Sombras sobre el sector Agropecuario
REDACCIÓN NOTI AMÉRICA (ECUADOR)
Cinco millones y medio de ecuatorianos dependen directa e indirectamente del sector agropecuario; es una enorme cantidad de personas que se desenvuelven y fijan sus aspiraciones laborales, sociales y familiares en la diversidad de la agricultura y la ganadería, además de un incontable número de actividades relacionadas que conforman este enorme universo agrario. Y son tantas y tan variadas las prácticas de producción que se desarrollan en el sector, que indiscutiblemente lo califican como uno de los más importantes engranajes del aparato productivo nacional. Sin embargo, la desatención de los últimos gobiernos y la desidia de algunos funcionarios incompetentes, ha provocado el descalabro de este generoso y noble fragmento productivo, especialmente del subsector de la producción para consumo interno que se constituye como el responsable y custodio de la soberanía alimentaria, pero también como el mayor generador de empleo y oportunidades laborales para los sectores rurales de toda la república del Ecuador.
El nuevo gobierno debe entender que es urgente la recuperación del sector, pero debe comprender también que es indispensable una rehabilitación integral y no solo la reparación aislada de problemas puntuales que muchas veces son circunstanciales. Significa esto que antes que hablar de productos específicos como el arroz, papa, maíz, leche, yuca, cebolla, etc., es necesario identificar la problemática general que afecta la producción agropecuaria, analizando ejes tan importantes como: tecnificación, productividad, costos de producción, financiamiento y comercialización; temas que deberán corregirse en conjunto y al unísono, porque cada uno está concatenado con el otro y por tanto, ninguno puede desarrollarse sin el concurso de los demás.
Por eso quien reciba la responsabilidad de rehabilitar este sector, deberá ser un profesional en agropecuaria que reúna la experticia y experiencia suficiente para vislumbrar toda la problemática existente, identificando las causas que la provocan y señalando las propuestas y acciones necesarias para corregirlas. Tendrá que ser capaz de darse cuenta que para recuperar la rentabilidad no sirve incrementar el precio referencial de los productos, sino disminuir drásticamente el costo de producción, propulsando mayor productividad. También debería conocer que el problema del financiamiento Bancario no se corrige con nuevos capitales, sino reestructurando la política financiera para modificar los términos y condiciones que impiden que el pequeño productor pueda calificar como sujeto de crédito. De igual manera tendrá que advertir que la capacidad de pago no se mejora con tasas de interés irrealmente bajas, ni con plazos exageradamente largos, sino con un flujo de pago compatible con la capacidad de generación de ingresos del proyecto financiado.
El flamante presidente electo…….. Sí, tiene buenas intenciones pero ya vemos que no será suficiente. La rehabilitación del sector agropecuario es primordial para el rescate del país, pero también el resarcimiento del campesinado, por necesidad nacional y por justicia; pero mucho me temo que lo hasta ahora propuesto por el futuro presidente, no alcanza, y por eso este sector guarda pocas esperanzas de evadir las sombras.
En el agro ecuatoriano hay varias y diferentes realidades, con caracteristicas propias y diversas. Los bananeros, camaroneros, agroexportadores, grandes ganaderos, etc, importante sector económico generador de trabajo y divisas y la otra realidad que la constituyen los pequeños y medianos productores del campo, con caracteristicas diferentes, especificidades propias de su realidad cultural, son un concepto y una visión diferente que deben ser tratados desde esa realidad. El problema del agro montuvio es de conceptos y visiones, sus viejos problemas estructurales se resuelven aplicando el modelo de desarrollo endógenos, con tecnologías limpias y desde su cosmovisión propia; con un nuevo sistema de producción adaptado al cambio climático, con responsabilidad ambiental y social, plenamente comprobados y con resultados exitosos que son de conocimiento público. Pero cuyo proceso (Codepmoc 2003-2012) lamentablemente fue destruido por el correísmo.