*»Tuvimos la vida que nos dio nuestro padre: estudios, viajes y un nombre»*

“Toda la sociedad nos reconoce, nos invitan a fiestas, a viajes; hemos vivido todos estos años una vida como la llevaría cualquier hijo de un prominente empresario como mi padre, que nos dio todo hasta antes de que el grupo de abogados los empiece a “asesorar”, porque son empresas que generan millones de dólares. Esto no se trata de un tema legal. Esto se trata de avaricia, codicia, corrupción”. Desde pequeños simplemente por cómo nos vemos, la gente sabía a simple vista por el parentesco, manifiesta Jaime Domingo.

Hemos vivido más de 20 años de discriminación en una ciudad donde se nos ha hecho imposible vivir en paz por una situación en la que nacimos. Nuestros padres -Jaime Simón y Narcisa Enríquez-, nunca nos escondieron; nos distanciaron de la “sociedad Guayaquileña” al ponernos en el prestigioso colegio Inter American Academy, conocido por su excelencia académica y lazos con el Cuerpo Consular Americano. “Nos mandaron de intercambios a los colegios más exclusivos en Suiza y el mundo como el Institut Le Rosey y Tasis. Y finalmente nos envió a la ciudad de Boston, la más prestigiosa en Estados Unidos para que cumplamos nuestros estudios universitarios”.

Aquí ya no solo la sociedad ecuatoriana reconocía que éramos Simón, sino la sociedad internacional; con la cual tenemos muchos amigos en común con nuestros medios hermanos.

Sus estudios. Los tres hermanos son profesionales.

Miriam Jimmyna es economista graduada de Bentley University en Boston, MA con un título de Bachelor of Science in Economics & Finance.

Jaime Domingo es un sociólogo con título de Bachelor of Science in Sociology de Northeastern University en Boston, MA.

Jaime Roberto es Licenciado doble con un título de Bachelor of Science in Business Administration, Entrepreneurship & Marketing de Suffolk University, también en Boston, MA.

Aparte de sus éxitos profesionales también se involucran en extracurricular de comunidad social, arte, deporte y filantropía. Todos tres fluidos en varios idiomas e instrumentos que desde chiquitos los preparaban con las mejores intenciones de hacerlos gente preparada y profesional en este mundo. Como también se preparan todos de la familia Simón.

El último fin de semana de julio, Jaime fue a una fiesta en la playa, una boda de la alta sociedad, con amigos de alta sociedad. Él y sus hermanos, Jaime Domingo y Miriam Jimmyna, han viajado por todo el mundo, porque su padre, hasta antes de su muerte en el año 2020, siempre proveyó.

Hoy, los tres hermanos, libran una batalla legal con sus medios hermanos y con un conocido grupo de abogados con los que esos hermanos se han emparentado por medio de una hermana que vive en la Isla Mocolí, en una residencia que cuesta dos millones de dólares; que tiene una hermosa vista al río Daule; un enorme jardín y luces diseñadas por los mejores arquitectos, comenta Jaime Domingo.

Prosigue: “Nuestros medios hermanos generan gastos desmedidos incluyendo bodas internacionales que cuestan millones de dólares. En una de esas bodas compraron más de 45.000 rosas para hacer la transformación de este espacio. Eso dicen los planificadores de boda en su cuenta de la red social Instagram”.

A estos gastos se les suma una inversión de una taquería en México y una marca de joyería en Estados Unidos a la cual ya le dieron de baja.

La residencia principal de Jaime Simón Isaías en Miami se encuentra en venta a través de un listado fantasma, para esconder la venta del público. Si no hubiera nada malo, ¿por qué se están haciendo las cosas de forma escondida?

“Todos nos conocen en Guayaquil; fuimos reconocidos por nuestro padre, pero hoy nuestros medios hermanos que tienen a cargo dos de las empresas de la familia y que generan millones de dólares, intentan que los jueces eliminen nuestras partidas de nacimiento. Quieren eliminarnos más de 20 años de vida”. “Se han unido con un conocido bufete de abogados que han puesto a Enlit y Plaslit, a las que también tenemos derecho como herederos, en serias dificultades legales y éticas”.

Hemos visto como el coronel Renato González, ha dado su versión a la Fiscalía y a la Prensa donde deja ver claramente que estas empresas podrían haber hecho operaciones inusuales con Forban, domiciliada en Panamá, una empresa de la familia Neira, que ha sido cuestionada”, resalta Jaime Roberto.

Domingo aclara que ellos fueron reconocidos por su padre, mediante un poder que luego fue presionado a cuestionar –por abogados corruptos-, “llevan la impronta de su progenitor cual hijo negado. Sus medios hermanos, empeñados en borrarlos del Registro Civil para comerse rodajas más grandes del pastel, no importa el trato humillante a su propia sangre, cuando de plata se trata baila el perro y la perra también”. Pero en el momento en que su padre se encontraba a punto de morir una de sus medias hermanas llama a sus tres medios hermanos a pedir perdón con ansias que tal vez esta “buena acción” pueda causar un milagro, para un año después continuar con esta persecución.

“El resultado de una sentencia favorable es que declaren falsa la escritura y ordenan registrar la nulidad de la inscripción de nacimiento al margen de la partida”, lo que “sería un acto de lesa humanidad, corrupción extrema, afrenta para la sociedad guayaquileña”.

Este sería un juego mañoso de la ley, porque acusan la falsedad de la escritura de poder con que se manda a inscribir a los hijos, y si al juez le parece que es falsa, la consecuencia la pagan los hijos que eran recién nacidos cuando supuestamente se fraguada la falsedad. Hasta cuando tendrán que vivir esta persecución e injusticia de la cual no son culpables, ya que hora que hagan lo correcto y todos puedan vivir en paz.