Gobierno certifica gratuitamente a artesanos para garantizar autenticidad
REDACCIÓN NNOTI AMÉRICA.- Autor: Lcdo. Henry Ortiz
El proyecto “Artesano Artista” que busca promover las artesanías ecuatorianas y rescatar el patrimonio cultural continua con mayor énfasis durante ésta emergencia sanitaria por el COVID-19.
En Gualaceo, provincia del Azuay, se trabaja con los tejedores de la macana, pieza elaborada a mano con la técnica del ikat (o amarrado), declarada Patrimonio Cultural Inmaterial del Ecuador en 2015. Asimismo, se identificó la necesidad de obtener una certificación para consolidar la marca comunitaria y buscar nuevos espacios de comercialización para esta artesanía.
Expertas en el tejido de la macana, junto al proyecto Artesano Artista, el Servicio Ecuatoriano de Capacitación Profesional (SECAP), el Instituto Nacional de Patrimonio Cultural (INPC), el Ministerio del Trabajo y la Jefatura Política de Gualaceo, elaboraron el perfil para certificar –de manera gratuita– a más de 100 artesanos de la zona. La certificación es uno de los pasos que permitirá preservar la macana, evitar réplicas y promover un pago justo por el trabajo artesanal, hecho a mano.
“Estamos emocionados de ver los resultados de este proceso que realizamos junto a los artesanos para preservar nuestra cultura y apoyar su desarrollo económico. Para nosotros es importantísimo que se sigan elaborando los tejidos ancestrales y que sean valorados y comercializados a nivel nacional e internacional”, señaló Rocío de Moreno, primera Dama de la Nación.
Johanna Guillén es una de las artesanas que participan en el proceso de certificación, lleva 18 años tejiendo en su casa ubicada en el sector de Bullcay, Gualaceo. “Nuestro trabajo merece ser reconocido. La certificación será una garantía en el caso de que viajemos, realicemos trámites e, incluso, para adquirir materia prima a bajo costo; es un respaldo de nuestra actividad”, sostuvo.
Guillén agradece el apoyo que ha recibido del proyecto Artesano Artista, ya que le ha permitido impulsar su trabajo, antes y durante la pandemia. “Yo estaba a punto de dejar de tejer, pero he continuado por el apoyo recibido, después de que la señora Rocío de Moreno conociera mi caso”, manifestó.