Nuevos escándalos están causado una crisis de reputación en la Iglesia Católica, esto se deriva de la falta de respuestas claras y oportunas por parte del clero, lo que deja entre ver una cúpula descompuesta y la urgencia de renovación.
Pero… ¿puede la fe cristiana salvarla? ¿O se requiere algo mucho más que orar? Un ejemplo claro al respecto es la responsabilidad social de las marcas.
Crisis de reputación en la Iglesia Católica
Si bien no son nuevas las denuncias por abuso sexual infantil que vive el catolicismo; investigaciones y acusaciones sobre el tema parecen no tener fin. El informe publicado el 5 de octubre de 2021 —que estima que más de 200.000 niños han sido abusados por el clero en Francia desde 1950—, marca un panorama incierto para la institución eclesiástica, creyentes, y para el mundo entero que pide justicia y pronunciamientos por la omisión de años de la cúpula eclesiástica.
La actual crisis que vive la fe cristiana es un claro ejemplo de los riesgos de reputación a los que están expuestas todas las empresas y organizaciones. Y en el caso de la Iglesia Católica, invertir en la reputación desde la acción y construir reputación implica más que solo dar discursos.
A todo esto, ¿cuáles son los pilares que sostienen la reputación? El artículo ¿Qué es reputación de marca? del portal luismaram, señala que se construye básicamente a partir de 3 elementos:
- La experiencia personal.
- Lo que hace o dice la compañía (comunicación de marca).
- Lo que dicen otros de ella (perspectivas de terceros).
En dicho portal también se señala:
Los escándalos corporativos, acusando falta de responsabilidad social, se han vuelto frecuentes. ¿Son hoy las compañías, más irresponsables que antes?
De ninguna manera, pero ahora una pequeña denuncia en social media puede crecer como bola de nieve hasta aplastar una marca.
Y si algo es claro, es que las marcas no tienen el control de lo que dicen de ellas, pero entre la forma en que las empresas y organizaciones quieren ser vistas y cómo las ven en realidad los usuarios, habita un gran espacio que busca aprovechar a su favor la gestión de reputación.
Los católicos opinan…
De acuerdo con el portal theconversation, el informe publicado recientemente sobre los abusos a la niñez, incluye también recomendaciones que aluden a compensaciones caso por caso, reformas más radicales, como que los obispos franceses consideren ordenar a hombres casados y dar a las mujeres una voz más fuerte en las decisiones de la Iglesia.
Pero, como lo señala el informe francés, los crímenes y delitos cometidos por personal de la Iglesia han dejado ver una descomposición paulatina de su reputación ante el mundo, e incluso frente a los propios católicos.
Por ejemplo, en una encuesta de EE.UU: America Magazine National Survey of Adult Catholics 2021, realizada por el Centro de Aplicación de Investigación para el Apostolado (CARA) y publicado en el portal americamagazine, arrojó los siguientes hallazgos:
57% de los católicos encuestados por CARA dijeron que prestan “mucha” o “bastante” atención al tema del abuso sexual de menores por parte del clero, similar al 56% que dijo lo mismo en una encuesta realizada en 2007.
Además, cuando se les pregunto si consideraban que el tema de abusos sexuales había dañado la reputación general de la Iglesia, el 45% expresó que mucho, 31% poco, 12% señaló que solo un poco.
En este artículo analizamos algunos factores y situaciones que han contribuido a la imparable crisis que parece azotar la reputación de la religión católica.
4 claves a aprender de la Crisis de reputación de la Iglesia Católica
1. Años de escándalo
Ciertamente el informe francés reveló algo que todos sabemos: constantes abusos perpetrados por sacerdotes y religiosos católicos. Y también confirmó la robusta investigación de “Spotlight” de The Boston Globe en 2002, y la película que inspiró en 2015. Una crisis de años.
Pero, el reciente informe documenta patrones de abuso y encubrimientos desde la década de 1950, según Brian Clites, un experto en abuso sexual por parte del clero. Por esto los obispos estadounidenses comenzaron a remitir a los sacerdotes a los centros de tratamiento administrados por la Iglesia, en lugar de denunciar el abuso a las autoridades independientes.
Sin embargo, las demandas por los delitos de los religiosos siguieron aumentando; la situación orilló a las diócesis de todo el país a crear estándares públicos sobre cómo manejaban las acusaciones de abuso. Y simplemente los obispos estadounidenses lanzaron nuevas campañas de marketing para recuperar la confianza de los fieles. Condenando al olvido el dolor y daño de las víctimas.
Y retomando los pilares sobre los que se construye la reputación, la inacción de la Iglesia para dar respuestas y evitar que los abusos continuaran. Dejando crecer la bola de nieve. Grave error.
Si hay algo que aceptar, hay que aceptarlo rápido.
Luis Maram.
2. Hablar y hablar
Si bien es importante que los representantes de la Iglesia se pronuncien, todo se manejó de manera interna, en donde la jerarquía de la Iglesia y las leyes canónicas que regulan a la institución eclesiástica favorecieron a los abusadores y colocó una gran barrera para la acción de la justicia.
Aunque el Papa en 2019 modificó la “Regla del secreto pontificio”, que requería que la información sensible sobre la iglesia se mantuviera confidencial. A lo largo de los años, los críticos alegaron que la política permitía a los funcionarios retener información sobre casos de abuso sexual, incluso a víctimas o autoridades legales.
El anuncio del Papa Francisco levantó la regla en tres situaciones:
- Abuso sexual de menores o personas vulnerables.
- Falta de denuncia o esfuerzos para encubrir tal abuso.
- Posesión de pornografía infantil por parte de un clérigo.
Sin embargo, todos los demás asuntos cubiertos anteriormente por esta regla, como las correspondencias diplomáticas y los asuntos personales, quedan sujetos al secreto papal. Igualmente el sello de confesión evita que los sacerdotes compartan información recibida durante la confesión en riesgo de excomunión. Pero puede ser información que las víctimas de abuso han tratado de construir para sus casos.
3. Controversia sobre el celibato
Otros analistas que intentan comprender las raíces de la crisis de abuso sexual se centran en las reglas del sacerdocio en sí, especialmente en que los sacerdotes sean hombres y célibes.
La sociedad y la religión han ido cambiando, las actitudes hacia el sexo y el matrimonio continúan siendo controversia, contribuyendo a la separación entre la Iglesia Católica y Ortodoxa Oriental, y más tarde la Reforma Protestante. Este sigue siendo el caso hoy en día, ya que algunos católicos abogan por que se permita a los hombres casados convertirse en sacerdotes.
La Iglesia se ha mostrado renuente, pero… ¿qué opinan sus seguidores?
4. El cambio es posible
¿Será posible lograr cambios en una institución de más de 2000 años? Melissa Wilde señala el artículo: La Iglesia Católica se resiste al cambio, pero el Vaticano II demuestra que es posible. El principal de ellos fue el Vaticano II, el concilio de la Iglesia seminal en la década de 1960 que hizo importantes reformas en el culto, como la celebración de la Misa en el propio idioma de los feligreses, en lugar del latín.
También se menciona la creación de un concilio ecuménico, significa una reunión de todos los líderes de la Iglesia mundial para deliberar o decidir sobre las materias doctrinales y de disciplina: examinar sobre cómo la Iglesia puede renovarse a sí misma. Anterior al Vaticano I no se había realizado un concilio desde 1563.
Melissa Wilde hace hincapié en que la crisis de reputación que vive la Iglesia, definitivamente necesita más qué reflexión. Requiere de otro consejo.
Además, la America Magazine National Survey of Adult Catholics 2021 señaló la creciente confiabilidad hacia las hermanas y monjas religiosas y temas de fe y religiosidad:
75% las consideró “muy” o “algo” confiables. Esto es lo que señalan sus seguidores. ¿Pero estará dispuesta la Iglesia Católica a realizar cambios estructurales de fondo? De ser así, urge que se pronuncie.
Y nos deja un mensaje claro y conciso: no importa el tamaño ni la edad de la organización, los riesgos de reputación están presentes para todas… ¿Estás preparado para enfrentar una?
Fuente: EXPOK