Un salvavidas para el Gobierno
REDACCIÓN NOTI AMÉRICA (ECUADOR) Por Ing. Gonzalo Gómez Landires
Después de 2 años 8 meses de bambolearse en un tempestuoso mar de culpas y vergüenzas heredadas, el Gobierno Nacional no atina a corregir el rumbo y su barca oscila a la deriva, sin derrotero, o al menos es la impresión que deja su ruta zigzagueante que no permite adivinar adónde va; solo esperamos que él si lo sepa, y que su atolladero sean los vientos embravecidos de la política, manchada con tanta corrupción y sinvergüencería.
Tal vez falló al delegar responsabilidades y escoger los miembros de su equipo de trabajo, por eso su gabinete y especialmente los ministros no han cumplido ni de lejos lo que de ellos se esperaba; algunos porque no tuvieron tiempo de aprender a serlo, y otros simplemente no dieron la talla. Salvo dos o tres excepciones, la mayoría parece malgastar su tiempo en esconder y hasta justificar los constantes errores, los propios y los del Gobierno, y camuflar deficiencias y desatinos con supuestas soluciones que generalmente provienen de la Presidencia, y que padecen la obsesión por regalar pescado sin ocurrírsele enseñar a pescar, pero claro, para lo segundo habría que dominar esa destreza, y me temo que no es ni remotamente una de las habilidades de nuestro presidente.
Así, de tumbo en tumbo la travesía alcanzó ya más de la mitad del camino, pero todavía faltan unos dieciséis meses para acoderar el maltrecho esquife, y le costará muchísimo llegar a puerto sin ayuda. Requiere un nuevo impulso, algo que le permita arrostrar las traicioneras olas y los agresivos vientos que pretenden malograr su periplo. Si, el Gobierno requiere un salvavidas, una mano, una boya que le ayude a mantenerse a flote, pero ese salvavidas solo puede provenir de sus propias acciones, decisiones que deberá asumir con valentía y responsabilidad, despojándose cálculos políticos y de ese impúdico miedo de ofender a los poderes que lo presionan obligándolo a desentenderse de su pueblo, de aquellos que confiaron en él y todavía rezan porque finalmente se muere aquel salvador por el cual votaron.
La estrategia sería entonces dar un fuerte golpe de timón, que se sienta, que genere ruido y provoque cambios radicales que puedan ser percibidos y valorados por las grandes masas populares. La mejor opción es enrumbar al país hacia el sector Agropecuario, porque a este se pertenecen las dos terceras partes de la población económicamente activa, es decir más de cinco millones de ecuatorianos estarían agradecidos incondicionalmente con el gobierno que promueva su rehabilitación y su reinserción plena y justa al aparato productivo nacional, como una de las fuerzas con mayor capacidad para generar empleo, oportunidades laborales, equidad, soberanía alimentaria y justicia social.}
Necesitamos resarcir al ministro de Agricultura, señor presidente; demandamos un ministro con probada capacidad profesional y vasta experiencia, un ministro con bagaje técnico más que político, que pueda identificar los problemas y proponer soluciones, no parches ni disfraces; que su acción se convierta en el faro que lo guiará a puerto seguro, que finalmente celebraría la evolución de un pueril presidente a un ponderado líder.
Gonzalo Gómez Landires, es ingeniero agrónomo, columnista del diario el Universo, tiene experiencia en desarrollo agrícola en Israel y Estados Unidos.