En medio de carrera mundial por vacuna, entrenan escuadrón de perros contra coronavirus
Grupos de investigación de varios países trabajan intensamente en eso, pero uno del Reino Unido, con 6 labradores, lleva la delantera apoyado por el gobierno.
De tener éxito esta investigación, y una vez entrenados, los perros detectores COVID-19 podrían desplegarse en lugares públicos como fronteras, aeropuertos y eventos masivos para examinar a un gran número de personas, proporcionando una detección rápida no invasiva del coronavirus, explica la organización británica Medical Detection Dogs (MDD), a cargo de la investigación, en su sitio web.
Agrega que un solo perro puede detectar hasta 250 personas por hora, lo que ayudaría a prevenir la segunda ola de la enfermedad después de haber controlado la pandemia actual. Los canes de detección COVID-19 “también podrían ayudar en el mapeo y la recopilación de inteligencia para proporcionar estimaciones del porcentaje probable de viajeros infectados en vuelos desde ubicaciones de ‘puntos críticos’ de todo el mundo”, sigue la información de MDD. “Esto proporcionaría información rápida sobre el riesgo y la probabilidad de una rápida propagación, ayudando a prevenir una segunda ola incontrolada de COVID-19 en el otoño”.
Pero, ¿por qué los perros pueden sumarse con un rol tan determinante a la primera línea de combate contra el mal que tiene arrinconado al mundo? La organización explica que, además se ser usados en otras actividades como detectar olores asociados a drogas, explosivos y alimentos, ya se ha demostrado que los perros pueden detectar con precisión el olor de la enfermedad humana.
Y eso lo pueden hacer por su extraordinario sentido del olfato, sustentado en la compleja estructura de su nariz, que contiene más de 300 millones de receptores de olor, en comparación con los 5 millones en un ser humano, añade MDD, y precisa: “Esto significa que tienen una capacidad increíble para detectar olores, y son los mejores biosensores conocidos por el hombre, lo que, combinado con su capacidad para aprender, los hace perfectos para la detección”.
De hecho, hace algunos años, dos perros de MDD detectaron presencia de ‘Plasmodium falciparum’, el patógeno que provoca la malaria, en varios niños de Gambia. “De media entre los dos canes, detectaron al 73,3 % de […] 30 pequeños con malaria (que indica una alta sensibilidad) y al 91% de […] 145 que no estaban enfermos (indicador de especificidad)”, recoge El País, de España.
Sin embargo, ese mismo medio plantea una inquietud crucial: la malaria la provoca un protozoo, mientras que la COVID-19, un virus. “Es como comparar un mamífero con una planta”, dice. Para resolver esa cuestión, el diario consultó a Steve Lindsay, entomólogo de la Universidad de Durham (Reino Unido), dedicado a la investigación en salud pública, uno de los autores del estudio con los niños de Gambia, y también integrante del equipo que entrena a los seis perros de MDD.