Comunicar también es curar
REDACCIÓN NOTI AMÉRICA (ECUADOR)
Tratar y curar cualquier enfermedad infecciosa requiere del esfuerzo de todos los campos científicos, no sólo de la medicina. También, requiere de la colaboración de las personas y de las comunidades, ya que su comportamiento está directamente relacionado con la evolución de una enfermedad. El COVID-19 está demostrando cómo los cambios en las rutinas de los ciudadanos, por ejemplo, el lavado frecuente de manos, son determinantes a la hora de aplanar la curva de contagios. Pero ¿cómo logramos que los ciudadanos adopten estos cambios de comportamiento? Una comunicación clara y efectiva es fundamental. Aquí te contamos cómo una estrategia de comunicación efectiva es decisiva en la lucha final contra la malaria.
Disrupción y cambios de rutina
Que las comunidades de ciudadanos cambien sus rutinas para hacer frente a una enfermedad no es tarea fácil. La aplicación de leyes y medidas extremas de confinamiento para interrumpir la cadena de transmisión, es la vía rápida que pueden utilizar algunos gobiernos e instituciones para provocar estos cambios de comportamiento. Sin embargo, estas medidas extremas no son sostenibles a largo plazo.
La información es la receta mágica para la transformación del cambio de comportamiento. Para sentir que tienen el control de decidir por sí mismas, las personas necesitan conocer todos los detalles de por qué deben adoptar determinadas prácticas de salud, porqué deben hacer el esfuerzo necesario para aplicarlas, y cómo deberán implementarlas correctamente para obtener los resultados de salud esperados. Esto exige ser claros a la hora de comunicar y justificar las acciones requeridas.
Comunicación para el cambio de comportamiento: el caso de la malaria
La malaria es una enfermedad causada por un parásito, que se transmite a los humanos a través de la picadura de mosquitos. Seguramente te estarás preguntando ¿Qué tienen que ver la buena comunicación y el cambio de comportamiento con una picadura de un insecto?
En la lucha contra la malaria, para cortar la cadena de transmisión resulta imprescindible que los ciudadanos identifiquen de manera temprana las señales de alerta de esta enfermedad, como fiebre y dolor de cabeza, y sean diagnosticados en las primeras 48 horas de aparición de los síntomas. Además, es fundamental que en las primeras 24 horas después del diagnóstico los pacientes reciban el tratamiento necesario que elimine el parásito de la malaria. Si se consigue tratar al enfermo en esa ventana de tiempo, la cadena de transmisión de la malaria se detiene y se impide que otras personas se infecten por esta enfermedad que se transmite por la picadura de mosquitos de las personas enfermas a las sanas. Difundir de manera eficaz esta información entre las poblaciones en riesgo de sufrir malaria es el primer paso para eliminar esta enfermedad.
¿Y cómo nos aseguramos de que los ciudadanos conozcan los síntomas y las acciones de prevención?
Con una comunicación clara que conozca a la población que pretende impactar.
Las Iniciativas Salud Mesoamérica y la Iniciativa Regional de Eliminación de la Malaria (IREM) son ejemplos de cómo pueden implementarse estas estrategias de comunicación para facilitar cambios de comportamiento que provoquen mejoras sustanciales en las condiciones de salud, en este caso de las comunidades más desfavorecidas de Mesoamérica.
Colombia, Costa Rica, República Dominicana, Guatemala, Honduras y Nicaragua se han beneficiado de estas intervenciones, para ayudar a los ciudadanos de las comunidades a detectar estos signos rápidamente, para buscar las pruebas de sangre que les digan si han sido contagiados de la enfermedad y para buscar el tratamiento sin retraso.
¿Cómo funciona el plan de trabajo?
Los especialistas de la IREM comparten con los miembros de estas comunidades conversaciones en profundidad y entrevistas sobre sus experiencias, conocimientos, creencias y prácticas. Estos especialistas analizan la información y definen los elementos visuales y culturales más efectivos para adoptar comportamientos que ayuden a luchar contra la enfermedad.
Un punto fundamental en la búsqueda de adopción de comportamientos de prevención es conocer la audiencia a la que se le habla. Para que el mensaje llegue y se entienda, debe respetar los términos y modos de las personas a las que queremos hablarles. En definitiva, se trata de “hablar un mismo idioma”. Por ello, una vez consensuados los mensajes y materiales, el equipo comparte las piezas de comunicación con amplios grupos de población-objetivo para comprobar su efectividad, atractivo y claridad.
Los materiales de comunicación se adaptan y personalizan a las características sociales, culturales y lingüísticas de cada grupo con el que se trabaja y en donde se apuesta por lograr cambios de comportamiento. Estos materiales y mensajes luego se implementan a gran escala en toda la comunidad en forma de posters, folletos, pancartas y otros formatos visuales, que usan los líderes locales y los promotores para hacer llegar los mensajes a la población de la manera más atractiva y entendible, en el marco de sus características culturales propias.
Ejemplo de las herramientas de comunicación para la población indígena Embera en Colombia, desarrolladas para que los lideres comunitarios puedan explicar las distintas fases de la malariautilizando únicamente imágenes
Como podemos ver en las fotos, dado que en el caso de pueblos indígenas el nivel de analfabetismo (en castellano y en su lengua, que a menudo es de tradición oral y no cuenta con versiones escritas) es alto, se necesitan imágenes que hablen por sí mismas. También las ilustraciones (dibujos) son bien recibidos aunque pueden confundir cuando se trata de plasmar emociones o sentimientos como la enfermedad o el dolor (las validaciones indican que a menudo estas emociones son confundidas en las imágenes con enojo o simple vejez) Las fotografías evitan estas confusiones.
El mismo nivel de analfabetismo hace que sean útiles aquellas herramientas que pueden ser introducidas por alguien de la misma comunidad, siguiendo una secuencia fácil de explicar y de interpretar, y teniendo como recurso para resolver dudas a la persona que las muestra. En el caso de este rotafolio, es para que alguien de la comunidad explique cómo es que se adquiere la malaria y qué se debe hacer cuando se presentan los síntomas.
Fue preparado luego de varios grupos focales con personas de tres comunidades. Las fotos se tomaron con ellas mismas aportando y sugiriendo quienes se verían mejor en las fotos o cómo representar lo que se quería hacer ver. Luego se explicó la secuencia a diferentes personas y se les pidió que explicaran las láminas a sus pares, resultando muy fácil para todos hacerlo y entender los mensajes.
La Iniciativa Regional para la Eliminación de la Malaria (IREM), está conformada por gobiernos nacionales, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), la Organización Panamericana de la Salud (OPS), COMISCA, la Fundación Clinton para el Acceso a la Salud (CHAI) y la Iniciativa Salud Mesoamérica.
Fuente: Blog del BID