EEUU y China intentan relajar tensiones en Hawái
Estados Unidos y China han mantenido las conversaciones en secreto, sin anuncios formales, y la presencia de medios de comunicación no fue permitida.
El secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, mantiene este miércoles en Hawái una reunión a puertas cerradas con un alto funcionario de Pekín, el propósito es aliviar las crecientes tensiones bilaterales.
Pompeo se reúne en Honolulu con Yang Jiechi, un veterano funcionario del Partido Comunista que, según los informes, solicitó la realización de la cita en medio del duro conflicto entre Washington y Pekín.
Las dos naciones han mantenido las conversaciones en secreto, sin anuncios formales, y la presencia de medios de comunicación no fue permitida.
El Departamento de Estado confirmó el encuentro mediante una simple mención en la agenda pública de Pompeo, en la que se indica que se reunirá con Yang a las 19H00 GMT.
Susan Thornton, una diplomática de carrera que se desempeñó anteriormente como la principal funcionaria del Departamento de Estado en Asia Oriental en la administración Trump, dijo que los líderes estadounidenses y chinos pueden «salvar vidas conjuntamente y salvar las economías» de ambos países.
«Espero que esta reunión reduzca las tensiones, y sospecho que es por eso que los chinos la propusieron, pero soy escéptica en cuanto a que vaya a dar resultado», dijo Thornton, que ahora es docente en la Facultad de Derecho de la Universidad de Yale.
«Me parece que hablar de la rivalidad entre Estados Unidos y China en este contexto (de la pandemia de covid-19) está fuera de contacto con la realidad que enfrentan las personas», señaló.
Pompeo ha estado a la cabeza de las denuncias contra China, a la que acusa de ser «verdaderamente hostil» con Estados Unidos y de «imponerse implacablemente el comunismo».
Pero era difícil para Pompeo rechazar una solicitud de Yang, que está dejando de lado el protocolo con la voluntad de reunirse en territorio estadounidense fuera de Washington.
Especialmente activo desde hace tiempo en las relaciones de su país con Estados Unidos, Yang se reunió en agosto con Pompeo en Nueva York.
Las tensiones entre las dos potencias económicas más grandes del mundo ya estaban en un punto alto antes de la pandemia, desde que Trump impuso aranceles sobre miles de millones de dólares de productos chinos, igual respuesta adoptó China.
A partir de entonces, las dos naciones han estado en desacuerdo sobre Hong Kong, y Pompeo declaró que la antigua colonia británica ya no es autónoma a los ojos de Estados Unidos en función de que Pekín está impulsando una dura ley de seguridad que podría criminalizar a la disidencia.
¿Lavado de cerebro?
También se espera que Trump promulgue pronto una ley que dispone sanciones a China por la detención de más de un millón de uigures y otros musulmanes turcos en el país asiático.
Activistas pro derechos humanos dicen que China está sometiendo por la fuerza a las minorías en el marco de una campaña de lavado de cerebro con pocos precedentes modernos.
Pekín responde que los miembros de las minorías son llevados a centros de educación vocacional que ofrecen una alternativa al extremismo islámico.
China ha respondido a las críticas destacando a su vez los abusos cometidos por la policía estadounidense, un tema que ha desencadenado protestas mundiales después de que un oficial blanco matara en Minneapolis a George Floyd,un afroestadounidense desarmado que fue visto en un video rogando por su vida.
Si Pekín y Washington lograran avances en Hawái ello se vería reflejado de inmediato en el plano diplomático.
Pompeo hablará el viernes en un foro danés, en el que según el Departamento de Estado se referirá a las «amenazas a la democracia en todo el mundo».