Gonzalo Gómez Landires. Experto agropecuario Mail: gonzalo_gomez_landires@hotmail.com
Y es que sus conceptos y propuestas siembran dudas sobre su capacidad para corregir la problemática nacional, especialmente la agropecuaria, pues plantean apenas parches y no soluciones.
Ambos candidatos han prometido condonar y reestructurar las deudas de los productores afectados por el invierno y vencidos con la Banca pública. Esta es una opción romántica y emotiva, pero sin corregir las causas, el problema se repetirá invariablemente.
Si el móvil fue la inundación, no basta con reconstruir muros; es necesario implementar la infraestructura apropiada para el manejo integral de las aguas y el control de inundaciones. Los estudios para la cuenca baja del Guayas están listos, pero ningún gobierno se anima. Y no hay excusa por el financiamiento, pues existen Organismos No Gubernamentales internacionales que financian estas obras con incidencia social.
Nuestra desatinada política de financiamiento también provoca incapacidad de pago, con términos y condiciones elitistas y discriminatorias, y un flujo de obligaciones contrario al de los ingresos. Las tasas preferenciales son necesarias, pero no la solución. Urge reformar la política de financiamiento para el desarrollo, diferenciando las reglas entre la Banca pública y la privada. La Banca estatal debe promover el éxito de los proyectos financiados, para que su misma actividad productiva sea la fuente de repago, y no los despiadados embargos y acciones judiciales.
También han propuesto evitar el contrabando agrícola ejerciendo controles en fronteras y caminos. Otro error por desconocimiento, pues los controles solo cambiarían las rutas para la fechoría. La mejor forma de evitar el contrabando agrícola es disminuyendo nuestro costo de producción, porque así no habría el incentivo de la diferencia de precios, que lo alienta.
Nuestra contrapropuesta es realmente viable, pero requiere planificación y ejecución técnica, no política; sin embargo, la experiencia con las dos tendencias en disputa no nos permite abrigar esperanza… solo dudas.
