Emprendedores apuntan a colocar sus productos en las cadenas de supermercados
REDACCIÓN NOTI AMÉRICA (ECUADOR)
Fortalecer y posicionar los emprendimientos generados a través de las asociaciones que pertenecen al sector de la Economía Popular y Solidaria (EPS), es el objetivo del Proyecto Fortalecimiento de los Actores Rurales de la Economía Popular y Solidaria (FAREPS) del Instituto de Economía Popular y Solidaria (IEPS).
Un total de 24 asociaciones de las parroquias rurales de las provincias de Zamora Chinchipe, Morona Santiago, Azuay, Guayas y Los Ríos, recibieron recursos no reembolsables de parte del IEPS-FAREPS. Entre todos los emprendimientos el financiamiento es de cerca de $ 2 millones.
Yilda Rivera, presidenta de Conagopare Guayas, dijo que el objetivo es mejorar los ingresos y el empleo de miles familias del país en condición de pobreza y vulnerabilidad identificadas en las zonas de intervención del proyecto.
En Guayas, 5 asociaciones tienen sus emprendimientos en marcha, uno de ellos es el de la Asociación de Producción Artesanal Dulcería y Variedad Sabores Vernaseños (Asodulva), la cual está conformada por 9 mujeres y 6 hombres de la parroquia Vernaza, del cantón Salitre.
Asodulva se dedica desde 2017 a la producción artesanal de mermeladas y dulces elaborados con frutas tropicales. Se benefician directamente a 15 familias pertenecientes a esta asociación e indirectamente a alrededor de 300 familias que se dedican a la venta de alimentos en la parroquia.
Julio Guerra, socio de Asodulva, comentó que la parte de los socios son jóvenes entre las edades de 18 y 29 años. La difícil situación socioeconómica y el desempleo, los motivaron a iniciar una actividad económica productiva (emprendimiento), elaborando dulce de guineo, guayaba y mango, aprovechando la producción de frutas orgánicas de la zona.
Así nació Mermeladas Campiña Vernaceña, un producto de Asodulva con valores agregados de producción artesanal, orgánicos, nutritivos y sin preservantes. Sus primeras producciones fueron financiadas por familiares y amigos, que contagiados por el entusiasmo y perseverancia de los jóvenes decidieron ayudarlos.
Recuerdan que tocaron muchas puertas de instituciones, principalmente financieras, pero no recibieron el apoyo necesario, no tenían local, tampoco el equipo ni el menaje necesario, improvisaban locales prestados por amigos o socios y sus ventas las realizaban a sus familiares, amigos, pedidos directos y en ferias donde eran invitados.