El ejercicio terapéutico contribuye a prevenir el cáncer y al tratamiento en todas sus fases según el CGCFE
Nota de Prensa – Comunicae Media
Con motivo del Día Mundial del Cáncer, el CGCFE reivindica la integración del ejercicio terapéutico como parte del tratamiento de los pacientes oncológicos, puesto que contribuye a la recuperación y abordaje de los efectos secundarios
Pese a los avances diagnósticos y terapéuticos frente al cáncer, las previsiones actuales apuntan a que esta enfermedad duplicará el actual número de pacientes para el año 2030, alcanzando los 21 millones de personas en todo el mundo. En el caso de España, cada año se diagnostican 275.000 nuevos casos, según los datos de la AECC.
Según los responsables del Consejo General de Colegios de Fisioterapeutas de España (CGCFE): «Es muy importante destacar que el número de personas que sobreviven a la enfermedad es cada vez mayor, por lo que pasa a tener un carácter crónico. Según la American Cancer Society, en 2040 existirán unos 26 millones de pacientes que habrán padecido un cáncer y la mitad estará en el rango entre 50 y 64 años, por lo que supondrá una enorme carga socio sanitaria. El ejercicio terapéutico es un complemento fundamental en la prevención del cáncer y en el tratamiento de los pacientes oncológicos, ya que mejora sus condiciones físicas, la implementación del tratamiento convencional y mitiga las secuelas de la enfermedad».
El cáncer tiene tres causas principales: la predisposición genética, el entorno y el estilo de vida. En este último punto, el sobrepeso y la falta de actividad física son determinantes, por lo que el ejercicio terapéutico es un recurso fundamental en el cuidado del paciente, tanto en la prevención, como en el tratamiento durante la supervivencia. El ejercicio terapéutico incide en la composición corporal de grasa y músculo, reduce la biodisponibilidad de hormonas (la presencia de ciertas hormonas en el torrente sanguíneo puede suponer un mayor riesgo de sufrir la enfermedad) y mejora el estado de vascularización tumoral, además de mejorar la respuesta inmunodeprimida y el estrés oxidativo que padece el paciente oncológico.
El ejercicio terapéutico continuado reduce los niveles de insulina, las hormonas sexuales y los marcadores inflamatorios, por lo que un adecuado entrenamiento durante un periodo de tiempo extensivo promueve la prevención de la aparición de una enfermedad tumoral. Por otro lado, el ejercicio terapéutico incide en el crecimiento de las células tumorales, por lo que, al trabajar el músculo con ejercicios de fuerza, se promueve la lucha frente al crecimiento del tumor y la invasión tumoral. No obstante, antes de implementar cualquier programa físico, será necesaria la evaluación personalizada por parte del fisioterapeuta, como profesional del ejercicio terapéutico.
El ejercicio terapéutico, impartido por los profesionales de la Fisioterapia tiene tres objetivos en el caso de los pacientes oncológicos. Por un lado, ayuda a preparar al paciente para acontecimientos importantes de su enfermedad, como la cirugía; en segundo lugar, actúa como un medio coadyuvante agudo, ayudando a que el tratamiento sea más eficaz y, por último, funciona como atenuante de los efectos segundarios del tratamiento.
En la fase de supervivencia, es importante tratar los efectos secundarios, ya sean inmediatos (que se resuelven en el corto plazo tras finalizar el tratamiento), como los persistente, que pueden durar meses o años y requieren un abordaje específico. Otro objetivo importante del tratamiento de fisioterapia es evitar el descenso de actividad física y reanudar la actividad cotidiana lo antes posible.
Cuando el paciente se encuentra en fase terminal, esto significa que la medicina no tiene un tratamiento curativo, pero el tiempo en este proceso puede ser largo. Esto conlleva un declive funcional importante, por lo que el objetivo del ejercicio terapéutico en esta fase es mantener al paciente por encima de su umbral de discapacidad, durante el mayor tiempo posible.
Cada vez más, el ejercicio terapéutico, impartido por profesionales fisioterapeutas, se está incorporando dentro del tratamiento integral del paciente oncológico, junto con otras terapias complementarias o integrativas, además de los tratamientos convencionales de cirugía, radioterapia, quimioterapia, hormonoterapia e inmunoterapia, para favorecer la recuperación y tratamiento del paciente.