De forma acelerada, el tiempo de nuestras fuentes vitales se va consumiendo. Guerras, hambre, pandemias y ecosistemas destruidos parecen escenarios de un filme, sin embargo, esta ya es una realidad, y los protagonistas de tal suceso no estamos enterados —o no queremos ver— que se acerca el fin del mundo.
De acuerdo con The Bulletin of the Atomic Scientists —organización sin fines de lucro, dedicada a la divulgación de problemáticas y soluciones que aquejan a nuestra sociedad—, la humanidad no está lejos de un momento crítico.
¿Cómo estamos llegando a este punto? Según el informe de dicha asociación, fundada por grandes de la ciencia como Albert Einstein, tras las bombas de Hiroshima y Nagasaki, diversos sucesos nos han encaminado hacia él, y el Reloj del Juicio Final es el contador. Te compartimos los detalles.
Se acerca el fin del mundo: 4 factores
El Reloj del Juicio Final es un reloj simbólico que se ha mantenido desde 1947 por la junta directiva del Bulletin of the Atomic Scientist. Usa la analogía de la especie humana estando siempre a “minutos de la media noche”, donde la media noche representa la destrucción total de la humanidad.
Originalmente la analogía representaba la amenaza de guerra nuclear global, pero desde hace tiempo incluye cambios climáticos, y todo nuevo desarrollo en las ciencias y nanotecnología que pudiera infligir algún daño irreparable.
Este reloj se enciende cada año por parte de la Junta de Ciencia y Seguridad del Boletín, quien a su vez consulta a la Junta de Patrocinadores (integrada por once premios Nobel). El grupo dio a conocer los problemas que aproximan a la comunidad internacional a un “apocálipsis” y que comprenden los siguientes aspectos.
1. Armamento nuclear
Parece que la disminución de naciones con armamento nuclear es una batalla ambivalente, que si bien a tenido decisiones optimistas, también ha tenido algunas que la inestabilizan.
The Bulletin of the Atomic Scientists asegura que se intensificará la tensión debido a la construcción de reservas de uranio por parte de Irán, así como su negativa de adherirse a los compromisos firmados en el Joint Comprehensive Plan of Action (JCPOA). Lo cual podría causar que naciones vecinas también decidan hacerlo, provocando una armatización preocupante en el Medio Oriente, una zona ya azotada por los conflictos.
En tanto, con la competencia por la artillería de las grandes potencias representa otro peligro, pues China está produciendo de forma masiva nuevos misiles intercontinentales, que podría significar un cambio en si doctrina nuclear. Asimismo, junto con Rusia, la nación asiática está probando armas sin rastreo satelital, lo que lleva a pensar en un posible problema con EE.UU.
Por su parte, Corea del Norte persiste en los experimentos con misiles de corto y mediano alcance y otras herramientas de guerra como “vehículos de crucero, balísticos y planeadores”, además de reiniciar la fabricación de plutonio.
Por último, EE.UU. no ha mostrado una clara postura hacia donde guiará su estrategia militar y política en cuanto al despliegue de armas nucleares, un asunto que requiere atención.
Este panorama podría ser el camino hacia posibles enfrentamientos que implicarían un desastre que nos haría ajustar el reloj, y hacernos creer que se acerca el fin del mundo.
2. Inacción en materia climática
Aunque cada vez es más preocupante el deterioro natural por manos humanas, este no ha se ha tomado con la prioridad que debería. Ejemplo claro de ello fue la COP26 celebrada en 2021, en donde se dimensionó lo contrario que pueden estar los líderes de cumplir sus compromisos para 2030. Pues aunque cada vez más naciones se sumaron al llamado, pocas lo hicieron a corto plazo.
Por ejemplo, China e India no aseguraron su descarbonización sino hasta el 2060, mientras que la producción de combustibles fósiles seguirá a alza. Si bien Joe Biden regresó de nuevo a EE.UU. al Acuerdo de París, e incluso fue el incitador de la reunión en Gaslow, las inversiones en infraestructura para estos contaminantes será aumentada.
Lo anterior le valió críticas de la joven activista Greta Thunberg, quien según una entrevista al medio The Washintong Post, el mandatario no debería ser considerado un líder climático pues sus palabras no son congruentes con las acciones implementadas.
En este sentido, pese a que el activismo social ha tomado fuerza ante las atrocidades ambientales, la transformación que se requiere antes de que lleguemos al Día Cero en recursos tan vitales como el aire y el agua, depende de iniciativas gubernamentales contundentes en este sector.
Por esta razón, para el Reloj, el aspecto ambiental es parte importante de la aceleración hacia un escenario salido de una distopía.
3. Guerras biológicas
COVID-19 demostró que de un momento a otro el mundo puede cambiar, del igual modo dejó de ver lo poco preparados que estamos ante las amenazas masivas de salud, lo cual es un área de oportunidad, tanto para mejorar en el ámbito como para estar alertas.
Por un lado, esta experiencia puede ayudar a darle prioridad a aspectos básicos en cuanto a la comunicación, calidad de vida y visibilizar las desigualdades, sin embargo, también dio pauta a que algunas potencias miren como una ventaja la creación de armas biológicas.
De acuerdo con el Departamento de Estado de EE. UU., Rusia y Corea del Norte poseen iniciativas de armas biológicas, y se mostró preocupado por la investigación biológica ambivalente de China e Irán, además algunos grupos terroristas también buscan incursionar en este tipo de armamento.
Los avances en materia genética y biológica se expidieron con la pandemia, pues se requería crear alguna vacuna o antídoto para contrarrestar el panorama, pero esto no es realmente alentador, pues aunque el progreso podría ayudar a sanar algunas cosas puede implicar el empleo inadecuado.
Lo más preocupante es que no se le está prestando la suficiente atención a las repercusiones en cuanto a estrategia geopolítica y de poder que conllevan las investigaciones en materia genética y biológica, debido a que los esfuerzos se centraron en mitigar la contingencia, teniendo un punto ciego en la regularización de estos estudios.
4. Tecnología peligrosa
En este rubro se encuentran cuestiones en materia de ciberseguridad, fakenews y el espacio como terreno para planes militares. Estos asuntos preocupan a los especialistas del boletín porque existe una gran falta de legislación en torno a dichas dinámicas que podrían terminar en grandes catástrofes.
Por ejemplo, la difusión de información falsa ha tenido serias consecuencias en la contingencia sanitaria, pues las fakenews crearon terrorismo psicológico, además, con el empleo de comunicaciones masivas, se esparcieron mitos sobre cómo curar la COVID-19 y se hicieron llamados a no obedecer las restricciones. Si bien parecieran solo eventos locales, la verdad es que de estar coordinada a ocasionar daño, este tipo de divulgación podría generar una tragedia sin precedentes.
En tanto, la ciberseguridad hoy es casi igual de importante que la seguridad en vida real, pues los criminales están llegando a explotar las vulnerabilidades que se presenta en la red y que pueden llevar a grandes problemas tanto económicos como sociales: El hackeo de SolarWinds o el ataque a Microsoft Exchange son unos ejemplos de ello.
Por último, en los temas espaciales aún estamos alejados de regulaciones, lo que ha llevado principalmente a Rusia a realizar experimentos con miras a conflictos, prueba de esto fueron los misiles que destrozaron uno de sus propios satélites y que ocasiono una nube de escombros que casi llega a la Estación Espacial.
Con la explicación de estas amenazas, los científicos atómicos buscan que todas las personas, los líderes y autoridades ponga atención en las problemáticas que podrían llevarnos al exterminio, sin embargo, pese a esta advertencia aún no estamos entendiendo las implicaciones de lo que ellos plantean, y de seguir así el fin del mundo sería irreversible.
Hay esperanza
Algo es cierto: todas esas causas que nos llevarían a pensar que se acerca el fin del mundo, según los científicos atómicos, pueden sanearse, pero por ello, el reloj seguirá su marcha porque la única manera de salir victoriosos de estas batallas es atendiendo la advertencia inmediatamente.
Para lograrlo, la asociación considera que las acciones deben dirigirse a:
- Que las potencias mundiales, sobre todo Rusia y EE. UU., reduzcan la producción, inversión y dependencia en cuanto armamento nuclear.
- Todos los países debería lograr la descarbonización cuanto antes.
- Se requiere que los grandes líderes fortalezcan a los organismos de salud, como la OMS, para prepararse ante otra pandemia o emergencia biológica.
- Cuidar la información y el manejo de los datos en el ciberespacio.
- Regularizar los estatutos en cuanto al espacio y la actividad humana.
Si lo anterior se realizará desde hoy de manera comprometida, podríamos lograr detener el tiempo, de lo contrario seguiríamos corriendo en dirección que nos llevaría a un entorno irreparable.
Aunque algunas son decisiones que recaen en los mandatarios y estructuras más grandes, también la sociedad puede ayudar a que los segundos de este reloj no se consuman tan rápido, para ello, los científicos atómicos cuentan con la iniciativa #TurnBackTheClock, a la cual cualquier persona puede sumarse y ayudar a mejorar el futuro.
Fuente: EXPOK