3 formas en que la RSE cambiará por todo lo sucedido en 2020
REDACCIÓN NOTI AMÉRICA (ECUAD0R)
Desde ahora, los empleados y los posibles candidatos juzgarán a las organizaciones por la forma en que hayan tratado a su personal durante la pandemia, entre otras nuevas exigencias.
El 2020 será recordado como un año de agitación y cambio. Esto se debe a que si bien la pandemia mundial y el aislamiento dominaron las noticias, 2020 también fue un año de devastadoras injusticias raciales y catástrofes medioambientales. La pandemia acentuó la desigualdad social a todos los niveles, creó incertidumbres económicas y alteró las formas de vivir y trabajar, quizá para siempre.
También tuvo un enorme impacto en los tipos de empresas que apoyamos, en lo que esperamos de ellas y en el tipo de relaciones laborales que queremos. En términos de Responsabilidad Social Empresarial (RSE), este año lo ha cambiado todo. Pero, ¿por qué la RSE está tan de moda en este momento? ¿Y qué ha hecho que de repente parezca tan importante?
La evolución de la responsabilidad social en las empresas: La RSE cambiará
Deloitte define la responsabilidad social de las empresas como:
El enfoque de las empresas hacia el desarrollo sostenible mediante la obtención de beneficios económicos, sociales y medioambientales.
Se trata de operar de forma ética y sostenible, aportando beneficios económicos y sociales, y asumiendo la responsabilidad por el efecto de una organización en la sociedad y el medio ambiente. Por primera vez, el enfoque de la RSE ha trascendido estas cuestiones.
A medida que el mundo se esfuerza por adaptarse a la vida post-COVID-19, y la lucha por la igualdad racial se intensifica, la gente está poniendo un nuevo enfoque en cómo las organizaciones tratan a sus empleados y qué medidas están tomando para ayudar a la comunidad.
Mientras los clientes son cada vez más exigentes en cuanto a las empresas que quieren apoyar, los empleados son cada vez más exigentes en cuanto a las organizaciones en las que quieren trabajar.
Ahora no se trata sólo de si las empresas operan de forma ética y sostenible, sino de hasta qué punto dan prioridad al bienestar de sus empleados y hasta qué punto se comprometen con las comunidades.
Desde el punto de vista empresarial, no se puede minimizar la importancia de la RSC. Un informe de 2020 publicado en la revista Forbes descubrió que el 42% de la percepción de las personas sobre una empresa se basa en su percepción de las actividades de RSE. Y, hay que señalar, que esta encuesta se publicó en febrero, antes de que la pandemia realmente golpeara, antes del cierre, antes de la muerte de George Floyd.
Como vimos tras la muerte de Floyd, innumerables empresas hicieron declaraciones y mostraron públicamente su apoyo al movimiento Black Lives Matter. De ello se desprende que los líderes empresariales entienden que es vital comprometerse con las cuestiones sociales, alinear su empresa con una causa, mostrar que son socialmente responsables y ponerse en el lado correcto de la historia.
Sentido, sustancia y tratamiento del personal
Pero ahora, no se trata sólo de demostrar que su empresa tiene valores y propósitos. La RSE también es enormemente importante para los empleados. En 2025, los millennials representarán las tres cuartas partes de la fuerza laboral. Ya en 2016, un estudio de Cone Communications descubrió que el 75% de los millennials estaría encantado de aceptar un recorte salarial para trabajar en una empresa socialmente responsable.
Para los millennials y la generación Y, encontrar un propósito y un significado en su trabajo no es una ventaja, es una necesidad.
Los nuevos trabajadores simplemente no quieren trabajar para una organización que no tenga prácticas de responsabilidad social sólidas; quieren trabajar con empresas que realmente se preocupen por hacer un cambio positivo.
Así que la RSE es fundamental para la contratación y la retención de los empleados. También es increíblemente importante para el compromiso, la felicidad y el bienestar de los empleados. Y esta es otra área en la que la RSE se ha visto alterada por los acontecimientos de 2020.
Uno de los efectos más perjudiciales del cierre, el aislamiento social, el trabajo a distancia forzado y la experiencia de un período tan prolongado de incertidumbre ha sido en nuestra salud mental colectiva.
Los sentimientos de estrés, soledad, depresión y ansiedad se han disparado, y el agotamiento laboral está en su punto más alto. Como consecuencia de ello, la forma en que las organizaciones tratan a su personal también ha cobrado protagonismo este inicio de año.
Una expectativa para la acción
Las relaciones entre las organizaciones y sus empleados están cada vez más centradas en el ser humano. La gente no quiere apoyar a las empresas que mantienen estructuras almidonadas, divisiones y jerarquías; quiere apoyar a las empresas que reconocen la individualidad y la humanidad -y por extensión, la vulnerabilidad- de sus empleados, y se esfuerzan por apoyarlos. Especialmente en tiempos en los que pueden tener dificultades.
El bienestar de los empleados nunca ha sido tan importante y, aunque todavía queda mucho camino por recorrer, nunca se ha hablado tan abiertamente de la salud mental.
Ahora esperamos que los empleadores desempeñen un papel más importante en el bienestar financiero, físico y mental de sus empleados, ya sea ofreciendo una mayor licencia por enfermedad, disposiciones para el cuidado de los niños o estipendios por trabajo a distancia.
Las empresas ya no pueden limitarse a decir que se preocupan por su personal, por el medio ambiente o por la igualdad racial; tienen que demostrarlo. Los gestos vacíos ya no son suficientes, la gente quiere ver acciones significativas. Así será la nueva RSE.
Aunque los acontecimientos que provocaron estos cambios en la RSE fueron inequívocamente negativos, la evolución de la RSE es muy positiva. Las empresas intentarán cada vez más tomar decisiones que se ajusten a sus valores. Los consumidores se sentirán motivados a hacer negocios con una empresa que sea auténtica. Los empleados se mantendrán fieles a las organizaciones con las que se identifican. Y como sociedad, apoyaremos a las organizaciones que hicieron todo lo posible para ayudar a su personal a mantenerse a flote en los tiempos más difíciles.
Fuente: EXPOK