No es culpa del arroz, ni de los arroceros
REDACCIÓN NOTI AMÉRICA (ECUADOR)
Ni es deficiencia del manejo agrícola, tampoco oposición al gobierno porque los productores no tienen pretensiones políticas, y menos podría ser terquedad porque lo que ellos demandan es solo justicia, el legítimo reconocimiento a su trabajo, el derecho a una razonable rentabilidad económica que les permita vivir dignamente; construir una familia, educar a sus hijos, cubrir los gastos médicos, y los servicios básicos a los que todos tenemos derecho…… no solo los citadinos.
Pero la crisis no es solo de los arroceros, pues pasa lo mismo con todos los productos para consumo interno: el maíz, la papa, la cebolla, los fréjoles, las hortalizas, la leche, la carne, las frutas, las verduras, y más productos necesarios para la alimentación del pueblo; todo lo que representa la idealizada “soberanía alimentaria”, tan devaluada por los políticos actuales. Pero esta, aunque idílica y salpicada de nobleza no produce divisas como la exportación, y eso parece ser el motivo del desobligo y la indolencia de los gobiernos, que olvidan que esta actividad representa la mayor cantidad de unidades productivas del agro, con una enorme población involucrada, y forjadora de la más grande riqueza de todo pueblo: ¡empleo! directo, indirecto y más oportunidades laborales.
Podemos entonces colegir que el problema no está en un producto en particular, sino en la debacle de la estructura general del sector agropecuario; por eso el esfuerzo del gobierno debe centrarse primero en reordenar ese andamiaje destartalado, antes que buscar rectificaciones aisladas.
La crisis del sector agropecuario ecuatoriano es consecuencia de la pérdida de rentabilidad, y para recuperarla se necesita equilibrar la plataforma de trabajo que moldea el entorno y permite las condiciones adecuadas para su desarrollo eficiente: Productividad, Costos de producción, Financiamiento, Comercialización. Son los grandes pilares sobre los que se apoyará la restauración, pero se deben trabajar al mismo tiempo, como un solo frente, porque están estrechamente entrelazados y las acciones en uno de ellos provocan reacciones en los demás. De esta forma, mientras se vaya concretando la rehabilitación, con muy pocos reajustes particulares se irán corrigiendo cada uno de los nichos productivos.
Señor presidente, esto es en resumen el plan de trabajo recomendado, que debería ser desarrollado por el ministerio de agricultura; pero para eso necesita formar un equipo de trabajo calificado, con experticia y experiencia, dirigido por un ministro con capacidad y competencia, que pueda reconocer la problemática general y entender los requerimientos particulares; que sea capaz de comprender que al pequeño productor no le interesa tanto el precio que le paguen por su producto, sino la utilidad que le quede entre ese precio y lo que le cuesta producirlo.
Definitivamente el problema no está en el arroz ni en los arroceros, es culpa de los gobiernos que han desdeñado reiteradamente la producción para consumo interno. Usted podría corregirlo señor presidente, demostrarnos que tiene mejor disposición que sus predecesores; yo así lo creo pero…. ¿lo cree usted?