Los niños pequeños parecen aprender idiomas fácil y rápidamente
NOTI-AMERICA.COM | ECUADOR.
Los niños que comienzan un segundo idioma antes de los 7 años tienen hasta un 70% más de probabilidades de desarrollar un bilingüismo funcional y estable a largo plazo. Así lo demuestran varios estudios de la Universidad de Harvard y del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT, por sus siglas en inglés).
“Esto se debe a que, entre los 3 y 6 años, se atraviesa por la etapa conocida como el período crítico para la adquisición del lenguaje, en donde el cerebro está en una fase de alta neuroplasticidad, lo que permite que el niño internalice estructuras gramaticales, vocabulario y pronunciación de forma natural, espontánea y duradera, al igual que lo hace con su lengua materna”, explica Steven Vera, coordinador académico del instituto de idiomas Diglo Learning.
Razones principales:
- Aprendizaje más rápido y efectivo: Según la data interna y el seguimiento pedagógico en Diglo, un niño puede alcanzar un nivel intermedio-alto (B1-B2) en aproximadamente 3 años de formación continua.
- Menor filtro afectivo: A diferencia de los adultos, los niños no sienten vergüenza ni miedo al error, lo que les permite experimentar, equivocarse y corregirse sin inhibiciones, generando un aprendizaje más fluido y efectivo.
- Ventaja fonológica: Los más pequeños tienen una capacidad única para reproducir sonidos nuevos con una pronunciación cercana a la nativa.
- Aprendizaje implícito: A través del juego, la música y las interacciones diarias, los niños interiorizan el idioma sin necesidad de memorizar reglas gramaticales.
- Impacto cognitivo y académico comprobado: Aprender otro idioma a temprana edad mejora la memoria de trabajo, el pensamiento crítico y la resolución de problemas.
En relación con la metodología más acertada para este aprendizaje, el especialista del instituto de idiomas Diglo Learning, recomienda las siguientes, en base a su especialización en aprendizaje del idioma inglés desde la niñez:
- Enfoque comunicativo: Se centra en el uso real del idioma desde el inicio, priorizando la comprensión y producción oral en contextos significativos.
- Aprendizaje multisensorial: Incorpora estímulos visuales, auditivos y kinestésicos en el proceso de aprendizaje, fortaleciendo el desarrollo integral del lenguaje.
- Aprendizaje por proyectos: Permite a los niños usar el idioma en tareas colaborativas reales, fomentando la autonomía, la creatividad y el trabajo en equipo.
En definitiva, la niñez es la etapa ideal para el aprendizaje de otros idiomas. Contar con un enfoque lúdico, inmersivo y personalizado es fundamental en este proceso, aprovechando el potencial natural de los niños para adquirir idiomas de manera significativa y efectiva, logrando resultados exitosos.