El Escondite. Por: Virginia Mallo
A pesar que millones murieron durante la Segunda Guerra Mundial entre (1939-1945), sólo una adolescente de 13 años contó su historia en un Diario. Ana Frank .
En 1987 a la salida del colegio camine a casa, hice una pequeña parada para ver que novela compraba para el fin de semana, entre en una librería de la calle Santa Fe y observe en la mesa varios libros que me llamaron la atención. Tome uno de tapa blanca con una la foto de una chica de mi edad en blanco y negro, antigua. y leí:
«Espero poder confiártelo todo, de modo como no he podido hacerlo hasta ahora, con nadie, y espero que seas un gran apoyo para mi.» 12 de junio de 1942.
Lo compre, sin dudarlo. Para el lunes lo había devorado, y volví a la librería buscando algo de igual tono. Y me compre otro sobre una chica Alemana que contaba como se había iniciado en las drogas. Los libros, como para algunos las mascotas son la mejor compañía, no te exigen nada, y siempre están disponibles para transportarte a una nueva aventura.
En Julio de 1993, en un verano caluroso llegué a Holanda. La ciudad me pareció hermosa, con sus canales y su gente andando en bicicleta. Nos dedicamos a pasear por la ciudad, y me sorprendió que la gente fumara marihuana con total libertad en la calle, además cuando caìa la tarde había en algunas casas del centro de la ciudad, vitrinas que exhiben prostitutas, como si fueran cosas a la venta. Muy «vanguardista» para mi horror.
Recorrimos muchos museos y también la casa de Ana Frank. El lugar estaba repleto de turistas, nos hacían pasar en pequeños grupos. Hasta que llegamos a la escalera detrás de la biblioteca que comunicaba al anexo. «Trepando por una escalera empinada, bien holandesa, como para quebrarse todos los huesos», relataba la adolescente.
Los Frank y muchos otros como ellos tenían un motivo vital para esconderse, evitar ser deportados a un campo de exterminio y así sobrevivir hasta que la guerra llegara a su fin.
Los tres cuadernos de Ana, que murió de tifus en febrero de 1945 en un campo de concentración lleva vendido más de 110 millones de copias, podemos concluir que tuvo una finalidad más allá del objetivo que buscó su joven autora.
La semana pasada mientras trabajaba con una clienta en su sesión de Coaching, se dio cuenta que se estaba evadiendo, y le pregunté: De quién te escondes?
-De mí, respondió.
A continuación la pregunta casi obligada: «Para qué? Aquí radica lo interesante, lo que puede hacer una diferencia entre darte cuenta, o continuar dormida en su sueño llamado vida.
Te pregunto a ti, Qué escondite tienes y para qué te sirve?