28 Personas Privadas de la Libertad se graduaron de bachilleres
REDACCIÓN NOTI AMÉRICA (ECUADOR)
En el marco de la culminación del servicio educativo extraordinario, correspondiente al Bachillerato periodo lectivo 2021-2022, se realizó el evento zonal de graduación de 28 personas privados de libertad (PPL), quienes obtuvieron su título de Bachilleres del Ecuador.
La graduación de los PPL es posible gracias al programa de Bachillerato Intensivo que lleva adelante el Ministerio de Educación. Este es un proyecto destinado para jóvenes y adultos con escolaridad inconclusa.
Los internos se prepararon durante 6 años, bajo la modalidad de educación intensiva. 21 personas aún siguen en contexto de encierro y 7 ya obtuvieron su libertad, ellos confían en que tendrán la posibilidad de conseguir una fuente de trabajo y ser el sustento económico de sus familias, afirman que nunca es tarde para estudiar y mejorar sus condiciones de vida.
Con mucha emoción el estudiante I.G.E, quien obtuvo las más altas calificaciones en su desempeño educativo, expresó su agradecimiento al Estado ecuatoriano por darles la oportunidad de estudiar, pese al encierro “Hoy es un día muy especial para todos nosotros, para nuestros hijos y nuestra familia, después de tanta lucha lo hemos logrado. Muchas gracias a los docentes, a nuestros familiares y al Ministerio de Educación por esta oportunidad, la cual supimos aprovechar y queremos servir a nuestra sociedad”.
Marcelo Castillo, director del Centro de Privación de Libertad (CPL) Varones Guayas N°1, felicitó a los nuevos Bachilleres y los motivó a seguirse preparando con una carrera universitaria, “a partir de este día, ustedes pueden tomar otro tipo de decisiones en sus vidas personales y deben seguir estudiando para obtener un título universitario. Felicito a los docentes, quienes estuvieron todo este tiempo acompañándolos, sin ellos no habrían podido lograrlo. A sus familias también les deseamos lo mejor y esto es una demostración de que la vida de ustedes puede cambiar positivamente”.
Finalmente, Ester, esposa de uno de los alumnos, expresó sentirse orgullosa porque su esposo se graduó. “Algo que parecía un imposible se ha logrado. A mi esposo le decían que ellos no podían estudiar porque estaban sentenciados y no tenían derecho a nada, pero yo me informé en el Ministerio de Educación y lo inscribí. Al escuchar su nombre me invadió la nostalgia, la felicidad y el orgullo porque terminó con sus estudios”, afirmó con lágrimas en sus ojos.