Durante los primeros 1000 días de vida se produce algo comparable con un “big bang” neuronal: el cerebro de los bebés se expande y desarrolla a una velocidad asombrosa, llegando a formar alrededor de 1000 conexiones neuronales por segundo. Cada experiencia, interacción y momento cuenta, impactando en el desarrollo de la arquitectura cerebral y las habilidades para la vida.
Así es como muchos niños y niñas provenientes de sectores vulnerables llegan al preescolar con una brecha en su desarrollo, adjudicable a la falta de experiencias y oportunidades adecuadas durante sus primeros años de vida. En este blog, exploraremos una iniciativa que está abordando este desafío de manera innovadora y efectiva en Chile: “Conversemos Mamá“.
Empoderando a las madres para potenciar el desarrollo cerebral infantil
En Chile, anualmente nacen alrededor de 200.000 niños y niñas en condiciones de pobreza multidimensional, equivalente al 24,9% de los nacimientos. En ese contexto, en 2018 se creó el Instituto de Neuroprotección Infantil (INPI), una fundación que busca potenciar el desarrollo de niños y niñas durante sus primeros 1000 días. El corazón del INPI es el programa “Conversemos Mamá”, que anualmente beneficia a 1.500 madres que se atienden en los centros de la red de atención primaria del país.
“Conversemos Mamá” se enfoca en apoyar y empoderar a embarazadas y madres durante los primeros 1000 días de vida de sus bebés, brindándoles estrategias cotidianas para el neurodesarrollo, la crianza y el bienestar materno-infantil.
Este programa utiliza una metodología innovadora y accesible: funciona a través de grupos de WhatsApp y otras plataformas de bajo costo, lo que permite llegar articuladamente con los equipos de salud de la red asistencial, a embarazadas y madres que residen en localidades remotas.
Los grupos de madres que participan de este programa se dividen en tres ciclos, de 6 meses de duración cada uno: embarazadas, mamá-bebé 1 (para madres de recién nacidos) y mamá-bebé 2 (a partir de los 15 meses). Cada grupo, compuesto por alrededor de 20 participantes, es guiado por una psicóloga especializada en apego y crianza, quien aborda temas específicos a través de mensajes de texto adaptados a cada etapa. Los temas incluyen apego, desarrollo integral, lenguaje y bienestar materno, así como el manejo del estrés tóxico.
Más que un grupo de WhatsApp
“Conversemos Mamá” va más allá de los mensajes en línea: es una verdadera red de apoyo y una comunidad de pertenencia. Ofrece talleres de bienestar y consultas grupales con especialistas, incluyendo ginecólogos, pediatras y enfermeras especialistas en obstetricia –conocidas como matronas–, de quienes reciben asesoramiento en lactancia, nutrición y terapia ocupacional, todo a través de la plataforma Zoom. La psicóloga a cargo está siempre disponible para responder a las preguntas y dudas de las participantes, y las mamás interactúan entre ellas formando un grupo de apoyo.
Además, el programa tiene un componente de detección temprana. Se invita a las participantes a realizar pruebas de desarrollo del bebé y de salud mental de la madre al inicio, a la mitad y al final de la intervención. Si se detectan resultados fuera del rango esperable, se brinda atención y derivación a especialistas cuando es necesario.
Resultados positivos
A través de una evaluación de impacto, realizada en 2022, a 300 embarazadas (grupo de control y de intervención), sabemos que el programa presenta resultados prometedores. Las madres participantes en el programa tienen una mayor probabilidad de amamantar, se sienten más empoderadas, implementan estrategias de crianza y cuentan con una red de apoyo más sólida. Además, tienen menos probabilidades de dar a luz a bebés con peso insuficiente, y sus bebés presentaron un mejor desempeño en áreas clave del desarrollo infantil, como motricidad gruesa, desarrollo socioemocional y resolución de problemas.
Detrás de estos resultados hay historias de madres que han transformado sus vidas y las de sus hijos. Nicol, una de las participantes, compartió su experiencia: “‘Conversemos Mamá’ me ha ayudado a criar a mi bebé de una manera que nunca imaginé. La compañía de la monitora y conocer a otras mamás que están en mi situación me ha ayudado a entender que no soy la única que tiene dudas y dificultades. Agradezco el apoyo de todas para no sentirme juzgada y también que me hayan enseñado la importancia de cuidar de mi propia salud mental”.
Primeros días que son para toda la vida
La historia de “Conversemos Mamá” muestra cómo la innovación y la ciencia pueden transformar vidas. Como sociedad debemos garantizar que todas las personas cuenten con las bases para desarrollarse plenamente. Este tipo de programa beneficia a niños y niñas, fortalece a las madres, fomenta la comunidad y amplía las redes de apoyo, reforzando la importancia de invertir en enfoques que promuevan la igualdad desde el primer momento.
Fuente: BID