Youssef En-Nesyri (Fez, 1997) es el delantero de moda en España y uno de los valores al alza en Europa. El ariete del Sevilla firmó los tres goles en el encuentro ante la Real Sociedad y se llevó el balón con una sonrisa en la cara. Era el momento de disfrutar porque los sinsabores del fútbol dejan cicatrices como la de la final de la Supercopa ante el Bayern y aquel fallo en el mano a mano ante Neuer.
En-Nesyri tenía que dar un paso al frente y proclamarse delantero del Sevilla. La crisis del coronavirus ha borrado cualquier operación del mercado de invierno. No van a llegar nueves al Sevilla y De Jong no acaba de gustarle a Lopetegui. El delantero marroquí se ha puesto a trabajar y ya suma 18 goles en 50 partidos con el equipo andaluz, cuatro de ellos en Champions.
Monchi no dudó en pagar los 20 millones de euros que pidió el Leganés por el delantero en 2019. Fue la mayor venta del equipo pepinero el mismo mes de enero en el que el Barça le quitó a Braithwaite y la falta de gol acabó mandando a Segunda división al equipo madrileño. En Madrid, En-Nesyri anotó 15 goles en los 53 partidos que jugó de 2016 a 2019. Antes, el Leganés había pagado al Málaga seis millones de euros por el marroquí que había marcado cinco goles en 41 partidos con apenas 21 años. El Juvenil A y el Atlético Malagueño fueron los equipos donde Youssef En-Nesyri empezó a conocer el fútbol español. Con 18 años y 30 días aterrizó en la Costa del Sol procedente de la Academia Mohamed VI de Marruecos por 125.000 euros y ligado a la agencia de representación Starbox. Entre las cláusulas de ese contrato había una por la que la academia ingresaría parte del futuro traspaso. Y así fue como la salida de En-Nesyri al Leganés reportó un millón de euros a las arcas de la institución deportiva.
El conjunto malagueño ha podido sostener sus maltrechas arcas gracias a un acuerdo con la Academia Mohamed VI. Un caladero de buenos jugadores a los que el Málaga CF pone en el escaparate de Segunda división para venderlos más adelante por un precio mucho mayor. Una vía de entrada a Europa que da cuenta del gran trabajo que hace Marruecos con el fútbol y que ya se refleja en la selección absoluta y en sus categorías inferiores.
La Academia Mohamed VI es el orden en el caos dentro del fútbol marroquí. El propio En-Nesyri se lanzó a Europa por su cuenta y acabó en Londres. El Chelsea se fijó en sus cualidades físicas y le llevó a probar un mes. El frío, la cultura y el idioma acabaron con su sueño y volvió a Rabat para intentarlo en la Academia que el rey Mohamed VI promovió en 2009 para formar a una nueva generación de futbolistas.
Solo se admiten 50 jugadores en etapa formativa entre los 13 y los 18 años. Nuevos talentos en los que trabajan tanto el aspecto deportivo como el académico para que tengan una formación. Esta escuela sin ánimo de lucro se financia con parte de capital de la corona alauita y otra de fondos privados. Los jugadores que forman en sus modernas instalaciones tienen proyección para competir en ligas profesionales europeas.
Nabil El Zhar y Amrabat fueron sus padrinos en sus primeros pasos en España. Los que le hablaron del significado tan especial de jugar con los Leones del Atlas, como se le conoce a la selección marroquí de fútbol. En-Nesyri ya había jugado con la sub-20 siete partidos con un total de tres goles. Un pequeño paso de dos partidos por la sub-23 hasta que el 2016 debutó con la selección absoluta ante Albania en un amistoso que acabó 0-0. Desde entonces ha anotado 11 goles en 34 partidos.
Su gol más recordado fue el del 25 de junio de 2018 en el estadio de Kaliningrado ante 35.000 espectadores. En el minuto 81 cabeceó un balón a la red de la portería que defendía David De Gea. Un potente salto que dejó a Ramos por los suelos y al portero español mirando el recorrido del balón a la escuadra. Aquel mundial de infausto recuerdo para España fue el que dio el empujón definitivo al delantero norteafricano.
Lopetegui vio ese partido en casa y como nuevo entrenador del Real Madrid. Maltratado por Rubiales horas antes de debutar ante Portugal. Tomó nota de aquel delantero con el 19 a la espalda que años después se convertiría en su goleador preferido en Sevilla. El fútbol. La vida.