Cumbre sobre la Acción Climática ONU 2019: 66 países se comprometieron a neutralizar la emisión de CO2 para el 2050 y donantes decidieron desbloquear cerca de 500 millones de dólares para reforestar la Amazonía y otras selvas tropicales
Un total de 66 países se comprometieron en la ONU a alcanzar la neutralidad en las emisiones de carbono para el año 2050, informó este lunes (23.09.2019) la organización al inicio de la cumbre sobre el clima. A estos 66 países se unen 10 regiones, 102 ciudades, 93 empresas y 12 inversores que buscan tener cero emisiones de gases con efecto invernadero para 2050, un objetivo fijado por científicos para contener el calentamiento de la Tierra a no más de +1,5ºC, en relación al siglo XIX.
«Los efectos del cambio climático siguen extendiéndose por todo el mundo. En 2017 el costo económico total de los desastres relacionados con el clima alcanzó la cifra récord de 320.000 millones de dólares», ha asegurado Guterres en la apertura del 37º periodo de sesiones de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) en la capital de Cuba.
El secretario general de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, convocó a los países miembros a la Cumbre del Clima, que se celebró del 23 al 25 de septiembre de 2019 en Nueva York, ciudad sede de la ONU, donde se revisaron los compromisos contraídos en París y se diseñarán planes de desarrollo sostenibles «más ambiciosos».
El Secretario General de la ONU, António Guterres convocó a todos los líderes para que acudan a Nueva York con planes concretos y realistas para mejorar sus contribuciones concretas a nivel nacional para 2020, siguiendo la directriz de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero un 45 % en los próximos diez años y a cero para 2050.
«Quiero que me informen sobre cómo vamos a frenar el aumento de las emisiones para 2020 y cómo vamos a reducir las emisiones drásticamente para alcanzar cero emisiones en 2050».
Para que sean efectivos y fiables, estos planes no pueden enfrentarse a la reducción de forma aislada: deben mostrar una vía hacia la transformación completa de las economías siguiendo los objetivos de desarrollo sostenible. No deberían generar ganadores y perdedores, ni aumentar la desigualdad económica. Tienen que ser justos, crear nuevas oportunidades y proteger a aquellos que se ven afectados por los impactos negativos en el contexto de una transición justa. También deberían incluir a las mujeres como principales encargadas de la toma de decisiones: solo la toma de decisiones desde la diversidad de género es capaz de abordar las diferentes necesidades que surgirán en este próximo periodo de transformación fundamental.
La Cumbre reunió a gobiernos, sector privado, sociedad civil, autoridades locales y otras organizaciones internacionales para desarrollar soluciones ambiciosas en seis áreas: la transición global hacia energías renovables; infraestructuras y ciudades sostenibles y resilientes; la agricultura y ordenación sostenible de nuestros océanos y bosques; la resiliencia y adaptación a los impactos climáticos; y la convergencia de financiación pública y privada con una economía de emisiones netas cero.
El dirigente de la ONU ha insistido primero en inglés y luego en español-, en la «necesidad de adoptar medidas colectivas para apartar al mundo de ese camino que lleva al suicidio» y ha afirmado que los nuevos planes deberán basarse en la «inversión en un desarrollo resiliente y bajo en emisiones de carbono».
Cincuenta y nueve países anunciaron su intención de reforzar sus metas nacionales para combatir el cambio climático para 2020 y otros nueve han empezado procesos internos para tornar sus objetivos más ambiciosos, precisó la ONU al anunciar la creación de una «Alianza de ambición por el clima» que une a todos estos países. Los países anunciaron sus objetivos nacionales en el Acuerdo de París de 2015, y ahora los revisarán al alza.
El objetivo colectivo es reducir las emisiones de gases con efecto invernadero en al menos un 45 por ciento para 2030 y prepararse así para alcanzar la huella de carbono cero para mediados de siglo. La Alianza fue anunciada por el presidente de Chile, Sebastián Piñera, como parte de los preparativos para la próxima Conferencia de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, COP25, que se celebrará en Santiago, en diciembre.
En este marco, «terminar con el carbón es una prioridad» para la ONU. Así que el grupo que busca eliminar el uso de las centrales de carbón cubre ya 30 países, 22 estados o regiones y 31 empresas, que se comprometieron a dejar de construir nuevas centrales para 2020 y hacer la transición a la energía renovable.
Banco Mundial, Banco Interamericano de Desarrollo y la ONG Conservación Internacional decidieron desbloquear cerca de 500 millones de dólares adicionales para la reforestación de la Amazonía y otras selvas tropicales, anunció la presidencia francesa. El desbloqueo de fondos para la Amazonía se anunciará formalmente en la Asamblea General de la ONU, con la presencia del presidente francés, Emmanuel Macron. Además.
Está previsto que el anuncio formal se realice durante la reunión sobre la Amazonía en el marco de la Asamblea General de la ONU en Nueva York, con la presencia de varios jefes de Estado, como el presidente de Francia Emmanuel Macron, la canciller Angela Merkel y los mandatarios de Chile, Colombia y Bolivia, con la ausencia del presidente de Brasil.
Los impactos del cambio climático se sienten en todas partes y están teniendo consecuencias muy reales en la vida de las personas. Las economías nacionales se están viendo afectadas por el cambio climático, lo cual al día de hoy nos está costando caro y resultará aún más costoso en el futuro. Pero se empieza a reconocer que ahora existen soluciones asequibles y escalables que nos permitirán dar el salto a economías más limpias y resilientes.
Los últimos análisis indican que, si actuamos ya, podemos reducir las emisiones de carbono de aquí a 12 años y frenar el aumento de la temperatura media anual por debajo de los 2 °C, o incluso a 1,5 °C por encima de los niveles preindustriales, según los datos científicos más recientes.
Por suerte contamos con el Acuerdo de París, un marco normativo visionario, viable y puntero que detalla exactamente las medidas a tomar para detener la alteración del clima e invertir su impacto. Sin embargo, este acuerdo no tiene sentido en sí mismo si no se acompaña de una acción ambiciosa.
Naciones Unidas llevó el centro de los debates sobre el cambio climático hasta su sede en Estados Unidos, país que abandonó el Acuerdo Climático de París de la mano de su actual presidente, Donald Trump. El mes de marzo pasado, Guterres ya nombró al exalcalde de Nueva York Michael Bloomberg como su enviado especial para Acción Climática y anunció que el multimillonario estadounidense apoyaría a la ONU en su estrategia para el clima y en la organización de la cumbre sobre este asunto en 2019.
Para asegurar que las acciones de transformación tengan el mayor impacto posible en la economía real, el Secretario General de la ONU, ha priorizado las siguientes carteras de acción, las cuales tienen un alto potencial para frenar las emisiones de gases de efecto invernadero y una acción global para la adaptación y la resiliencia.
- Finanzas: movilización de fuentes de financiación públicas y privadas para impulsar la descarbonización de todos los sectores prioritarios y promover la resiliencia.
- Transición energética: aceleración del cambio de combustibles fósiles hacia la energía renovable, además de la obtención de considerables ganancias en eficiencia energética.
- Transición industrial: transformación de industrias como la petrolera, siderúrgica, química, cementera, del gas o de la tecnología de la información.
- Medidas basadas en la naturaleza: reducción de emisiones, incremento de la capacidad de absorción y mejora de la resiliencia en silvicultura, agricultura, océanos y sistemas alimentarios, incluidos en la conservación de la biodiversidad, el impulso de cadenas de suministros y tecnología.
- Acción local y en ciudades: avance de la mitigación y la resiliencia a nivel urbano y local, con un foco de especial atención en nuevos compromisos sobre edificios de bajas emisiones, transporte público e infraestructura urbana, y resiliencia para las personas pobres y vulnerables.
- Resiliencia y adaptación: fomento de los esfuerzos globales para abordar y gestionar los impactos y riesgos del cambio climático, particularmente en las comunidades y naciones más vulnerables.
Además, existen tres áreas clave adicionales:
- Estrategia de mitigación: impulsar las Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (CDN) y las estrategias a largo plazo para conseguir las metas del Acuerdo de París.
- Compromiso de la juventud y movilización pública: movilizar a las personas de todo el mundo para que actúen contra el cambio climático y asegurar que las personas jóvenes estén integradas y representadas en todos los aspectos de la Cumbre, incluidas las seis áreas de transformación.
- Impulsores sociales y políticos: avanzar en los compromisos dentro de las áreas que afectan al bienestar de la población, como la reducción de la contaminación del aire, la creación de puestos de trabajo dignos, el fortalecimiento de las estrategias de adaptación climática y la protección de los trabajadores y los grupos vulnerables.