Perú avanza hacia la carbono-neutralidad con un plan ambicioso, participativo y robusto
REDACCIÓN NOTI AMÉRICA (ECUADOR)
-
Descarbonizar puede crear 15 millones de empleos netos para 2030
A pesar de la pandemia global, este año es sumamente importante para la agenda climática internacional. Conforme al Acuerdo de París, es el año en que los países signatarios deben presentar sus Contribuciones Nacionalmente Determinadas (NDC, por sus siglas en inglés) nuevas o actualizadas con miras al 2030, considerando mayores niveles de ambición.
Asimismo, es el año en que empieza la implementación formal del Acuerdo de París y en el que los países signatarios son invitados a presentar sus Estrategias de Largo Plazo para la Descarbonización (LTS, por sus siglas en inglés).
Las LTS son instrumentos que permiten a los países definir las vías tecnológicas para descarbonizar sus economías y los arreglos institucionales y de política pública para implementarlas. Así también, permite anticipar los desafíos de la descarbonización y diseñar estrategias en etapas tempranas para asegurar una transición justa a aquellos que podrían verse afectados por la transformación.
El desarrollo de LTS es urgente. La ciencia es clara sobre la necesidad de alcanzar cero emisiones netas al 2050 para evitar un calentamiento por sobre los 1.5°C y las consecuencias sin retorno de este hito. Un último dato interesante para considerar sobre las LTS es que, si bien fueron inicialmente ideadas como estrategias de descarbonización para reducir las emisiones, muchos países están incluyendo estrategias de adaptación a largo plazo en su diseño.
Descarbonizar viene con muchos beneficios
Una reciente publicación del BID y la OIT revela que la descarbonización en la región de América Latina y el Caribe (LAC) puede crear 15 millones de empleos netos para 2030 en sectores como la agricultura sostenible, la construcción y la energía renovable. Así también, traerá nuevas inversiones, descongestionará el tráfico en las ciudades, impulsará la movilidad eléctrica, aumentará la competitividad, la calidad del aire, y la calidad de vida de las personas. Esto es aún más relevante en el contexto de la actual crisis mundial del COVID-19 y la posterior recuperación económica.
Algunos países latinoamericanos están en la vanguardia de la agenda climática. Por ejemplo, Costa Rica ya presentó su LTS, y países como Colombia, Chile y Perú están activamente trabajando en desarrollar sus estrategias. El BID, a través de NDC INVEST y el proyecto Deep Decarbonization Pathways for Latin America and the Caribbean (DDPLAC), está apoyando a estos cuatro países vanguardistas en el diseño de sus LTS. .
Perú avanza hacia la carbono–neutralidad
El Perú es uno de los países latinoamericanos más impactados por el COVID-19 y se espera un proceso de recuperación de considerables proporciones, que denomina “reactivación económica climáticamente inteligente”.
Por ello, el país ve la agenda climática como una oportunidad para impulsar una reactivación económica sostenible e inclusiva y mejorar la calidad de vida de los peruanos, y avanza a pasos muy importantes con su compromiso ante el Acuerdo de París.
Están actualizando su NDC, finalizando el Plan Nacional de Adaptación, y también están actualizando la Estrategia Nacional ante el Cambio Climático al año 2050 (la Estrategia), que incorpora una visión a la carbono-neutralidad y la adaptación a largo plazo, y que presentarán como su LTS en la COP26 en Glasgow en noviembre de 2021.
Para seguir con los avances, DDPLAC, NDC INVEST y la 2050 Pathways Platform están apoyando al Gobierno del Perú a informar la actualización de la Estrategia mediante una técnica innovadora de Toma de Decisión Robusta (RDM, por sus siglas en inglés), que modela rutas tecnológicas para la descarbonización bajo los siguientes principios:
- Co-construcción y alineación con múltiples objetivos de desarrollo: las opciones de descarbonización son discutidas con actores relevantes de la sociedad peruana, no sólo en términos de su potencial para lograr cero emisiones netas al 2050, sino también en términos de sus potenciales beneficios y alineación con otros objetivos de desarrollo, costos, e incertidumbres a considerar. De esta manera, la modelación incorpora opciones de descarbonización que maximicen la calidad de vida de los peruanos y lleve a costos manejables para los ciudadanos, el sector privado, y el Gobierno. En abril del presente año, se realizaron los primeros talleres con actores de los sectores más importantes en términos de emisiones de gases de efecto invernadero: energía, transporte, bosques, agricultura, industrias y residuos.
- Ambición y contexto local: el proceso de co-construcción con los actores que mejor conocen el funcionamiento de la economía y sociedad peruana permite trabajar sobre el diseño de una LTS que será acorde a la realidad del país y que construirá sobre procesos existentes en la agenda climática y de desarrollo del Perú.
- Robustez: RDM incorpora variables de incertidumbre mediante la simulación de cientos de escenarios, haciéndolas robustas ante la incertidumbre. Así también, permite identificar las vulnerabilidades más importantes y posibles medidas de acción para contrarrestarlas.
- Generación de capacidades locales: El proyecto busca instalar capacidad analítica en el Perú e institucionalizar la relación ciencia-toma de decisiones. En el país, un equipo de investigadores de la Universidad del Pacífico, que lidera el proceso, está siendo capacitado por la Universidad de Costa Rica para combinar sus capacidades analíticas existentes con el uso del método RDM. Los profesionales de la UCR utilizaron exitosamente esta herramienta para estimar los costos y beneficios del Plan de Descarbonización de Costa Rica.
Una segunda ronda de talleres organizada por el Ministerio del Ambiente se realizará en el mes de agosto para compartir los resultados preliminares del proyecto a los sectores y refinarlos en base a su retroalimentación. De esta forma, Perú avanza hacia la definición de una LTS robusta y ratifica su compromiso con la ambición climática y una reactivación económica sostenible e inclusiva.
Fuente: BID