Con motivo del 59º aniversario de la celebración del Contubernio de Múnich, el Senado, bajo la organización del Movimiento Europeo, ha acogido un nuevo seminario marcado por la concordancia y el espíritu democrático. La jornada ha estado dividida en dos tiempos a través de la celebración de dos mesas redondas que han contado con la presencia de los hijos de los antiguos integrantes del Contubernio y diferentes personalidades políticas junto con dos integrantes de la efeméride de Múnich, Carlos María Bru y Xabier Echevarría.
El acto comenzó con las palabras introductorias del presidente del Consejo Federal Español del Movimiento Europeo, Francisco Aldecoa Luzarraga, tras afirmar que este acto surge “como una consecuencia de reuniones que se han mantenido en Múnich ya que el Movimiento Europeo ha estado siempre vinculado a las cámaras europeas”.
Del mismo modo, celebró la importante y fuerte “participación de los jóvenes en Múnich en 1962” y lo asemejó con la presencia actual de los jóvenes en el Movimiento como fuerzas integrantes y activas. Así, Aldecoa dio inicio al seminario concluyendo que “estamos volcados en la Conferencia” y celebró la oportunidad de poder realizar este acto de manera presencial en un lugar tan simbólico como es el Senado, a pesar de la pandemia de la COVID-19.
En esta línea, el secretario de Estado para la Unión Europea, Juan González Barbas, intervino en el seminario tras afirmar que, tras el contubernio, “España cumplió el anhelo de muchas décadas tras conseguir integrarse en Europa y alcanzar el consenso político”. González prosiguió diciendo que “debemos ser fieles a ese espíritu democrático en el cual la concordia sea la base” y rendir tributo a “esos compatriotas que sentaron la base de lo que hoy es España y marcaron el camino de la instauración de la democracia”. De acuerdo con el secretario, “en este acto honramos y recordamos a los protagonistas”.
Del mismo modo, la presidenta del Senado, Pilar Llop, recalcó que es un “honor” poder celebrar esta jornada ya que “rendimos tributo a los 118 compatriotas y a muchos más, que, desde la sociedad civil, se unieron como oposición democrática y sentaron las bases de la Unión de España con el resto de Europa”. La presidenta prosiguió diciendo que “personas de bandos enfrentados durante la Guerra Civil fueron capaces de trabajar juntos y alcanzar el consenso político en el cuarto congreso del Movimiento Europeo celebrado en Múnich aquel año”. Junto a esto, Llop ha resaltado que los firmantes “abrieron el camino del Estado de derecho en los momentos más oscuros del franquismo”.
La primera mesa ha tratado el tema: “Del contubernio a la transición: la sociedad civil en el corazón de la democracia española y europea”, integrada por Laura Baeza Giralt, Miguel Satrústegui, Cristina Ruiz Navarro, Pepe Pons y Carlos Barros de Lis.
En este sentido, Miguel Satrústegui ha recalcado “el carácter esencialmente democrático” del seminario y ha subrayado la democratización del contubernio tras conseguir que personas de distintas ideologías políticas, englobando en su mayoría a socialistas y liberales, consiguieran sentarse y reunirse para acordar un reto en común: la democracia española. Satrústegui ha dado por concluida su intervención finalizando con una sentida dedicatoria hacia los antiguos integrantes del Contubernio tras resaltar su “honor y agradecimiento a los 118 de Múnich”.
Por otro lado, una de las hijas de uno de los participantes de Múnich, Cristina Ruiz Navarro, ha afirmado que los participantes “hicieron posible una pacífica transición española y, por tanto, han hecho posible la democracia”. En esta línea, el embajador de España, José María Pons, ha añadido que la celebración “aportó el olfato europeo para el futuro de España”.
En la segunda mesa, se ha abordado el tema “Del contubernio al futuro de Europa” y ha contado con la presencia de José María Gil Robles de forma telemática junto con Xabier Echebarria, Carlos María Bru Puron, Leye Arrieta y Ricardo Gómez Laorga.
Del mismo modo, continuó el expresidente del Parlamento Europeo y presidente de Honor del CFEME y del MEI, José María Gil Robles, quien ha afirmado que “el contubernio tuvo un papel fundamental que consiguió enlazar con la política europea y ponerse de acuerdo con los enemigos” ya que, de acuerdo con las bases, “el futuro iba a ser de concordia”. En este sentido el concepto de concordia transversal ha cobrado una relevancia fundamental en este proceso junto con el diálogo y las soluciones negociadas.
En este sentido, el presidente de Honor del CFEME y participante en el Contubernio de Múnich, Carlos María Bru Puron, ha afirmado que “alcanzar una Europa del acuerdo a la larga resulta muy beneficioso para todos los europeos para poder solucionar problemas complejos”.
Por otra parte, uno de los participantes del Contubernio, Xabier Echebarría, recalcó que “España es posibilista, comprensiva y plural” y afirmó que a la reunión “no acudieron los comunistas ni los representantes del régimen, acudieron los que llevaban el bagaje de la libertad”, de tal manera que ellos conformaron “la imagen de la España de la transición”.
Por último, el historiador Ricardo Gómez Laorga defendió que el Contubernio consiguió “extender el europeísmo para una España que miraba hacia sí misma” y que aquellos jóvenes que acudieron a Múnich, con la ilusión del europeísmo que estaría germinándose en España, trataron de conseguir la democracia en España junto con el ingreso del país en las comisiones europeas”. Así, Laorga ha querido elogiar la actual presencia de la juventud en el Movimiento Europeo y ha afirmado que debemos “defender e inculcar los valores europeos a las generaciones venideras” y que “los jóvenes del siglo XXI debemos hacer oír nuestra voz en la Unión Europea”.
El evento ha finalizado con una última intervención del presidente Francisco Aldecoa tras declarar que “esto va a ser el movimiento de un conjunto de actividades para poner en valor lo que ha sido Múnich”.