Nave ecuatoriana cae en Perú con pasajeros investigados por corrupción
REDACCIÓN NOTI-AMÉRICA (ECUADOR).
La prensa del Perú informó hoy lunes 8 de junio del 2020 que, por el desplome de una avioneta de matrícula ecuatoriana en el poblado El Bendito, de la provincia de Zarumilla, perteneciente al departamento de Tumbes, una persona murió y tres quedaron heridas.
Según la cuenta de twitter «Aviación Ecuador», el fallecido era el capitán de la nave, Alfredo Espinoza. Con él iban tres personas que fueron identificadas como Jocelyn Mieles Zambrano, excandidata a Miss Ecuador por Manabí; César Rodríguez, auxiliar de servicios en el Hospital Teodoro Maldonado Carbo del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS); y Daniel Salcedo, accionista de empresas dedicadas a actividades como distribución de insumos médicos.
La ministra de Gobierno, María Paula Romo, en un twitt indicó sin dar nombres, que «entre los heridos se encontran dos personas relacionadas a la investigación penal a proveedores y directivos de hospitales públicos». Esto en alusión a que la Fiscalía de Ecuador desde la semana pasada investiga una supuesta red corrupción en compras del IESS.
Pese a que la avioneta -construida en 1980- tenía la bandera de Ecuador, poseía dos placas: una en el ala derecha (HC-BLO) y otra en fuselaje AO-BCQ, que había sido notificada. Según la Dirección de Aviación Civil (DAC), la verdadera matrícula de la aeronave accidentada es HC-BLO y pertenece a la empresa Granjas Marinas Doble A, Gramada S. A. Los accionistas de la empresa son los hermanos Adum Boschetti, hijos de Alfredo Adum Ziade, quien fue administrador de la compañía en 2001, 2006 y 2015.
Adum, empresario y político que fue una figura controvertida en el gobierno de Abdalá Bucaram, señaló que no iba a dar declaraciones porque es un tema grave y «para no entorpecer las investigaciones que están en manos de las autoridades de la Aviación Civil, Fuerzas Armadas y de la justicia «.
Por los registros de vuelo, la aeronave habría despegado desde Guayaquil con dirección a un asentamiento conocido como Roblemar, al sur de la Isla Puná, sin embargo apareció en Perú. Ante ello y las acusaciones que pesan en dos de sus ocupantes, se supone que podría tratarse de un intento de fuga para evadir la justicia ecuatoriana.