La crisis sanitaria se agudiza: los afiliados no encuentran cupos y Peña reconoce “millonaria” deuda con los prestadores
REDACCIÓN NOTI AMÉRICA (ECUADOR)
El Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) presentó este jueves, 30 de mayo, en Guayaquil, el programa Afiliación Joven Sub 24, dirigido a personas entre los 15 y 24 años de edad.
Estas afiliaciones serán realizadas bajo dos modalidades flexibles que permitirán acceder a chequeos médicos sin costos extras, préstamos hipotecarios con tasas preferenciales y jubilación temprana aportando 52 dólares mensuales, así lo explicó el presidente del Consejo Directivo del IESS, Eduardo Peña Hurtado.
Hasta el momento se han afiliado al programa 4.570 personas entre los 15 y 24 años lo que, según Peña Hurtado, no afectará al sistema de salud ni a estas personas recién afiliadas. ¿Es cierto lo dicho por el funcionario? NO.
La nueva demanda de servicios de salud que esto implica no tendría dónde ser atendida de forma oportuna y eficiente, ya que la decisión del IESS es que los prestadores externos de salud reduzcan en un 40 % sus consultas. De hecho eso ya ocurre. Y hay quejas tanto de los prestadores, como de las clínicas y de los propios afiliados, que ven con preocupación esta decisión del Seguro.
Es decir, al mes, más de 280.000 consultas no están ya siendo atendidas por los prestadores, lo que implicaría congestión en las unidades médicas del Seguro Social. No hay citas para niños, ni para adultos con casos de infección gripal, fiebre o dolores estomacales y otras dolencias. En el sistema digital en varios establecimientos médicos no aparecen esas especialidades debido a la decisión del Instituto.
La atención ha sido mejorada en varias aristas con los prestadores, según la Asociación Nacional de Prestadores Externos del IESS (ANPE). Una de ellas, la capacidad que tienen los afiliados de acceder a centros médicos a nivel nacional.
El IESS cuenta únicamente con de 102 unidades internas, sea esta un hospital o un dispensario médico, mientras que la red de prestadores externos que abarca primer nivel, segundo y tercero, es decir, consulta externa ambulatoria y hospitalización, cuenta con 357 prestadores a nivel nacional. “La intención del sistema de prestaciones es poder expandir la capacidad operativa de un sistema de salud para los afiliados al Seguro Social”, manifiesta el presidente de ANPE, César Serrano, a Guayaquil News.
Sobre cómo darán cobertura médica a los nuevos afiliados jóvenes, considerando la actual coyuntura de reducción de prestadores médicos debido a la falta de pagos por parte del Estado y al pedido de la reducción de las consultas, el presidente del Consejo Directivo del IESS, esgrimió un concepto fuera de toda lógica: «Cuando hablamos de jóvenes entre 15 y 24 años, esos se enferman menos». Sin considerar la medicina preventiva, que debe ser prioridad.
Además, manifestó que procurarán rehabilitar los servicios médicos del Seguro Social para que los afiliados sean atendidos en la infraestructura que posee el IESS. También dijo que se buscará priorizar las atenciones médicas para enfermos renales, de cáncer y del corazón, dejando de lado las consultas externas y las atenciones odontológicas.
Pero las unidades de IESS, por varias razones (falta de medicamentos, de insumos, equipamiento, personal técnico), tendrían una capacidad actual de alrededor del 70 %, no más. Por ese motivo hace aproximadamente una década se implementó la red complementaria, con inversiones enormes para estar a la altura de la demanda de los afiliados.
Por otro lado, la pandemia de Covid-19 demostró que toda la población es vulnerable. Hoy, por ejemplo, una nueva pandemia acecha al Ecuador: el dengue; y no existen planes de prevención desde el Seguro y del Estado en sí.
Pero el IESS, parece no haber manejado bien las finanzas, pese a recibir dinero de los afiliados mes a mes para el sistema de salud. Entre los años 2021, 2023 y los cinco primeros meses de 2023, la red de prestadores atendió más de 17,5 millones de consultas. En tanto, la red interna del IESS en el periodo 2021-2023 y enero-marzo de 2024 dio un total de 24,6 millones de consultas. Sin embargo, no ha pagado a los prestadores.
La situación financiera del IESS no le permite reemplazar este esquema -no exento de fallas, cuyas correcciones están enteramente en manos del propio Seguro Social- y aun pudiendo hacerlo, su incapacidad demostrada para tener una operación sostenible en sus hospitales y unidades médicas en general, tendrá un solo perjudicado: el afiliado.
Los afiliados que pagan mensualmente sus aportes no piensan igual: la atención urgente, las citas programas, la oferta de servicios en todas las zonas del país, los tiempos son de gran beneficio en las prestadoras. En El IESS el Call Center se congestiona, no hay citas para miles de casos urgentes y el servicio es deficiente y poco cordial.
Actualmente, la deuda del IESS con los préstamos externos de servicios médicos llega a 1.300 millones de dólares.
Mientras en el año 2023 se pagó más de 1.011 millones de dólares, con un promedio mensual de $ 84.3 millones a los prestadores, hasta marzo de este 2024 apenas se ha cancelado 41.4 millones, con un valor promedio mensual de 13.8 millones, lo que representa solamente un 16% de la deuda mensual. Más grave aún, esos pagos corresponden a prestaciones brindadas hasta antes de agosto del año anterior. Y hay deudas impagas desde hace más de dos y tres años.
Esta combinación de decisiones administrativas equivocadas, pueden hacer desaparecer un esquema que ha demostrado ser exitoso. Eso ha sido perjudicial para el afiliado que ve coartado su derecho a elegir y tendrá que volver a esperas interminables para ser (mal) atendido. A la fecha, todos estos problemas han causado una drástica disminución en el número de prestadores, mientras que los que aún sobreviven a la asfixia financiera están a punto de cerrar, han debido despedir personal o los mantienen impagos desde hace meses, así como a sus proveedores de insumos.
“Estos centros médicos son empresas privadas que necesitan liquidez para poder seguir funcionando”, anota Serrano. Estas empresas generan 100.000 plazas de trabajo directas y otras 50.000 de forma indirecta (cadena de servicios).
A los afiliados se les está quitando la potestad que les da la Ley de Seguridad Social, Art. 116, que dice que el afiliado “tiene derecho a elegir el prestador de servicios de salud de entre las unidades médicas del IESS y los demás establecimientos y profesionales acreditados y vinculados mediante convenio o contrato con la Administradora del Seguro General de Salud Individual y Familiar”. Ese derecho está siendo coartado cuando se lo manda a que sea atendido en una unidad interna del IESS, donde le dan una cita médica 30 o 60 días después, y además debe esperan 6 o 7 días para un examen de laboratorio 15, días para exámenes de imagen. o 90 días para algo de mayor complejidad.
Al IESS le costaría mucho dinero atender la demanda, ya que deberán contratar más personal de todo tipo, comprar equipos, alquilar locales, papelería, lo que a su vez podría generar más actos de corrupción como los ya conocidos. Se calcula que el costo para el seguro es entre 3 y 5 veces mayor.
Pero según Peña «hay demasiados prestadores externos. Con esto no quiero decir que no les vamos a pagar, les vamos a pagar a todos, pero no en el rango que estaban acostumbrados a cobrar porque en el año 2023 la deuda a los prestadores fue de 900 millones de dólares y el presupuesto de este año para realizar esos pagos es de 500 millones«.
El Presidente del Consejo Directivo del IESS reiteró que las más de 400 dializadoras todos los meses se les está pagando, pero no en los montos que quieren y por eso son las quejas.
Sin embargo, ha sido desmentido. “Eduardo Peña, Presidente del Directorio del IESS aseguró que la mayoría de las Clínicas de Diálisis están pagadas por el tratamiento que brindan a más de 6.500 pacientes renales derivados de esta institución. Sin embargo, eso es una total mentira, ya que el último pago realizado por parte de esta entidad a las Dializadoras fue correspondiente a mayo del 2023, es decir que, a la fecha, existe una deuda de un año por más de $65 millones”, sostiene Carla Galea, presidenta de Asodiálisis.
Muestra de ello -insiste-, es que afiliados y pensionistas que padecen esta enfermedad catastrófica no han podido acceder al tratamiento, ya que no existen recursos para la adquisición de insumos para diálisis en las unidades.