La educación ambiental ayuda a mitigar el cambio climático al menos un 83%
REDACCIÓN NOTI AMÉRICA (ECUADOR)
De acuerdo con un informe del Banco Mundial (BM), la región de Latinoamérica ha perdido un 1,7% de su PIB anual como consecuencia de desastres naturales relacionados con el clima en los últimos 20 años. Según el reporte de la Universidad de Standford, a través de la educación se podrá mitigar el impacto del cambio climático al menos un 83%.
Hace unos días el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), publicó su más reciente informe ‘Cambio Climático 2022: Mitigación del Cambio Climático‘, el cual muestra que las emisiones de gases de efecto invernadero entre 2010 y 2019 fueron más altas que en cualquier otra década en la historia humana, lo que demuestra que si queremos que la temperatura no aumente más de 1.5°C para 2100, se debe reducir drásticamente el consumo carbón, gas y petróleo a 2030.
En este contexto, la Universitat Carlemany, institución comprometida con la calidad, la empleabilidad y el desarrollo sostenible, fomenta espacios online para tratar temas de interés sobre los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
El pasado 31 de marzo Montse Brugulat, ponente en la conferencia “Educar y sensibilizar en sostenibilidad: la educación ambiental y la ciencia ciudadana”, abordó la inquietud global ambiental que existe actualmente, la cual requiere de acciones inmediatas y una transición hacia modelos de sociedad sostenibles, de ahí: “la importancia de la educación ambiental para el desarrollo sostenible y la importancia de su divulgación de sus resultados a todos los públicos favorecen poner en valor el patrimonio social, cultural, natural y sus interrelaciones, entre otros”, aseguró.
Es así como a través de la sensibilización y de la educación ambiental se podrá mitigar el impacto del cambio climático, pues estos dos conceptos permiten defender y mejorar el medioambiente para las generaciones presentes y futuras, siendo un medio crítico para hacer frente a las crisis ambientales
Sin duda, este es un tema de especial atención, ya que, según el último informe del BM, este panorama es una tendencia que en América Latina y el Caribe amenaza la productividad agropecuaria, la seguridad alimentaria, la salud y el bienestar de la población. Además, se estima que 6 millones de personas podrían caer en la pobreza extrema como consecuencia directa de problemáticas relacionadas con el cambio climático.
Varios expertos y líderes de organizaciones hacen un llamado a transitar con urgencia hacia una agenda de crecimiento más verde, más inclusiva y que eleve la productividad. En palabras de Brugulat sobre la educación ambiental: “desde los gobiernos e instituciones se puede trabajar la información, formación y documentación sobre aspectos medioambientales para la ciudadanía, empresas y escuelas, además de ser un espacio abierto de colaboración con entidades y personas con iniciativas en el ámbito de la sostenibilidad”.
De ahí la importancia de fomentar desde las entidades la ciencia ciudadana, con la cual el público en general con su conocimiento y las herramientas idóneas, se compromete en actividades de investigación científica adquiriendo aprendizajes y nuevas habilidades. Por eso, dentro de estos procesos participativos, se remarca la importancia del logro y el cumplimiento de los ODS de la Agenda 2030, promoviendo de manera activa la participación ciudadana con acciones como la ciencia y la implicación de la sociedad en un aprendizaje transversal con un propósito común hacia la sostenibilidad.
A manera de contextualización, durante la conferencia de la Universitat Carlemany se dieron a conocer aquellas metas que los ODS esperan alcanzar a 2030:
- Que para 2030 todos los estudiantes adquieran los conocimientos teóricos y prácticos necesarios para promover el desarrollo sostenible.
- Que las personas de todo el mundo tengan la información y los conocimientos pertinentes para el desarrollo sostenible, permitiendo que los estilos de vida vayan en armonía con la naturaleza.
- Mejorar la educación, la sensibilización y la capacidad humana e institucional respecto a la mitigación del cambio climático.
Así las cosas, es evidente la importancia de la consecución de los ODS a través de la educación ambiental y la educación para la sostenibilidad, que sitúan al ser humano como “actor responsable y protagonista del uso y la conservación de los recursos presentes en este sistema, y también de las alteraciones que actualmente se ven reflejadas”, enfatiza Montse Brugulat.
En definitiva, este espacio mostró el papel de la educación que promueve el desarrollo sostenible y aumenta la capacidad de la sociedad para abordar temas ambientales, empoderando a las personas con el fin de transformarse así mismas y a las sociedades.