Investigación de la PUCE revela que en Ecuador, 6 de cada 10 jóvenes, aprenden sobre sexualidad a través de la internet
REDACCIÓN NOTI AMÉRICA (ECUADOR)

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Un reciente estudio realizado por un equipo de investigación de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador (PUCE) revela importantes hallazgos sobre las actitudes, conocimientos y prácticas sexuales de jóvenes entre 18 y 25 años, evidenciando profundas brechas en la educación sexual del país.
El estudio, titulado “Sexualidad y juventud: actitudes y conductas en estudiantes universitarios”, surgió a partir de las observaciones de psicólogos del Centro de Psicología Aplicada (CPsA) de la PUCE. En sus consultas, los especialistas detectaron una preocupante falta de información precisa, actualizada y completa sobre sexualidad entre los jóvenes.
Para comprender mejor esta realidad, se encuestó a 590 estudiantes universitarios, cuyos testimonios y respuestas arrojaron una radiografía preocupante de las fuentes de información, creencias y comportamientos relacionados con su vida sexual.
En este contexto,Marie-France Merlyn, docente de la carrera de Psicología de la PUCE y autora principal del estudio, destaca la importancia de una formación sexual temprana:
“Educar en sexualidad desde la infancia, con un lenguaje claro, afectivo y respetuoso, es clave para prevenir malentendidos y conductas de riesgo. Hoy en día, la pornografía está educando más que los padres y las escuelas. Para muchos jóvenes, se ha convertido en su principal referente sobre la vida sexual”.
Es así como este estudio detalla tres hallazgos claves que encendieron las alarmas:
- La pornografía como principal fuente. – Más del 60 % de los jóvenes construye sus expectativas sexuales a partir del contenido pornográfico. La ausencia de una educación sexual integral ha llevado a que muchos recurren a internet, redes sociales y conversaciones entre pares para resolver sus dudas sobre sexualidad. En este contexto, la pornografía se ha convertido en su principal referente, moldeando percepciones distorsionadas sobre aspectos clave como la duración del acto sexual, el uso del preservativo y la vivencia del placer.
- Uso del condón condicionado al tipo de relación. – Solo el 62 % de los jóvenes utiliza preservativo durante el sexo vaginal, el 39 % en el sexo anal y apenas el 15 % en el sexo oral. Su uso tiende a disminuir cuando hay confianza con la pareja, a pesar de que el riesgo de infecciones de transmisión sexual (ITS) se mantiene. Muchos optan por utilizarlo únicamente en relaciones casuales o lo evitan con parejas conocidas, motivados por creencias erróneas, como la idea de que las relaciones sin protección son más placenteras. Esta conducta expone a los jóvenes a un mayor riesgo de contraer ITS.
- Más del 16 % de los encuestados indicó haber tenido su primera relación sexual con una persona al menos cinco años mayor. – Lo que podría reflejar una normalización de relaciones con posibles desequilibrios de poder o situaciones de abuso. A pesar de expresar el deseo de mantener relaciones estables y significativas, la mayoría de los jóvenes reporta vínculos frágiles, casuales y sin compromiso afectivo, lo que deriva en insatisfacción emocional y sentimientos de soledad.
El estudio concluye que hay necesidad urgente de promover una educación sexual integral que trascienda los enfoques tradicionales centrados únicamente en la anatomía y la prevención. Es fundamental incorporar temas como el respeto, el consentimiento, el placer y la diversidad, para responder de manera más completa a las realidades que viven los jóvenes.
Este análisis hace un llamado claro a las instituciones educativas, a las familias y a los profesionales de la salud a asumir un rol más activo, abierto y responsable en la formación afectivo-sexual, acompañando a las nuevas generaciones en un proceso de aprendizaje que fortalezca su bienestar, autonomía y el ejercicio pleno de sus derechos.
