¿Qué pasa con el ministerio de agricultura?
REDACCIÓN NOTI AMÉRICA (ECUADOR)
¿Por qué sus ministros desfilan uno tras otro sin dejar huella de su paso? ¿Cuándo se volvió tan difícil la conducción de esta cartera? El sector agoniza y los Gobiernos siguen impávidos, lejanos, indolentes, hasta parecería que buscaran perjudicarlo deliberadamente. Se nombran ministros sin competencia ni afinidad profesional: periodistas, poetas, economistas, abogados, químicos, profesores, y la cereza del pastel: una profesional en Hotelería y Turismo, nombrada por el actual presidente ¡increíble!
Hace poco, en una reunión para tratar la comercialización del arroz, un “amiguete” del entonces ministro, vociferó muy orondo que con silos y bodegas de almacenaje se solucionaría el problema. Este sinsentido enardeció a los campesinos que aspiraban soluciones, no ridiculeces, pues ni las obligaciones bancarias ni las urgencias familiares esperan por mejores precios en el mercado. El siguiente ministro fanfarroneó corregir el problema obligando a los piladores a pagar el precio oficial, sin entender que el verdadero problema es la pérdida de rentabilidad debido a los altísimos costos de producción, y en eso nada tienen que ver las piladoras.
La mala gestión para con el sector es consecuencia de ministros descalificados que ni siquiera tienen capacidad para conformar un buen equipo de trabajo en que apoyarse. Pero la culpa es más de quién los nombra, que irresponsablemente concede esta investidura a cualquier advenedizo que tenga acceso al Presidente y su círculo de privilegio, o simplemente el padrinazgo de algún poderoso.
Es claro que en las necesarias alianzas y acuerdos políticos se incluye la designación de algunos Ministros, pero esto no debería afectar la calidad del profesional, pues aunque sea propuesto en un convenio político debería ser calificado por idoneidad. Todo se agrava con sus períodos ridículamente cortos, porque el Gobierno sostuvo más de un acuerdo político sobre el mismo ministerio.
Señor Presidente, la crisis del sector agropecuario es realmente grave, necesitamos un ministro con la estabilidad suficiente para desarrollar los programas de trabajo que debió presentarle a usted durante las entrevistas en el proceso de selección, que me imagino fue lo más importante para escogerlo. Es fundamental que el ministro sepa lo que va a hacer y como lo va a hacer, desde el comienzo mismo de su gestión.
La estabilidad entonces es tan necesaria como la capacidad. Hemos sido testigos que en el pasado se desaprovechó la idoneidad de algunos ministros solo por no haberles concedido tiempo para trabajar, pero ¡cuidado! Tampoco se debe mantener a incapaces so pretexto de darles tiempo. La estabilidad debe ser justificada con una planificación viable que propenda a la eficiencia y utilidad; calificativos que no hemos podido reconocer en el desfile de ministros que usted ha exhibido en esta cartera, y en tan corto tiempo.