En 1986, en la Central Nuclear V.I Lenin de Chernóbil, se cometieron errores fatales: un equipo de operadores experimentaba con el reactor para comprobar si la energía de las turbinas podía generar suficiente electricidad. Un error provocó una elevación de potencia y una fusión de núcleo, el resultado fue una gran nube radiactiva en todo Europa.
Todos los residentes fueron evacuados debido a que los niveles de radiación sobrepasaron los estándares de seguridad.
Así se cometió una de las mayores catástrofes ambientales que dejó serias consecuencias: 105 mil kilómetros cuadrados fueron contaminados, y cualquier actividad agrícola es imposible en ese sitio, más un aproximado de 12 mil personas afectadas por la radiación.
Sin embargo, tal parece que en 2019, para la Chernobyl Spirit Company, este hecho catastrófico histórico es una buena oportunidad para comenzar a comercializar un Vodka hecho con cereales radiactivos de Chernóbil, lo han llamado Atomik. ¿Responsable?
El primer producto para el consumo hecho con ingredientes procedentes de Chernóbil
Un grupo de investigadores tiene algunos años cultivando cereales en una granja experimental situada en el corazón de la zona radiactiva de Chernóbil.
Quieren demostrar que es posible elaborar productos consumibles a partir de ingredientes contaminados. Su primera creación es el vodka artesanal Atomik, embotellado por la recién fundada Chernobyl Spirit Company.
El líder del grupo de investigadores de la Universidad de Portsmouth, Jim Smith, dice en entrevista para BBC que su idea principal era usar el cereal para elaborar un licor.
Ahora, con el producto en sus manos, el líder de los investigadores dice que este licor «no es más radiactivo que cualquier otro vodka».
«Cualquier químico sabe que, al destilar algo, las impurezas se quedan en el producto residual”, explicó.
«Usamos centeno ligeramente contaminado y agua del acuífero de Chernóbil y lo destilamos. Pedimos a nuestros amigos de la Universidad de Southampton, que tienen un laboratorio de radio análisis fantástico, que comprobaran si el vodka contenía radiactividad. No encontraron nada. Todos los valores estaban por debajo del límite de detección”.
¿Responsable?
Hasta el momento únicamente existe una botella, pero el equipo de trabajo quiere producir unas 500 tan solo en 2019. ¿será una buena decisión?
Primero, se tendrán que someter a todas las obligaciones comerciales para poder distribuir su producto, asimismo, se deben llevar a cabo las pruebas pertinentes para ver si el producto realmente no tiene consecuencias para su consumidor. Toda esta información tendrá que ser publicada y avalada no solo por Chernobyl Spirit Company, también por las secretarías de salud.
Los investigadores, además, desean apoyar a las comunidades de la zona y quieren que la mayoría de las ganancias obtenidas de la venta del producto, sean donadas a las personas que han sufrido enormes dificultades económicas y sociales, la finalidad es que salgan adelante a pesar del desastre ocurrido.
El problema para la mayoría de los que viven allí es que no se alimentan adecuadamente, no disponen de servicios de salud, no tienen trabajo y nadie invierte en la zona, explica Smith.
Yo creo que ahora, después de 30 años, más importante que la radiactividad es potenciar el desarrollo económico.
Atomik Vodka se define como una empresa social que tiene el objetivo de producir vodka artesanal de alta calidad: «Creemos que lo que necesitan estas áreas es el desarrollo económico, y el manejo del recurso único de vida silvestre que representan las áreas abandonadas».
Según BBC, Atomik ha sido comparado con productos de Londres:
«Es más un espíritu de grano que un vodka, por lo que tiene muchas más notas afrutadas, todavía puedes saborear el centeno».
Fuente: EXPOK