Los antidepresivos modernos podrían ser efectivos para el tratamiento a largo plazo de algunos pacientes con un trastorno bipolar, sugiere un ensayo reciente.
Las directrices actuales desaconsejan el uso de antidepresivos en estos pacientes, debido a la preocupación de que los fármacos desencadenen un episodio de manía.
Pero unos pacientes bipolares que tomaron antidepresivos durante todo un año sufrieron menos episodios de estado de ánimo que los que cambiaron a un placebo tras dos meses, encontraron los investigadores.
Estos resultados «deberían cambiar la práctica, y convertir a más personas que no eran creyentes para que digan que sí, que al menos en algunos pacientes, continuar los antidepresivos es una buena estrategia», planteó el investigador principal, el Dr. Lakshmi Yatham, director de psiquiatría de la Universidad de Columbia Británica, en Canadá.
Pero el ensayo clínico no provee un respaldo claro y simple de los antidepresivos.
El ensayo no alcanzó su objetivo principal, mostrar un beneficio estadísticamente significativo del uso de antidepresivos a largo plazo en lugar de a corto plazo, porque participaron muy pocos pacientes, anotó el Dr. Michael Thase, psiquiatra de Penn Medicine, en Filadelfia.
«Hay un efecto en el resultado primario principal que va en la dirección de un efecto clínicamente significativo a favor de seguir tomando antidepresivos, pero no alcanza el umbral de la significación estadística porque el estudio no alcanzó el tamaño que debía», explicó Thase, que no participó en la investigación.
Los episodios de depresión son muy preocupantes para los médicos, porque conllevan un aumento en el riesgo de suicidio. Los intentos y las muertes por suicidio son al menos 18 veces más frecuentes durante los episodios de depresión que durante los episodios de manía entre los pacientes bipolares, apuntaron los investigadores en las notas de respaldo.
Yatham y sus colegas realizaron el nuevo ensayo porque unas encuestas recientes han mostrado que se están recetando antidepresivos a casi tres de cada cinco pacientes bipolares, a pesar de que las directrices desalientan su uso.
«Se usan de forma bastante común, independientemente de lo que los expertos piensan», advirtió Yatham.
De hecho, Yatham fue el autor principal de las directrices canadienses sobre el trastorno bipolar, que son las directrices de tratamiento más recientes de América del Norte.
«Entre los expertos, la preocupación siempre ha sido si los antidepresivos llevarán a las personas de la depresión a la manía. Los fármacos podrían sacarlas de la depresión, ¿pero las llevarán a la manía?», se preguntó Yatham.
A los expertos también les ha preocupado que los medicamentos puedan fomentar unos ciclos rápidos en los pacientes bipolares, haciendo que entren y salgan de episodios del estado de ánimo a medida que oscilen entre la depresión y la manía, añadió.
Pero estas preocupaciones se basan en los efectos que unos antidepresivos tricíclicos más antiguos producían en los pacientes bipolares, anotó Yatham.
Los antidepresivos modernos, como los inhibidores selectivos de la recaptación de la serotonina (ISRS), podrían ser más efectivos, en particular si se recetan en conjunto con unos medicamentos que estabilizan el estado de ánimo, que buscan controlar los episodios de manía, apuntó Yatham.
En el ensayo clínico se inscribieron 178 pacientes con trastorno bipolar que acababan de recuperarse de un episodio de depresión, tras el tratamiento con un antidepresivo moderno.
Los pacientes se asignaron al azar a continuar el tratamiento antidepresivo durante 52 semanas, o a comenzar a dejar gradualmente los fármacos a las seis semanas y cambiar a un placebo a las ocho semanas.
El análisis del periodo completo de 52 semanas no encontró un beneficio estadísticamente significativo de seguir tomando los medicamentos a largo plazo. Alrededor de un 46 por ciento de los pacientes que tomaron el placebo tuvieron una recaída del estado de ánimo, frente a un 31 por ciento de los que tomaron antidepresivos a largo plazo.
Pero cuando los investigadores se enfocaron en el periodo específico en que los pacientes tomaban el placebo o un antidepresivo, sí surgió un beneficio, aseguró Yatham.
«Cuando observamos los datos a partir de las seis semanas, un 27 por ciento de los pacientes en el grupo de las 52 semanas tuvieron una recaída de un episodio del estado de ánimo, frente a un 45 por ciento de los del grupo de ocho semanas, y esta diferencia fue estadísticamente significativa», enfatizó. «En otras palabras, cuando cada grupo recibe un tratamiento distinto, hay una diferencia entre los grupos».
Las diferencias en los episodios de depresión y manía también surgieron con un análisis más estrecho de los datos, anotó Thase.
Apenas un 17 por ciento de los pacientes en el grupo de las 52 semanas tuvo un evento de depresión, en comparación con un 40 por ciento de los del grupo de las 8 semanas, y esto fue un hallazgo «con significación estadística», aseguró Thase.
Los pacientes que tomaron antidepresivos a largo plazo también tuvieron un riesgo más alto de un episodio de manía, de un 12 frente a un 6 por ciento, pero Thase apuntó que el número real de pacientes que entraron en manía fue pequeño y no tuvo significación estadística.
En el ensayo, 11 pacientes del grupo de antidepresivos a largo plazo tuvieron un evento de manía, frente a 5 en el grupo a corto plazo.
«Es un riesgo pequeño, pero es un riesgo aparente», dijo Thase. «Se necesitaría un estudio con 800 pacientes para poder declarar que el hecho de que el riesgo se duplique es estadísticamente significativo».
En general, «es poco probable que [los expertos] propugnen un cambio en las próximas directrices de práctica basándose en este hallazgo del estudio, porque no tuvo un efecto protector estadísticamente significativo en el resultado principal», lamentó Thase.
El estudio se publicó en la edición del 3 de marzo de la revista New England Journal of Medicine.
Yatham cree que los hallazgos quizá no cambien la opinión de los detractores, pero sí proveen respaldo a los médicos que han elegido recetar antidepresivos a los pacientes bipolares a pesar de las directrices de tratamiento.
«Pienso que muchos profesionales clínicos verán nuestro estudio y dirán que han estado en lo correcto, porque estos fármacos frenan la depresión y por eso los han estado usando», comentó Yatham.
Pero enfatizó que los antidepresivos no se deben utilizar solos.
«Si alguien dice que se debe pensar en el uso de los antidepresivos para el trastorno bipolar, la recomendación no sería usarlos como tratamiento exclusivo por su cuenta, sino usarlos junto con un agente estabilizador del estado de ánimo, como el litio o el valproato o antipsicóticos, todos los cuales se supone que frenan las manías», añadió Yatham.
FUENTES: Lakshmi Yatham, MBBS, head, psychiatry, University of British Columbia, Vancouver, Canada; Michael Thase, MD, psychiatrist, Penn Medicine, Philadelphia; New England Journal of Medicine, Aug. 3, 2023.
Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com