Cuatro recomendaciones para promover políticas públicas basadas en evidencia
REDACCIÓN NOTI AMÉRICA (ECUADOR) Por: Anna Funaro Mortara y André Luiz Soares de Oliveira
¿Cómo podemos forjar una cultura de gobierno que produzca políticas públicas basadas en evidencia?
Es la pregunta central del último reporte de J-PAL (Abdul Latif Jameel Poverty Action Lab) “Forjando una cultura para el uso de evidencia: lecciones de J-PAL sobre sus alianzas con gobiernos en América Latina”.
J-PAL es un centro de investigación fundado por Esther Duflo y Abhijit Banerjee, dos de los ganadores del Premio Nobel de Economía de 2019. Basado en el departamento de economía de MIT y con 10 años de experiencia en alianzas con gobiernos de América Latina, la agencia para América Latina y el Caribe de J-PAL (J-PAL LAC) intentó clasificar las principales lecciones que han aprendido sobre la creación e implementación de políticas públicas basadas en evidencia.
Basado en información recopilada de 40 entrevistas con 15 agencias gubernamentales de toda la región, el reporte presenta las mejores prácticas a (advocacy organizations) organizaciones promotoras y gobiernos sobre el uso de la evidencia en el sector público. Estas recomendaciones buscan superar barreras al uso de datos (administrativa y de monitoreo) así como también al uso de literatura basada en evidencia.
Los obstáculos fueron financieros, incertidumbre política y brechas en la literatura existente. De seguro, desarrollar cualquier cultura va más allá de seguir una lista de buenas prácticas. Pero ser consciente de los desafíos enumerados por J-PAL antes de adoptar este tipo de iniciativas puede generar una contribución positiva al uso de la evidencia en el momento de formular políticas públicas.
Entre las buenas prácticas orientadas a su promoción (towards advocacy), está la identificación de altos funcionarios gubernamentales que quieran y puedan impulsar la agenda dentro de su organización (estas personas son conocidas como champions).
Adicionalmente, para desarrollar nuevas alianzas es importante considerar la capacidad institucional de los socios gubernamentales, la disponibilidad de datos y de sistemas, los incentivos y procesos establecidos, con una visión a ofrecer productos que vayan en línea con el potencial y la capacidad del socio.
El reporte resalta cómo el enfoque hacia cada agencia pública es clave. El interés de cada agencia variará dependiendo de si se encuentra implementando (por ejemplo, buscando programas pilotos para un salto a futuro) o financiando (buscando acceso a la evidencia con el fin de tomar decisiones). Asimismo, es importante ser ágil en la construcción de alianzas una vez el gobierno demuestre interés.
Finalmente, observando la sostenibilidad en el uso de la evidencia, el reporte recomienda expandir alianzas dentro de la organización más allá de los champions, ofreciendo resultados intermedios de las evaluaciones (o ganancias rápidas) a fin de promover el compromiso y la formalización de alianzas para asegurar institucionalidad.
Con respecto a las entidades y agencias gubernamentales, el reporte hace las siguientes sugerencias:
- Asignar recursos para el uso de la evidencia y hacer que alguien tome el trabajo de incorporar esta evidencia al diseño de políticas públicas. El gobierno debe asignar recursos para evaluaciones de programas y políticas a través de sus propios fondos o donaciones. También debe contratar personal o asignar funcionarios al uso de datos y de evidencia en evaluaciones y planificando nuevas políticas.
- Crear espacios donde se impulse y recompense el uso de la evidencia. A menudo, las responsabilidades diarias de los hacedores de política no les dejan tiempo para diseñar nuevas políticas o procesos. Asignar espacios físicos y agendas específicas puede permitir el intercambio de experiencias y el desarrollo de propuestas que incluyan datos y evidencia.
- Invertir en la recopilación de datos administrativos, la gestión, y el intercambio de información interinstitucional. El acceso a los datos es clave. Recolectar y desarrollar sistemas administrativos de datos que permitan a los oficiales públicos el uso regular de datos y de la evidencia en sus programas de gestión y en la implementación también puede llegar lejos.
- Colaborar con organizaciones e investigadores que fomenten el uso de la evidencia en las políticas. Las organizaciones e investigadores que tienen experiencia en generar, sintetizar y aplicar datos y evidencia pueden ser socios valiosos para complementar los esfuerzos de los gobiernos en el uso datos y evidencia de manera sistemática.
Estas prácticas son importantes, pero no son de mucha utilidad si el gobierno no está comprometido a evaluar, así como a desarrollar y revisar sus políticas con el uso de datos y evidencia. También vale la pena recordar que la evidencia en evaluaciones experimentales y de impacto— las evaluaciones son herramientas, no una solución para todos los asuntos que giran alrededor del desarrollo de políticas públicas. Algunas políticas todavía serán informadas y justificadas por información y datos que no tienen que ver con el análisis empírico de su implementación.
Este blog post ha esbozado las principales prácticas para promover este tema (advocacy) y para tomar en cuenta por organizaciones públicas que buscan desarrollar una cultura de diseño de política basado en los datos y en la evidencia. El reporte también incluye muchos casos de estudio, y describe experiencias de primera mano sobre cómo los hacedores de política diariamente se enfrentan a este desafío. ¡Vale la pena revisarlo!
Para conocer más sobre las políticas y proyectos basados en evidencia del Grupo BID en América Latina y el Caribe, descargue el Panorama de Efectividad en el Desarrollo (DEO) 2019, la publicación insignia del grupo con respecto a resultados e impacto.