Centros nocturnos ya no quieren ser restobares
REDACCIÓN NOTI AMÉRICA (ECUADOR) Autor: Henry Garrido
Pensativos y desesperados. Así se encuentran los dueños de bares y discotecas del Guayaquil, que se vieron obligados a transformar sus negocios, golpeados por la pandemia COVID-19.
La mayoría funciona como restobar, una mezcla de restaurante y bar donde ofrecen almuerzos, meriendas y piqueos acompañados de bebidas alcohólicas. Y otros realizan eventos sociales con el aforo permitido del 50 %.
Ernesto Vásquez, presidente de la Asociación de Propietarios de Centros Nocturnos del Guayas, cuenta que como restobar no llegan a la mitad de lo que facturaban en 2019. Ahora perciben ingresos del 20 % o 25 %, porcentaje que tampoco cubre los gastos por el arriendo de los locales. “Nos ha tocado despedir a nuestros personal ya que lo poco que se genera no alcanza para pagar los servicios básicos”. Añadió.
Afirma que la inestable reapertura de los locales debido a las restricciones de horarios tampoco los ayuda y más bien les genera gastos. “En Guayaquil éramos unos 300 negocios y hoy en día sobrevivimos 150. La mitad se ha ido porque la gente va a los sitios clandestinos. Somos tratados como delincuentes y nos sentimos perseguidos con tantos operativos”, argumentó Vásquez.
Rocío Castillo, secretaria de la agremiación y propietaria de Vikingo Bar, sostuvo que han solicitado al Comité de Operaciones de Especiales (COE) de Guayaquil y al Gobierno Central, que les permitan trabajar bajo la figura de su línea de negocio original: bares y discotecas. “Queremos que se nos amplíe el horario de funcionamiento de los locales hasta las 03:00, y que se mantenga el aforo al 50 %”. Agregó.
Explicó que los clientes están acudiendo a otras zonas como Samborondón o Daule, debido a las restricciones que hasta este viernes 27 agosto regían en Guayaquil.
El gremio aseguró que espera tener un nuevo encuentro con el Cabildo, al igual que con la Gobernación, entidad a la que entregaron un documento con estos requerimientos.