Para impulsar la salud digital, aprendamos a gestionar el cambio
REDACCIÓN NOTI AMÉRICA (ECUADOR) por Analía Baum
La única constante es el cambio, dijo Heráclito hace más de 2 000 años. Los avances científicos y tecnológicos del siglo 20 han modificado totalmente la forma como trabajamos.
Sin embargo, en las organizaciones de salud la adopción del cambio no parecería ir al mismo ritmo que en otros ámbitos. Frecuentemente escucho decir que esto se debe a que los profesionales de la salud se resisten al cambio. Pero ésta es una verdad parcial, ya que la medicina ha ido incorporando en su práctica profesional nuevas tecnologías como imágenes digitales, robots, impresoras 3D, nanotecnología, inteligencia artificial y el internet de las cosas.
Pero cuando analizamos la manera de documentar estas prácticas, parece que el tiempo se detuvo en la época Hipocrática. ¿Cuáles son las barreras que tenemos que enfrentar quienes promovemos la adopción del cambio en la historia clínica electrónica (EHR, por sus siglas en inglés), y cuáles son la estrategias y herramientas que están a nuestro alcance para hacerla realidad?
Mira este vídeo para conocer más sobre los retos de implementar la EHR y gestionar el cambio.
¿Hay resistencia a los EHR?
En medicina la rápida adopción de las tecnologías aplicadas al diagnóstico y tratamiento ha contribuido a una mejor expectativa de vida y calidad de la atención de los pacientes, al desarrollo del conocimiento científico y al prestigio y crecimiento profesional. Por otro lado, muchas implementaciones de EHR han desagregado valor, generado resistencias y puesto en discusión si vale la pena o no la informatización de la información de salud.
Quienes quieran desarrollar e implementar la historia clínica electrónica deben considerar que el sistema de salud se define por competencias. Es decir, cada profesional es autónomo porque existe una sociedad profesional que garantiza que cada uno puede resolver los problemas de su especialidad. El profesional de la salud es tan autónomo que una pieza de software no va a ordenar su trabajo. Por eso, si el EHR no agrega valor ni prestigio a su práctica, la persona se resiste y si lo obligan a usarlo, lo usa mal. Por ello, en vez de intentar convencerlos a la fuerza, hay que comprender su trabajo y diseñar un instrumento que sea representativo de su quehacer habitual.
¿Se puede garantizar la implementación exitosa de un EHR?
Por supuesto que sí. Hoy contamos con suficiente información sobre aspectos tecnológicos (conectividad, hardware y software), de estructura y de proceso (estándares para almacenamiento e intercambio de datos) que nos permiten sentar las bases para un buen plan de informatización. Tal vez el principal reto, porque es el menos analizado, es la incorporación de la gestión del cambio. Esta es igual de importante como cualquiera de los componentes mencionados.
Las claves principales son:
- Planificar el cambio y ejecutarlo, lo cual implica que se debe destinar 30% del recurso humano a cargo de la dirección de sistemas a gestionar el proceso de cambio y de transformación cultural. Es importante comprender que el cambio es tan iterativo como el proceso de desarrollo de software, y que se debe ejecutar antes, durante y posterior a la implementación.
- Conformar equipos interdisciplinarios que conozcan de tecnologías y de sistemas de información, pero que a la vez tengan una comprensión profunda del contexto sanitario y de la sociedad civil donde se quiere implementar el cambio.
- Gestionar participativamente, involucrar a todos los actores del sistema de salud, incluyendo la comunidad, detectar problemas y priorizar, proponer mejoras y monitorear el cambio. Esta es una herramienta muy valiosa para que los destinatarios del cambio se apropien de él y disminuyan las posibles resistencias.
- Apoyar la gestión del cambio brindando herramientas que faciliten la gestión del cambio a través de:
- Un buen plan de comunicación: no debe solo comunicar dónde, cómo y cuándo se implementará el EHR, sino el valor que ésta herramienta proporcionará al trabajador de la salud, al paciente, a la organización y al sistema de salud.
- Adecuada capacitación: especialmente en América Latina, donde aún existen trabajadores que enfrentan la brecha digital. Se deben proporcionar herramientas para que primero alcancen estas competencias y posteriormente puedan incorporarlas a su rutina de trabajo.
- Evaluación y retroalimentación: crítico para conocer si se cumplió con el objetivo deseado y con la satisfacción de los usuarios.
En el contexto de los EHR en el campo de la salud digital, el cambio todavía no es la única constante. La mayoría de los sistemas de salud en la región siguen utilizando el papel como principal medio de documentación de sus prácticas y de la información de sus pacientes. Está claro que el avance de las tecnologías no es suficiente para “despapelizar” los establecimientos sanitarios. Se necesita una verdadera transformación cultural, y para ello líderes capaces de establecer una conversación con los actores del sistema, con miras a comprender sus necesidades y actuar en base a ello.
Fuente: BID