Lo resuelto en la mesa sobre banca ¡no resuelve nada!
REDACCIÓN NOTI AMÉRICA (ECUADOR)
Las partes involucradas decidieron respaldar algunas prácticas financieras que se resumen en reestructuraciones, refinanciaciones y condonaciones para diferentes tipos de préstamos vencidos.
También la promesa de nuevas líneas de crédito para capitalizar la Banca; pero el deficiente y errático financiamiento estatal no ha sido por falta de capital, sino por la torpe política crediticia que promueve características elitistas y discriminatorias. Un ejemplo de esa torpeza es el llamado “Crédito de las Oportunidades”, que ofrece préstamos irrisorios que apenas sirven para capital de trabajo, rubro que hasta por concepto debe cubrirse con los ingresos al final del ciclo productivo, entonces ¿para qué el plazo exagerado e irracional que ofrece el Gobierno?
Si el Gobierno quiere rehabilitar el sector agropecuario debería financiar la incorporación de tecnología: infraestructura, edificaciones, equipo, maquinaria y demás utilitarios. Es decir préstamos para inversión que sí necesitan largo plazo, y por supuesto también cupos más amplios.
El Financiamiento tiene un problema estructural que solo se corregirá con una reorganización integral del sistema. Las condonaciones, reestructuraciones, refinanciaciones y nuevos programas de crédito con la misma obsoleta configuración, no corrigen la causa por tanto no eliminan el problema, apenas disfrazan las penalidades inmediatas de los deudores, pero la deficiencia continuará y la incapacidad de pago se repetirá con mayor frecuencia y gravedad.
Si en verdad queremos corregir las falencias de la política crediticia deberíamos ejecutar el mandato de la constitución en su artículo 309, que dispone que la Banco Pública tenga su propia entidad de control especializada y diferenciada de la Banca Privada, estableciendo normas, términos y condiciones específicos para la Banca de Fomento y Desarrollo.
Si en verdad queremos corregir: las garantías deberían estructurarse sin niveles de cobertura; además de eliminarse los garantes codeudores, sustituyéndolos por una calificación de viabilidad técnica y económica del proyecto.
Si en verdad queremos corregir: deberíamos apostar por la recuperación de los préstamos viabilizando la buena ejecución de los proyectos y no priorizando la vía judicial. Los técnicos del Banco deberían hacer control y seguimiento de los proyectos, con responsabilidad sobre su cumplimiento y resultado.
Si en verdad queremos corregir: los flujos de pago deberían ser consecuencia de la identificación de la capacidad de generación de ingresos, ajustándose a su tendencia incremental de los primeros años, y nunca más utilizar términos y condiciones pre-establecidos.
Señor presidente, la rehabilitación del sector agropecuario no soporta más espera, es urgente para la población campesina y el país entero. Pero también beneficiaría al gobierno, que en respuesta sumaría un capital político inconmensurable. No es difícil, pero necesita exigir capacidad, conocimiento, experiencia y probidad a su equipo técnico responsable, empezando por el ministro.