta se ha hecho fuerte en su lateral derecho. Sarabia era la apuesta personal del seleccionador y ha respondido con dos goles importantes en los últimos partidos. Jesús Casas, segundo de Luis Enrique, comentó antes del choque que los cambios respondían al juego de Croacia, pero que no podía contar nada más. Los teóricos del fútbol que acompañan a la selección son desconocidos para el gran público, pero tienen un perfil técnico muy importante.

España comenzó manejando el partido en Copenhague ante poco más de mil compatriotas. La grada estaba poblada de arlequinados rojiblancos y gorros de waterpolo. Eran más y pitaban más fuerte porque se veían superados por el color rojo. Morata alimentó la polémica cabeceando hacia atrás un balón a un metro de la línea de gol. Todo iba bien hasta que Pedri decidió ceder un balón a Unai Simón desde 30 metros. El portero del Athletic estaba más pendiente de la siguiente jugada que de controlar el balón y en un instante tenía la pelota en el fondo de la red. España regaló el 0-1 y se derrumbó. Croacia valoró el obsequio y se fue a por su rival. Los de Modric son veteranos de guerra cuando se ponen la camiseta de su país y manejan como nadie los tiempos. Todos cortados por el mismo patrón deportivo.

Antes del descanso Sarabia anotó el 1-1 en una jugada de Gayá. En el minuto 57 Azpilicueta cabeceó en el área pequeña un centro de Ferrán Torres y dio la vuelta al partido. España sumó buenos minutos y convirtió a Morata en su faro de guía en ataque. Bajaba balones del cielo y los repartía entre sus compañeros. Un trabajo sucio pero muy valorado por los entrenadores. Dani Olmo y Pau Torres pusieron oxígeno a La Roja y el central envió un balón largo a Ferrán Torres que pilló despistada a la defensa croata y anotó el 1-3. Con el marcador a favor a falta de 15 minutos, Luis Enrique dio paso a Alba y a Fabián para mantener activos a sus jugadores y agotar los cinco cambios. Que fueron seis porque la UEFA ha concedido uno extra en la prórroga y fue para Oyarzabal.

El ojo de halcón de la línea de gol otorgó a Orsic el 2-3 en una jugada embarullada dentro del área de España. Y el mismo goleador puso en la cabeza de Pasalic el 3-3 en minuto 88 para desesperación de España. La inexperiencia de la selección le entregó a Croacia el tramo final del partido. Unai Simón se resarció con creces de su error haciendo dos grandes paradas y utilizando los pies con seguridad. El partido acabó con Croacia pisando el área de España y llamando a los fantasmas del pasado. El partido ya era histórico tras 90 minutos y la prórroga lo iba a elevar a los altares del fútbol.

Morata marcó en 3-4 en el minuto 100. Un golazo por la escuadra tras controlar un balón de Dani Olmo con la derecha y romperla con la izquierda. Su interminable angustia profesional tuvo un momento de alivio con ese tanto. Olmo volvió a servirle otro balón a Oyarzabal para el definitivo 3-5. Croacia ya no pudo con este nuevo envite de España y los de Luis Enrique supieron manejar mejor los últimos minutos que durante el tiempo oficial.

España se planta en cuartos de final de la Eurocopa 2020 con 11 goles a favor y cuatro en contra. Su juego sigue sin ser fiable, no existe un delantero goleador y en la portería hay la misma inseguridad que en el Mundial de Rusia. Pero cada partido le sirve para mejorar en el siguiente. Los jugadores ganan la experiencia que les falta como equipo y ya forman parte de las ocho mejores selecciones de Europa. Laporte, Busquets y Gayá acabaron el partido con molestias. No será un problema para el seleccionador que ya ha demostrado que el único intocable es Morata. También ha aprendido a asumir errores y a corregirlos. Bendita Euro. El viernes a las 18:30 espera Suiza en San Petersburgo. El rival más débil para la España más insegura.